En este 21° aniversario del asesinato de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki por parte del gobierno de Duhalde, se dieron cita familiares, organizaciones piqueteras y políticas en la estación de Avellaneda. Como todos los años llevaron a cabo un corte en el Puente Pueyrredón, presidido por una jornada cultural y vigilia de la que fuimos parte, para reclamar justicia y cárcel para los responsables materiales e intelectuales del crimen de los compañeros.

El 26 de junio de 2002, el gobierno de Duhalde llevó a cabo una represión brutal contra el movimiento piquetero que terminó con el asesinato de Darío y Maxi y con más de 30 heridos. El costo político de esta masacre fue el fin del gobierno del “cabezón”.

Todos los gobiernos que lo sucedieron, garantizaron la impunidad de los responsables políticos: como Felipe Solá y Aníbal Fernández. Ellos no han sido juzgados por este crimen, incluso fueron premiados por los gobiernos kirchneristas con puestos estratégicos en el Estado.

Hoy en día, los gobiernos capitalistas continúan llevando adelante ese programa de represión para garantizar el ajuste como en la Jujuy de Morales.

A 21 años de la masacre de Avellaneda, por el fin de la impunidad y por la memoria de los compañeros, ¡Darío y Maxi presentes! Abajo la criminalización de la protesta social.

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