13 años sin Luciano Arruga, la impunidad garantizada por el Estado

Luciano Arruga, tenía 16 años y vivía en Lomas del Mirador-La Matanza, barrio 12 de Octubre, cuando la maldita policía lo torturó, asesinó y desapareció. La cana quería que Luciano robara para ellos y él no aceptó.

Con las declaraciones de testigos se pudieron reconstruir los hechos. La última vez que se vio a Luciano con vida fue la noche del 31 de enero de 2009. La provincia era gobernada desde 2007 por Daniel Scioli, quien había sido hasta ese momento el vicepresidente de Néstor Kirchner. Su familia lo buscó desde el primer momento, rodeada de la solidaridad de las organizaciones políticas, sociales y de derechos humanos. Sus restos fueron hallaron en 2014.

Sólo está preso el oficial Torales, condenado en 2015 a 10 años de prisión, quien torturó a Luciano en septiembre de 2008 antes de su desaparición final.

A los otros ocho policías implicados, Carlos Stornelli, quien por ese entonces era el ministro de Seguridad de la provincia, los pasó a disponibilidad y rápidamente los reincorporó a la fuerza policial en otras jurisdicciones.

Ningún funcionario político responsable del crimen fue ni siquiera rozado por investigación alguna.

Hoy esta política está representada en el ministro Berni y defendida por Kicillof, desplegando una permanente protección a la policía mafiosa que desaparece y mata, como ocurrió bajo la pandemia con Facundo Castro y con el caso de Luciano Olivera en Miramar -por el cual hay un solo policía detenido, cuando un grupo de sus compañeros de la fuerza fueron responsables de encubrir el crimen frente a la madre de Luciano. En el gobierno macrista, ese lugar lo ocupó la ministra Bullrich, que no casualmente comparte opiniones y prácticas con el ministro de Seguridad camporista.

Necesitamos desnudar los lazos políticos de la policía mafiosa con los gobiernos que fomentan estos procedimientos y avanzar en la organización independiente de la juventud contra el gobierno, sus ajustes fondomonetaristas y sus policías mafiosas.

Justicia por Luciano Arruga y por todas las víctimas de la Bonaerense.