¿Un acto en Campo de Mayo para pedir la libertad de los genocidas?

"Los muertos vivos", se llama el nuevo grupo de represores condenados por crímenes de lesa humanidad para presionar por su impunidad.

Christian Von Wernich.


Luego de la crisis política suscitada por la visita de funcionarios del gobierno a los genocidas que están presos en el penal de Ezeiza, los represores detenidos en la Unidad 34 de Campo de Mayo condenados por secuestrar, torturar, desaparecer y asesinar a miles de personas durante la última dictadura militar, ahora envalentonados, conformaron un grupo que se llama “Los Muertos Vivos”, el cual hace lobby por su libertad y tiene presencia en redes sociales. Los genocidas meten presión para que el gobierno refrende su compromiso por garantizarles la impunidad, y plantean una demostración pública de apoyo con un acto donde ahora están alojados y en su momento funcionaba un centro clandestino de detención y torturas.

Dicho grupo está integrado por el cura Christian Von Wernich y Juan Daniel Amelong, el criminal de lesa humanidad a quien Victoria Villarruel retrató como una víctima, entre otros. En las últimas horas, enviaron una carta a militares e integrantes de las fuerzas represivas para que en septiembre se haga un gran acto en esa guarnición militar que sirva como un mensaje para la sociedad, los medios y el Poder Judicial.

Además de la visita el penal de Ezeiza, el gobierno mantiene toda una línea de provocación, como el cierre de los Centros de Memoria, el desfile del 9 de julio, el cual constituyó una intimidación represiva, y la presencia de Villarruel en Jujuy, por citar algunos ejemplos. La intención del gobierno es que las fuerzas armadas puedan volver a participar de la represión interna en la Argentina, para intentar evitar una escalada social como producto del agravamiento de las consecuencias sociales y económicas nefastas de las políticas de ajuste del gobierno.

“Por primera vez desde hace muchos años gobierna el país una fuerza que pareciera comprender acabadamente los acontecimientos que ensombrecieron a la Argentina en los años ‘70, sin embargo entendemos que se encuentre repleto de urgencias lógicas y respetables, por eso tememos nuevamente quedar postergados en el tiempo”, escribieron los genocidas apelando a la teoría de los dos demonios que tanto se esfuerzan desde el oficialismo por instalar.

Además reclaman beneficios procesales como el 2×1, valiéndose de todos los beneficios que les han concedido los gobiernos de todo tipo y color, como son la enorme cantidad de domiciliarias otorgadas, pero atentos a los diferentes reveses judiciales asestados por la movilización popular que lucha por el juicio y castigo a los responsables y contra la impunidad.

Otros que firman el texto son Mario Sandoval (exintegrante de la Policía Federal condenado a quince años de prisión por el secuestro de Hernán Abriata), Emilio Morello (condenado a perpetua por su actuación en el RIM6 de Mercedes y exdiputado del MODIN), Carlos “Indio” Castillo (condenado a perpetua por los crímenes de la CNU en La Plata), Eduardo “Curro” Ramos (represor de Santa Fe condenado a perpetua), Gonzalo “Chispa” Sánchez (represor de la Escuela de Mecánica de la Armada –ESMA– que fue extraditado desde Brasil), Ernesto Etchart (represor de Bahía Blanca que estuvo prófugo hasta 2022), Arnoldo “Chubi” López (represor de La Perla de Córdoba, condenado a prisión perpetua), Amelong (represor condenado a perpetua que hasta aportó una propiedad de su familia, La Intermedia, para que se usara como centro clandestino de detención), Fernando Otero (CNU de Mar del Plata) y Jorge Blanco, un integrante de la Policía Federal Argentina (PFA) condenado a prisión perpetua por operativos hechos en La Plata en 1977.

Además, los represores pretenden que se haga una “misa ecuménica” de las Iglesias de Argentina en la Catedral metropolitana para recordar a quienes ellos llaman los “muertos en cautiverio”. ¿Esto corresponde a todos aquellos detenidos desaparecidos que fueron torturados durante años en centros clandestinos de detención y luego asesinados? No, se refieren a los criminales de lesa humanidad que fallecieron mientras estaban en alguna modalidad de detención.

El nuevo grupo de presión para lograr la liberación de los genocidas busca que la crisis abierta con la visita a Ezeiza no haga retroceder al gobierno en esa pretensión. Es que, como fue con el 2×1, con cada juicio realizado, o los 24 de marzo de estas décadas, es en la calle donde el pueblo impuso las condenas a los represores, y donde hay que seguir la pelea hasta que el último de ellos se pudra tras las rejas.

Sumá tu firma al pronunciamiento hacia la Cámara Federal de Apelaciones contra los procesamientos al Polo Obrero
El 24 de septiembre se realizará la audiencia que tratará la apelación al procesamiento de luchadores de organizaciones piqueteras. –
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