Los familiares de Alberto Ledo apelan la absolución del genocida Milani

Denuncian la impunidad de quien fuera jefe del ejército con Cristina Kirchner.

Cesar Milani en el fallo de absolución

La familia de Alberto Agapito Ledo, torturado y desaparecido en Tucumán en 1976, reclamó a la Cámara Federal de Casación Penal que anule la arbitraria absolución y otorgue 6 años de prisión al ex jefe del Ejército, César Milani, quien estaba acusado de “encubrimiento en concurso ideal con falsedad ideológica” por la confección de un acta de deserción trucha que encubría la desaparición del conscripto Alberto Ledo, en 1976.

“Pese a que el genocida (César) Milani está libre y fue absuelto; los sobrevivientes y los familiares de los detenidos desaparecidos vamos a seguir construyendo memoria para que nunca más debamos sufrir el horror. Pero aún nos falta la verdad y la justicia. Sin verdad y sin justicia, la herida sigue abierta, sangrando, doliendo” reclamó Graciela Ledo, hermana del soldado riojano Alberto Ledo.

Este es el segundo juicio por delitos de lesa humanidad en el que Milani resulta absuelto, el anterior tuvo lugar en La Rioja por el secuestro y las torturas sufridas por Pedro Olivera y su hijo Ramón, durante la última dictadura militar.

Las denuncias contra César Milani, al contrario de los que repiten los kirchneristas, son de vieja data: los hechos de secuestro y tortura fueron denunciados por primera vez en 1984 ante la Comisión Provincial de Derechos Humanos de La Rioja. Aun así, fue ungido como jefe del Ejército por la entonces presidenta Cristina Kirchner, como parte de una política represiva tendiente a reintroducir a las fuerzas armadas en tareas de seguridad interior.

Este cuadro de encubrimiento explica la altivez de Milani durante el proceso judicial, quien intentó desacreditar a las víctimas e inclusive caracterizó la denuncia como parte de una campaña de “sectores neoliberales y conservadores” contra él y el gobierno kirchnerista.

Es ese mismo gobierno el que hoy continúa reforzando su orientación represiva, que necesita para imponer el ajuste acordado con el Fondo Monetario, poniendo a Sergio Berni a la cabeza del Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires, quien se dedica a encubrir a la policía y sus ilícitos.

La movilización del 24 de marzo fue una clara muestra de la impostura del kirchnerismo, que trato de transformar a la fecha en un escenario de confrontación de la interna oficial, mientras sostiene derechistas confesos al frente del aparato represivo y gobernó con genocidas al mando.

El fallo vergonzoso de absolución debe ser repudiado como una muestra del pacto de impunidad que apunta a frenar los juicios de lesa humanidad, que ya se desarrollan a cuenta gotas. Que Milani haya llegado al banquillo de los acusados, tras cuatro décadas de impunidad, es producto de la incansable lucha de los sobrevivientes, familiares y organismos de derechos humanos independientes del Estado, quienes se congregaron en una multitudinaria movilización el 24 de marzo por la memoria de los 30.000 compañeros/as detenidos desaparecidos y contra el pacto con el FMI.

Más que nunca, vamos contra la impunidad de ayer y de hoy. Juicio y castigo a todos los genocidas. Cárcel común y efectiva. Son 30.000. Fue genocidio. Apertura de los archivos. Restitución de los nietos apropiados. No al pacto con el FMI.