Políticas
24/4/2025
Milei, 500 días de robarle a los trabajadores para engordar a los capitalistas
Los ingresos populares caen mientras las principales empresas mejoraron su rentabilidad,

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Un gobierno patronal y antiobrero.
A contramano del relato oficial, las estadísticas revelan que los ingresos populares cayeron en lo que va del gobierno libertario. En contraste, las principales empresas mejoraron su rentabilidad, mostrando una enorme vocación por parte de Milei en transferir recursos desde el bolsillo de los trabajadores hacia el de los capitalistas.
Algunos datos publicados por la Celag ilustran la pérdida de poder adquisitivo de salarios durante los primeros 500 días de gobierno de Milei. Por ejemplo, al inicio de su mandato, el consumo de leche per cápita equivalía a 192,8 litros anuales, y, en la actualidad, se redujo a 171 litros. Asimismo, el consumo de carne bovina descendió de 53,3 kg anuales por habitante a 44,8 kg. Por otro lado, en diciembre 2023, el salario mínimo alcanzaba para costear 2.757 boletos de colectivos del Amba, ahora apenas cubre 696. A su vez, el pago de tarifas pasó de representar el 5,9% del salario promedio registrado al 10,3%.
En ese sentido, según un informe de la consultora Macro View, entre diciembre 2023 y febrero 2025 (no incluye la disparada inflacionaria de marzo), se produjeron aumentos del 467% en las tarifas de gas y electricidad, del 360% en el alquiler, del 358% en el transporte público, del 265% en combustibles y del 257% en telefonía. En el mismo período, los ingresos populares evolucionaron por detrás de esos aumentos: 168% el salario formal, 176% la jubilación mínima con bono y 238% la jubilación promedio.
Por otra parte, los cálculos de Cifra arrojan que, entre noviembre 2023 y enero 2025, el salario del sector privado registrado y el del sector público perdieron 3 puntos y 19,5 puntos, respectivamente, en comparación al índice de inflación reponderado, es decir, aquel que utiliza la canasta de consumos más representativa en la actualidad, donde los servicios tienen un peso mayor.
Finalmente, la devaluación primordial de la gestión libertaria y los tarifazos subsiguientes, combinados con los techos salariales a la baja -promovidos por el gobierno y acatados por las burocracias sindicales-, erosionaron los ingresos de la población trabajadora. A su turno, el cambio de fórmula de cálculo para la movilidad previsional, que impide recuperar lo perdido, provocó un derrumbe en las jubilaciones.
La caída salarial, junto con la pérdida de puestos de trabajo -hay 100 mil trabajadores asalariados registrados menos que cuando asumió Milei, según la Celag-, dio lugar a que la participación de los asalariados en el PBI cayera 1,5 puntos en los primeros tres trimestres del 2024, en comparación interanual. Como contrapartida, la utilidad neta sobre las ventas de las principales 12 empresas que cotizan en la Bolsa mejoró 19,4% el año pasado, según los datos de Cifra.
Estas patronales se beneficiaron de la desvalorización del salario y el aumento de los ritmos de trabajo y contrataciones precarias que siguieron a los despidos. También amasaron fortunas con los tarifazos y naftazos que habilitó el gobierno, como es el caso de Pampa Energía (cuya rentabilidad aumentó 34,4%), Transportadora de Gas del Sur (+30,5%), Telecom (+25%) y Tecpetrol (+23,9%). Incluso, los pulpos alimenticios compensaron la caída del consumo con rendimientos extraordinarios en la bicicleta financiera montada por Caputo; por eso crecieron un 21,0% las utilidades de Arcor y 4% las de Mastellone.
La pauta salarial del 1% cuando la inflación se recalienta; los nuevos tarifazos y ataques a las jubilaciones inmanentes al plan fondomonetarista; y el horizonte de despidos fruto del agravamiento de la recesión industrial (por el atraso cambiario y la apertura importadora) prefiguran un sendero de más penurias para las mayorías. Por lo tanto, la lucha por paritarias libres y aumento de emergencia de salarios y jubilaciones está a la orden del día.
No obstante, la CGT y las CTA ahogan la iniciativa de los trabajadores en medidas aisladas y sin continuidad como parte de su pacto colaboracionista con el gobierno. Corresponde, entonces, construir desde las bases el camino hacia la huelga general para derrotar la ofensiva antiobrera de Milei y los capitalistas. Es la perspectiva que va a plantear el sindicalismo combativo en la movilización del 30 de abril, en una columna independiente de la burocracia sindical. Luego, colmar la Plaza de Mayo en el Día Internacional de los Trabajadores nos refuerza como clase para llevar adelante esas tareas. Fuera Milei y el FMI.

