UNQ: espacios universitarios al servicio de “la Bonaerense”

Refuerzan el aparato represivo utilizando espacios de la Universidad Nacional de Quilmes.

Semanas atrás el rector de la Universidad Nacional de Quilmes, Alejandro Villar, emitió un comunicado en el que informa que el Rectorado decidió ceder el polideportivo universitario como base operativa de la Policía Bonaerense, al mando de Sergio Berni, omitiendo el rol represivo que está jugando a nivel local y provincial, en el marco de la cuarentena.


Esta disposición es justificada con el propósito de poner las universidades públicas al servicio del “combate” contra la pandemia del Covid-19. Sin embargo, en nuestro distrito donde ya hay una muerte, 22 contagiados, más de 60 en estudio y un sistema sanitario insuficiente, es evidente que una base policial no es prioritaria frente a las necesidades sociales.


El rol de la policía en la cuarentena


La pandemia ha acentuado aún más la crisis no solo en Argentina sino alrededor del mundo. En nuestro país lo vemos claramente, con la economía paralizada y sin ningún sustento verdaderamente reparador a las familias que ya no tienen ingresos. Se profundizan los despidos (Techint 1.450) y recortes salariales como en las empresas fast food.


El reforzamiento el último tiempo de los aparatos represivos no es una casualidad, ya que son estos lo que usualmente funcionan como herramientas de coerción estatal de “ser necesario".


En este contexto se encausa la represión a los trabajadores en lucha del frigorífico Penta (planta Quilmes). Como así también el ciberpatrullaje, mediante el DNU-Bullrich, utilizado ahora por Sabina Frederic, con el cual abrieron una causa a un joven de Balcarce por una publicación en twitter.


En la misma línea tienen lugar la infinidad de casos de abuso policial en todo el país, los cuales se acentúan en el conurbano bonaerense y en CABA, y que tienen como contracara los intentos del gobierno de pintar de colores a las fuerzas armadas, llamando a agradecimientos a los "guardianes de la cuarentena". El Encuentro Memoria Verdad y Justicia se pronunció en este sentido repudiando el accionar del Estado y la policía.


Frente a la posibilidad de estallidos, el disciplinamiento social es hoja de ruta para el conjunto del Estado capitalista.


Por una universidad al servicio de la población


La decisión arbitraria del rectorado de ceder a la “maldita” bonaerense los predios de la universidad, sin pasar siquiera por el consejo directivo, representa una disposición a la represión y amedrentamiento policial.


Tampoco fue discutida con docentes, o estudiantes que hoy no accedemos a ningún tipo de instancia de debate o inclusión en la política universitaria, tampoco a partir de los centros estudiantiles que podrían convocar a asambleas virtuales como ha hecho por ejemplo el Centro de Ciencia y Tecnica de la Unsam


En Quilmes, las problemáticas sobran. Los comedores populares, en el mejor de los casos, alimentan a las familias con el equivalente a $50 diarios y el 25% de la población vive en villas o asentamientos.


Se presentaron 3 casos de abuso policial, más la represión a los trabajadores de Penta. Se evidencia que no es de primera necesidad una base policial, sino que es un recurso último para librar un amedrentamiento aun mayor a la población trabajadora.


Desde la UJS-PO proponemos que esos espacios sean utilizados para la disposición de más camas como en el resto de la universidad, con las herramientas necesarias para tratar a infectados brindadas por el gobierno nacional y provincial.


Fuera la bonaerense y las fuerzas represivas de la UNQ y de los barrios de nuestro distrito. Basta de amedrentar a las familias trabajadoras que pasan hambre durante la cuarentena.