Cipolletti: la toma de 21 de septiembre frustra el desalojo represivo

La lucha por tierra y vivienda contra la represión estatal.

Desde el medio día del miércoles 14, se intentó llevar a cabo un violento y represivo desalojo en la toma 21 de septiembre en la ciudad rionegrina de Cipolletti. Un enorme operativo policial, con armas largas, escudos y cachiporras, autos y camionetas listos para actuar. Pese a la resistencia de las familias trabajadoras, las topadoras tiraron las casillas, que luego fueron prendidas fuego por la policía. El gobierno solo responde con represión ante el déficit habitacional.

Las familias, que denuncian la brutalidad del accionar represivo, frustraron el desalojo ilegal gracias a su organización y al apoyo popular que recogió en toda la provincia. Tras resistir este intento, debaten cómo prepararse ante nuevos ataques.

El gobierno local de Carlos Di Tella, del oficialismo provincial de Juntos Somo Río Negro, se ampara en la política del gobierno nacional en pos defender la especulación inmobiliaria contra el derecho a la vivienda digna para la clase trabajadora. Al igual que Alberto Fernández, la gobernadora Arabela Carreras había manifestado que las ocupaciones de tierras son un delito, cuando en la provincia se calcula que se necesitan más de 50.000 viviendas.

Desde el Partido Obrero nos solidarizamos con las familias trabajadoras que se organizan por tierra y vivienda, y llamamos a rodear de solidaridad la toma. En ese sentido está planteada como nunca la consolidación de un frente unico de lucha provincial por tierra y vivienda, en el camino que marcó el plenario provincial de lucha por tierra y vivienda realizado semanas atrás.

Responsabilizamos al Estado por la integridad de todas las familias. Abajo la criminalización y la represión. ¡Tierra para vivir! No para especulación.