Río Tercero: familiares de Yamil denuncian hostigamiento y persecución de la policía

Fue víctima de una feroz persecución de la policía en 2018 que lo llevó a chocar y luego falleció tras 6 días de agonía. 

Días atrás el padre de Yamil, mediante una carta pública, denunció en los medios el hostigamiento y la persecución que sufre toda su familia por parte de la policía. Sucede que en noviembre de 2018, el joven perdió la vida producto de la brutal persecución por parte de las fuerzas policiales que lo llevaron a chocar contra un auto que se cruzó de carril, lo que lo dejó en un estado crítico durante seis días de agonía. Los hechos ocurrieron en Río Tercero, Córdoba.

Claudio Mazzina, padre de Yamil, aseveró que el hostigamiento y la persecución venían desde antes del brutal asesinato, incluso la familia ya había hecho denuncian previas, y posteriormente al homicidio las fuerzas policiales se ensañaron aún más con la familia: desde enviar policías enfrente de su casa a que se le burlen, pasando por plantarles una valija en la puerta de su domicilio y desplegar un desmedido operativo policial. La familia también recibió amenazas escritas en su vehículo y hasta un accidente en el cual los frenos del auto de Claudio, que previamente estaban chequeados, no funcionaron.

Además, la familia del joven de 16 años aún no puede acceder al expediente pasados casi dos años y medio del hecho. La causa está congelada y no se avanza en la investigación de lo sucedió,. Incluso una mujer, principal testigo de los hechos, directamente desapreció del mapa y nadie sabe dónde está.

El padre de Yamil denuncia en la mencionada carta: “Hemos sido amedrentados, hostigados y perseguidos sistemáticamente por la policía de la departamental Tercero Arriba con el fatal desenlace de público conocimiento. He denunciado pública y legalmente el acoso permanentemente, burlas y hostigamiento incesante de los efectivos en el Tribunal de Conducta Policial de la Provincia ya que los hechos revisten carácter mafioso dentro del contexto de homicidio y ante mi reclamo de justicia que tanto inquieta a los involucrados”.

A su vez, señala en el mismo texto que “a lo largo del tiempo en que perdura el calvario al cual nos han sometido, hago responsable de toda la situación vivida, como así también del homicidio de Yamil, en primer lugar al Estado provincial en la figura del Juez de Paz Carlos González. Al exintendente (actual funcionario del Ministerio de Educación) José María Peralta. Al actual intendente Jorge Fraresso y al secretario de gobierno Jonathan Buratti, que por supuesto cuentan con la complicidad de un grupo de personas que operan bajo influencia del poder político y económico del pueblo”.

En el escrito señalado se apunta contra las fuerzas represivas del Estado, al mencionar “a los policías Javier Belmonte Pablo Tavolini y, por último, a los miembros de la departamental Tercero Arriba”, que se encontraban de servicio la noche del 7 de noviembre de 2018 a quienes la Justicia preserva y resguarda, como así también a los uniformados que se han manifestado de una forma u otra en detrimento del orden, la paz, la verdad y la justicia legítima.

Claudio finaliza la carta sentenciando: “Nadie nos protegió, nadie preservó la vida de Yamil. Nadie investiga, nadie nos cuida. Estuvieron mis hijos en riesgo, nos mataron la flor de nuestros días. Seguimos estando en riesgo y nadie hace Nada”.

Sin dudas el caso de Yamil deja a la vista la complicidad e impunidad que rige en nuestra provincia, las fuerzas de (in)seguridad actúan con métodos asesinos y ampliamente antidemocráticos en todo sentido, mientras el poder político y judicial los ampara y promueve.

La familia de Yamil se encuentra ante un cuadro represivo alarmante a días de que se cumplan 45 años del golpe cívico eclesiástico militar, nuevamente esta fecha tendrá que ser de lucha, para exigir terminar con la impunidad de ayer y de hoy.