En medio de la jornada de lucha piquetera contra las bajas en los programas sociales y por lo escaso del bono de fin de año, la ministra de Desarrollo Social Victoria Tolosa Paz atacó a los piqueteros y, particularmente, al Polo Obrero manifestado que estos “no creen en la salida productiva… vía el trabajo”: una afirmación temeraria por parte de quien no entrega las herramientas, suspende los alimentos y no garantiza el acceso a trabajo genuino.

Eduardo Belliboni, del Polo Obrero, le respondió a la ministra en declaraciones desde el Puente Pueyrredón, en plena jornada piquetera, señalando que “a la ministra el Trabajo no le importa nada, simplemente nos ataca porque estamos denunciando que le saca el plato de comida a los más pobres para pagarle la deuda a los banqueros y el Fondo Monetario. Por eso dan un bono que debería darle vergüenza. Son $6.700, que es menos de lo que ella se gasta en un pan dulce. Y recortan en diciembre 20.400 planes de compañeros que trabajaron en noviembre por un salario que ahora no van a cobrar”.

Lo de la ministra es una provocación y una mentira de bajo vuelo. En primer lugar porque el trabajo registrado se encuentra prácticamente estancado desde hace año (actualmente en 12,6 millones de trabajadores), con un crecimiento molecular que no llega a compensar el crecimiento vegetativo de la población apta para trabajar. En el sector privado las cifras son más drásticas ya que el estancamiento se condice con una leve baja respecto a los indicadores de finales del 2018, llegando actualmente a alrededor de 6,2 millones de trabajadores registrados.

Es decir que este gobierno no ha generado ninguna política que impacte en la creación de trabajo genuino. Por el contrario, la aplicación de las políticas fondomonetaristas ha redundado en el sacrificio de la obra pública y en la incidencia negativa de este gobierno respecto a la creación de nuevas fuentes laborales.

“Tolosa Paz nos viene a dar lecciones sobre cómo entendemos el trabajo mientras su gobierno hundió en la miseria a millones de trabajadores y aumentó la precarización laboral y los despidos:. los 5.000 trabajadores de Garbarino, los despidos en fábricas que cerraron, el cierre de la clínica San Andrés que dejó sin trabajo a decenas de profesionales y el fracaso de los planes ‘empalme’ y ahora el ‘Puente al Trabajo’, junto con el papelón de la mesa contra el hambre que presidía la misma Tolosa Paz que pretende darnos cátedra de trabajo”, agregó Belliboni.

Las idas y vueltas con la Utep

Los dichos de la ministra fueron en relación a la negativa a abrir los programas sociales, cuando manifestó que esta restricción “enojó al Polo Obrero, que quiere más de esta transferencia de recursos y que no creen evidentemente, como si lo hace la Utep, que quiere una salida productiva a través del trabajo”.

Se trata de una infamia. Las organizaciones de la Unidad Piquetera le reclaman a la ministra que cumpla con las entregas de herramientas comprometidas en reiteradas oportunidades por el gobierno.

A su vez, este gobierno fue el primero en destratar a los trabajadores precarizados con anuncios incumplidos de conversión de programas sociales en trabajo genuino, desconociendo la labor de miles de trabajadores y trabajadoras en los comedores populares y en otras tareas fundamentales. Algo que cayó particularmente mal en las filas de la Utep donde adhieren al concepto de la “economía popular”.

Ahora la ministra dice que las herramientas vendrán a cambio de la baja de los programas sociales: una iniciativa que supera en cinismo a todo lo visto en el pasado y que plantea el intercambio (¿mercantil?) de trabajadores por herramientas y/o capital.

Miente, miente y miente

Entre otras cosas, la ministra afirmó que “el bono busca recomponer en este final del año lo que lamentablemente vía salario no recomponemos”: se refiere al salario mínimo de ajuste que el gobierno pactó con las patronales y la burocracia sindical. Al tiempo que reconoció, respecto al bono, que “claramente puede ser insuficiente lo que está haciendo el gobierno”.

También afirmó que las organizaciones de la Unidad Piquetera “reciben el cronograma de alimentos secos, la transferencia de recursos para sostener las ollas populares, el Potenciar Trabajo y el bono”. Se trata de otra provocación, cuando el gobierno lleva semanas de atraso en las entregas de alimentos, las cuales se interrumpen sistemáticamente; viene de producir 20.000 bajas en los programas sociales y apunta a unas 150.000 más, y paga un bono de hambre en dos cuotas.

La Utep, que integran las organizaciones sociales oficialistas y donde Tolosa Paz busca apoyarse, acaba de anunciar un cronograma de medidas y acciones rechazando el bono miserable. Un desplante total a una ministra que no puede justificar lo injustificable.

El malestar entre los trabajadores desocupados y precarizados es palpable ante una crisis económica que se agudiza y un gobierno que le ha declarado la guerra a los pobres, en medio de diversos beneficios para los capitalistas.

La Unidad Piquetera ha levantado desde el primer día la consigna de trabajo genuino ante la desocupación y el hambre, son los gobiernos ajustadores los que intentan desentenderse con la entrega de planes sociales, que luego atacan y ajustan en función de los reclamos patronales. incluso han presentado un proyecto para la creación de un millón de puestos de trabajo en la construcción de viviendas y en la obra pública necesaria en las barriadas obreras, sin respuesta por parte del gobierno.

La lucha contra el ajuste y la desocupación, así como contra el programa del FMI, crece en las calles y anticipa nuevas jornadas de piquetes y acciones cada vez más masivas y contundentes. Tolosa Paz no puede tapar el sol con la mano, ni la lucha con mentiras.

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