La Matanza: Lucas Verón, otro caso de gatillo fácil

De nuevo la policía bonaerense.

Mientras sigue cobrando fuerza el reclamo por la inmediata aparición con vida de Facundo Astudillo Castro, la misma policía bonaerense que lo subió a un patrullero, la última vez que fue visto, asesinó a sangre fría a un joven en La Matanza.

Los hechos se desenvolvieron alrededor de la 1.50 de la madrugada del viernes. Verón regresaba en moto junto a un amigo de un kiosco, tras lo cual empezaron a ser perseguidos por un patrullero de la policía bonaerense. Uno de los varios disparos efectuados alcanzó su pecho, lo que lo dejó tumbado en el suelo. Los vecinos, que salieron a la calle tras accionarse la alarma vecinal, pudieron observar al patrullero al lado de su cuerpo tendido sobre la calle, mientras el amigo que lo acompañaba gritaba que la policía les había disparado. Así fue que finalmente, y pese a los intentos de salvarlo de los médicos del hospital Simplemente Evita de González Catán, el joven que festejaba esa misma madrugada sus 18 años perdió la vida.

Los efectivos fueron desafectados por Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires, y quedaron a disposición de la justicia en espera de ser indagados bajo instrucción del fiscal Juan Pablo Tahtagian. El mismo dispuso entonces la supervisión de las cámaras de los comercios de la zona, que junto a la autopsia del cuerpo podrían ser claves en la causa. Sin embargo, la familia se encuentra ahora tratando de preservar las propias filmaciones de las cámaras, ya que, denuncian los vecinos, la propia bonaerense está amenazando al amigo de Verón para que declare que “venían de robar” (Matanza Viva, 10/7).

El asesinato de Lucas Verón suma un nuevo capítulo a los casos de gatillo fácil, abusos y violencia policial que se han intensificado en la cuarentena. La bonaerense, por su parte, viene de protagonizar un caso de gatillo fácil en Berazategui y un allanamiento erróneo en Lomas de Zamora, que acabó con la pérdida de un ojo por un balazo de goma en la cara a un menor de edad.

Pese a las intenciones de desligar las responsabilidades políticas y estatales de estos casos, que se manifiesta en separar una y otra vez únicamente a los autores materiales de los hechos, el asesinato de Lucas Verón se produce horas después de que Sergio Berni encabezara su propio acto por el 9 de Julio en La Matanza. En él, se llenó de elogios y agradecimientos a la policía bonaerense, a quienes presenta como “héroes” que “están todos los días donde surge la necesidad y el compromiso”, y respaldando la militarización de los barrios. Los resultados, sin embargo, están claramente a la vista.

Urge más que nunca ponerle punto final al régimen del gatillo fácil y la creciente y cada vez más cruda violencia policial. El reforzamiento de un cada vez más endurecido y descompuesto aparato represivo es una pata indispensable para descargar el peso de la crisis en curso sobre las espaldas de los trabajadores.

Esta tarea deberá efectuarse con el inmediato desmantelamiento del aparato represivo, el cual sólo podrá ser consumado bajo un programa propio de los explotados del país. Justicia por Lucas Verón. Kicillof y Berni son responsables.

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