Políticas
22/4/2025
¿Qué festeja el gobierno?
Editorial de Gabriel Solano en 14 Toneladas T2E11.

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Milei.
En los últimos días, en Argentina, ocurrió un hecho extraño porque veníamos de una crisis muy clara del gobierno de Javier Milei: teníamos una crisis económica, con una caída de las reservas del Banco Central, un crecimiento de la inflación y un incremento de la brecha cambiaria, y se había creado en el país la convicción de que el gobierno no lograba llegar a octubre con este plan económico.
Y ese hecho es importante porque el gobierno se había jugado a llegar a octubre y la evidencia de que no iba a poder hacerlo lo obligaba a maniobrar contra su voluntad en el medio de un proceso electoral. Y se llega al acuerdo con el Fondo Monetario e inmediatamente el gobierno se proclama triunfador y aparece en general un clima exitista en el país, como si todos los problemas que venían desarrollándose y todos los elementos de crisis que el gobierno venía manifestando fueron, por el acuerdo con el FMI, dejados de lado y superados, y como si tuviéramos por delante un futuro próspero, por un lado, de la economía argentina, y, por otro, del propio gobierno.
¿Esto es así? Hay un clima de euforia, que no solo está en la camarilla de gobierno sino también en los llamados mercados; en los últimos días subieron las acciones argentinas tanto en la Bolsa argentina como en la de Nueva York, se redujo bastante el riesgo país -la cotización de los títulos de deuda- y finalmente no se dio que el precio del dólar llegara a 1.400 a 1.500 pesos como muchos auspiciaban. Incluso habrá que ver qué pasa con la inflación, que llegó a un 3,7% en el mes de marzo colocando un piso muy fuerte, ya que los supermercados están anunciando que no va a haber aumentos. Es decir, se ha creado un clima transitorio de cierta normalidad que le permite al gobierno aparecer con un festejo muy llamativo después de haber tenido un principio de año muy negativo.
¿Qué es lo que hay detrás de todo esto? ¿Ha cambiado realmente la situación de fondo? ¿O lo que tenemos es una escenificación de corto plazo y veremos rápida y nuevamente los elementos de crisis sobre la mesa? Acá es importante ver lo siguiente: lo del FMI es un acuerdo muy precario por el cual el gobierno recibe reservas prestadas, no son reservas para el Banco Central genuinas, no han sido logradas o por un ingreso de capitales que viene a hacer inversiones en el país o por un incremento del comercio exterior -es decir, exportamos mucho más que lo que importamos. Si se han incrementado las reservas del Banco Central fue especialmente porque entra el préstamo del Fondo Monetario; ya ingresaron más o menos 12.500 millones de dólares.
El gobierno está jugado a bajar el precio del dólar y para hacerlo ha tomado medidas adicionales; no solo pedirle plata al FMI, sino también al Banco Mundial, al Banco Interamericano de Desarrollo, y acaba de tomar una medida que hay que seguirla con mucha atención, a saber, autorizar a que ingrese capital de corto plazo al país y que luego pueda retirarse accediendo al mercado único de cambios especulando con las diferenciales de tasas de interés que existen -lo que se suele llamar el carry trade. Es decir, ha modificado las normas del Banco Central autorizando el ingreso de corto plazo y el egreso sin cepo. ¿Qué hay detrás de esto? Estamos en abril, si sumamos seis meses tenemos mayo, junio, julio, agosto, septiembre y octubre. En octubre... ¿Qué hay? Elecciones. Es decir que el gobierno se da como política el ingreso de capital internacional de corto plazo convocándolo al país a hacer negocios con la tasa de interés alta que está pagando ahora el sistema financiero argentino para bajar el dólar y llegar a las elecciones de octubre con una inflación relativamente en calma y un tipo de cambio controlado. El gobierno tiene la expectativa de poder ganar las elecciones.
Han aparecido ahora informes de bancos internacionales muy importantes, como la banca Morgan, que dicen "no se pierdan el negocio que va a tener Argentina en los próximos meses" y llaman al capital financiero internacional a venir al país no a producir, no a invertir, sino a aprovechar este diferencial de tasa de interés. Se estima que en seis meses la ganancia que podría tener el capital financiero en dólares sería de entre el 26 y el 30%. Tengamos en cuenta que la tasa de interés anual de Estados Unidos está entre el 3 y el 4%; se trata de una diferencia enorme porque solamente en seis meses se podrían obtener beneficios en dólares del 30%. Y la banca Morgan dice “hay que ir a Argentina, aprovechemos esto que no va a durar toda la vida, llegan el mes de octubre las elecciones y ahora tenemos que ingresar”.
Es un tema interesante ver lo que pasó bajo el gobierno de Macri, porque esto marca una alerta sobre lo que puede venir en Argentina. Bajo Macri, cuando fue la corrida del año 2018, se habían invertido en diferentes instrumentos, la deuda y activos en pesos, unos 25 mil millones de dólares del exterior. Cuando cambia la situación y empieza la fuga de capitales -uno de sus principales promotores fue la propia banca Morgan, que ahora llama a venir a la Argentina- se van estos 25 mil millones de dólares, llega la devaluación monetaria y se arma un proceso inflacionario mucho más alto; y Macri, a pesar de haber ganado las elecciones de 2017, termina perdiendo las presidenciales por amplia diferencia. Ahora estamos en una situación distinta a la del 2018, cuando la mayor parte de las inversiones que había en activos en pesos no era de capital internacional, era de inversiones más locales, lo cual no quiere decir que no se puedan ir, también se pueden ir. Pero sobre el llamado al ingreso de capital internacional modificando normas del Banco Central para que puedan irse accediendo al mercado único de cambios muchos dicen “che, cuidado que esto le pasó a Macri, vinieron 25 mil millones de dólares y luego se fueron”. Y el cepo, que no se levantó para una cantidad importante de cuestiones, se levanta para el especulador internacional de corto plazo.
