Masacre de Monte: una intendenta impune y de campaña con Kicillof

Dos días después de rechazar la citación a comparecer ante el Concejo Deliberante de Monte por su accionar frente a la masacre policial que se cobró la vida de cuatro jóvenes y adolescentes, la intendenta Sandra Mayol participó de la reunión de Kicillof junto al resto de los intendentes que apoyan la lista del Frente de Todos.


La citación había sido arrancada tras una movilización de los familiares de las víctimas acompañadas por los vecinos de la localidad, que irrumpieron en la sesión del Concejo del 27 de junio, obligando a reemplazar el orden del día para discutir este punto. Allí intervinieron los familiares reclamando que se interpele a la jefa comunal, lo cual terminó votándose positivamente y se fijó convocar a la intendenta para el 1 julio.


Mayol se negó a comparecer, y envió una nota al presidente del Concejo donde plantea que “un tema tan sensible no debe quedar preso de climas electorales, ni usted ni ninguno de los ediles está en condiciones de garantizar la seguridad de los presentes o de la ciudadanía”. Doble agravio a quienes luchan por justicia, porque los acusa de desvirtuar el reclamo y a la par amenaza con nuevas represiones en la medida que continúen movilizados.


Lo que está en marcha es un operativo para exculpar al municipio de toda responsabilidad en el encubrimiento que siguió a la masacre. Con la soltada de mano al Secretario de Seguridad, Claudio Martínez, Mayol pretende cortar la cadena de responsabilidades allí. Con el mismo objetivo busca interferir en la causa, razón por la cual la Municipalidad se presentaría en la Justicia para ser incorporada como particular damnificado y de esa forma tener registro de todo el proceso. Como si esto fuera poco, los vecinos de Monte denuncian como una provocación la designación de la ex policía y abogada de policías denunciados, Alejandra Cotignola, como reemplazante de Martínez en el área de seguridad.


Mientras tanto, quien acusa de manipular la lucha contra la impunidad con fines electorales, viajó a La Plata el miércoles 3 para aparecer en la foto junto a Kicillof, Magario y Massa, con el resto de los intendentes peronistas. Tras esa reunión, en un acto de cinismo descarado, el precandidato a gobernador por el Frente de Todos cuestionó que Vidal “cuando hay cuatro pibes muertos u once calcinados en una comisaría (en referencia a la masacre de la comisaría 3ra de Esteban Echeverría en 2018), durante una inundación o un corte luz, no aparece. Intenta mostrar que no es responsable”. En su denuncia, cierta, hacia el gobierno de Vidal, Kicillof se salta a propósito la responsabilidad política de los intendentes, porque tanto en Monte como en Esteba Echeverría pertenecen a su armado político y se valen de este aparato represivo para imponer el ajuste en sus comunas, mientras dejan actuar a la Bonaerense criminal. Por lo demás, Kicillof evitó cualquier declaración precisa sobre cómo se combate a la mafia policial.


Con todo esto, el movimiento de lucha, y los familiares de las víctimas que están al frente, han ido adoptando contundentes definiciones políticas. “¡Quiero que caigan todos los responsables! ¡Todos! ¡A donde vayan los iremos a buscar!” vociferó con fuerza Gladys, la mamá de Danilo, en la marcha realizada a un mes de la masacre. A su vez Mauricio, primo del mismo joven asesinado, en aquella sesión del 27 de junio, se dirigió sin pelos en la lengua a “los concejales de la alianza entre el Frente Renovador y Unidad Ciudadana por un lado, y del PRO y la UCR por el otro. No veo que recapaciten sobre la cuestión del control de las fuerzas policiales, incluso siento que las alimentan, y que hay una luz verde al actuar de la policía. El gobierno de Scioli triplicó la policía de la Provincia, el propio Massa planteaba en la última elección poner más policías en las villas, y actualmente el gobierno nacional dictó un decreto terrible después del caso del policía Chocobar” (El Furgón, 28/6).


Con esa conciencia, los familiares enfrentan el operativo de impunidad que pretende que caigan sólo los agentes directamente involucrados, para preservar tanto a Sandra Mayol como a María Eugenia Vidal. La perspectiva que adoptaron, de seguir ganando la calle y golpear al poder político, es el camino correcto.


Para enfrentar al descompuesto aparato policial, organizador del delito y verdugo de la juventud, planteamos la apertura de los libros de las comisarías y el control del accionar policial por parte de los organismos de Derechos Humanos. Solo el desmantelamiento de la maldita Policía Bonaerense permitirá desarmar a las mafias. Justicia por los pibes de Monte.