Sergio Maldonado encabezó, en un nuevo aniversario de la aparición del cuerpo de Santiago Maldonado, una concentración junto a organizaciones de derechos humanos, sindicales y fuerzas políticas de izquierda, frente al Palacio de Justicia a fin de presentar un pedido de pronto despacho a la Corte Suprema para remover de la causa al juez Gustavo Lleral e iniciar una nueva investigación sin descartar la figura de la desaparición forzosa de persona. La acción coincidió en el lugar con una movilización nacional convocada por la UEJN-Judiciales, en la cual el secretario general Julio Piumato se negó rotundamente al pedido de Sergio de poder brindar unas palabras.

Ante este cuadro compañeres de la Agrupación Bermellón Judiciales se acercaron a Sergio Maldonado y manifestaron su repudio a la actitud inapropiada de Piumato. Expresaron que la oposición a la conducción de la lista Marrón de UEJN sí apoya el reclamo de justicia por Santiago Maldonado, y lo invitaron que se acerque a la columna a de la agrupación a sacarse una foto con carteles reclamando justicia.

Pero la cosa no quedó allí, cuando Piumato terminó su larguísimo discurso y nos disponíamos a movilizar a la obra social del Poder Judicial de la Nación, la lista Marrón interrumpió con bombos y trompetas gran parte de la intervención de Sergio en la actividad que realizaba junto a otras agrupaciones.

El compañero de la Bermellón, Facundo Miño, abordó a Piumato en la movilización para pedir explicaciones ante su inapropiada actitud, y recibió como respuesta que “nosotros no mezclamos los motivos de las movilizaciones” y que “hubiesen venido a hablar antes”. En realidad, darle la palabra a Sergio hubiese hablado bien del sindicato. Optó por darle la espalda a esta lucha contra la impunidad de un crimen contra el pueblo, algo que ilustra su rol como dirigente de la UEJN integrado políticamente a la Corte Suprema y secretario de derechos humanos de la conducción entreguista de la CGT.