¿Y esto a qué va a llevar si sale bien? Acá hay dos variantes: que salga mal o que salga bien. Si sale mal, tendremos una devaluación en algunas semanas y el proceso inflacionario se va a descarrilar. Si sale bien, tendríamos un dólar a $1.000, porque Milei dijo “yo solamente voy a comprar cuando toque la parte de abajo de estas bandas”; un dólar a $1.000 significa que, con una inflación del 3,7% en el mes de marzo, que probablemente sea de más del 4% en abril y parecida en el mes de mayo, el atraso cambiario que existía se va a profundizar. Y tenemos una gran caída en los últimos meses del superávit comercial. En marzo del año 2024, el superávit comercial fue de 2.144 millones de dólares, y en marzo 2025 fue solo de 323 millones. Es decir que hay una caída brutal del superávit comercial y con un atraso cambiario mucho más fuerte podemos ir a un déficit comercial. Es decir que tendríamos ahora todas las cuentas externas del país prácticamente en rojo, con la única salvedad de que ingresa capital del exterior a aprovecharse de esta tasa de interés diferencial. Ahora, ese atraso cambiario va a llevar a una mayor cantidad de despidos, va a llevar a una destrucción de las fuerzas productivas, al reemplazo por importaciones de manufactura terminada; y esto vendrá de la mano de un choque contra los salarios, y generando una crisis al interior de una base social capitalista del gobierno, especialmente en el agro. ¿Qué dice el agro? "Yo antes tenía el dólar blend". El dólar blend significaba liquidar el 80% de la cosecha al oficial y un 20% a los dólares alternativos -que cotizaban un poco más alto. Si el dólar baja a mil va a estar por debajo del blend, con insumos que se han dolarizado y han aumentado. Entonces Milei les dice “rindan, vengan ahora a hacer su liquidación al Banco Central, porque en junio-julio volvemos a subir las retenciones del 26 al 33%”. Va a generar un choque con el capital agrario. Veremos cómo se procesa este choque; también puede haber un choque con sectores de la burguesía argentina, que vean cómo son golpeadas por las importaciones.
El gobierno le dice a los capitalistas agrarios “no sean tontos, liquiden ahora y hagan carry trade, como hace la banca Morgan”. No ganarían por la exportación, pero sí por la especulación financiera. Y le ofrece a un sector de las clases medias más pudientes del país engancharse en un proceso especulativo, diciendo “metete en un plazo fijo y lo que perdés por el salario lo recuperas, aunque sea parcialmente".
Es un proceso especulativo de muy corto plazo, que seguramente termine en una crisis poselectoral, si es que sale bien, es decir, si esto le da llegada a las elecciones; porque estructuralmente el país va ir para atrás: menos exportaciones, déficit comercial, destrucción de las fuerzas productivas, mayor desocupación y más caída del salario.
Lo que se suele llamar una readecuación de los precios relativos no es otra cosa que ese proceso donde cae el precio de la fuerza (salario) y se incrementan otros precios (en relación al salario) como el de los servicios o distintos bienes. Es clave la lucha por la reapertura de paritarias, que tiene que ser hoy el punto número uno en los reclamos del movimiento obrero. La burocracia sindical es muy pusilánime; por ejemplo, UPCN acaba de firmar un 1,5% de aumento de salario, y pide reapertura de paritarias después de haberla firmado. Y otros sindicatos están en la misma tónica.
Ya hemos visto este tipo de festejos anticipados en Argentina; lo más probable es que lo del gobierno termine con una crisis de muy corto plazo que puede dar lugar incluso a un choque interno con sectores de la clase capitalista, pero especialmente con el pueblo que va a ver cómo tiene que soportar cumplir esta promesa de grandes ganancias para el capital financiero. Este 26-30% de ganancia que va a tener el capital financiero con el carry trade va a ser a costa de los salarios que no se paguen, porque el pago de la deuda que tiene que hacer el gobierno se hará solamente con un superávit fiscal logrado a costa de menos presupuesto para salud y educación, y menos salarios.
Entonces, la única respuesta a estas contradicciones que tiene el gobierno es ir contra los trabajadores, prometiéndole a los capitalistas que va a reducir el salario, a aplicar la reforma laboral, a aplicar la reforma previsional. Entonces viene una pulseada fundamental y tenemos por delante el 1 de mayo, una fecha muy importante para nosotros. La burocracia sindical acaba de convocar una marcha el 30 de abril. Y nosotros pensamos que esa marcha, que hasta donde tenemos información no va a ser con paro -por lo menos no lo han dicho ellos públicamente hasta el momento; eso no va a ser suficiente de ningún modo para enfrentar este plan de guerra contra el pueblo y de entrega al capital financiero internacional. Nosotros tenemos que participar de esa marcha, por supuesto, no le vamos a dar la espalda, pero tenemos que hacerlo con una columna independiente que proclame la necesidad de desarrollar todas las luchas que están en curso y generar las condiciones para una huelga general, el único medio para derrotar el gobierno.
Y el 1 de mayo, desde el Partido Obrero, estamos planteando a todos los partidos del Frente de Izquierda levantar una tribuna independiente en Plaza de Mayo. No puede ser que el Frente de Izquierda renuncie el 1 de mayo a hacer un acto en la Plaza; ha sido una conquista histórica de la izquierda argentina estar presente los 1 de Mayo allí, porque el peronismo desertó hace muchísimo tiempo de los actos. Así que llamamos a los partidos del Frente de Izquierda a tomar esa bandera, a continuar lo que ha sido una conquista política y a que este 1 de mayo estemos en la Plaza con un acto del Frente de Izquierda.

