Referentes del Movimiento Evita y de Somos Barrios de Pie defendieron públicamente la suspensión de 154 mil planes Potenciar Trabajo anunciada el lunes 16 por la ministra de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz.

La medida viene precedida de un intenso ataque de funcionarios y dirigentes de la oposición contra el movimiento piquetero. El último de estos ataques lo protagonizó el intendente pejotista de José C. Paz, Mario Ishii, quien acaba de decir, en el marco de declaraciones proclives al recorte de los planes sociales y de la asistencia a los comedores populares, que “hay que dejar de ser parásito y garronero”. Plantea esto en un país con un 40% de la población en situación de pobreza.

El argumento del gobierno para dar las bajas es que los afectados no se anotaron en una auditoría para la verificación de datos, extendida al 1,2 millones de inscriptos del Potenciar Trabajo. Este plan otorga un ingreso de miseria de $32.713 mensuales y exige una contraprestación laboral.

Como esta auditoría era de carácter virtual, decenas de miles de inscriptos con dificultades para acceder a internet no pudieron realizar el trámite. El gobierno se está valiendo de esta situación para llevar a cabo una poda de beneficiarios, como parte de las políticas de ajuste que reclama el Fondo Monetario Internacional.

Los afectados por la decisión oficial percibirán el 50% del monto del plan en enero y a partir de febrero dejarán de cobrarlo si no inician un trámite en una app gubernamental, según el anuncio de Tolosa Paz.

El dirigente del Movimiento Evita y secretario de Economía Social, Emilio Pérsico, defendió la decisión del gobierno, sosteniendo en declaraciones a FutuRock que “hubo mucha difusión de cómo era el sistema y las unidades ejecutoras ayudaron también para hacer el trámite”. En un sentido semejante se pronunció Daniel Menéndez, subsecretario de políticas de integración y formación, y dirigente de Barrios de Pie. En declaraciones a Radio Rivadavia, calificó como válida la resolución oficial, sin hacer ninguna mención a la política de ajuste en que se inscribe. Estas organizaciones, que tuvieron una política de colaboración con la gestión macrista de la ministra Carolina Stanley, hoy defienden la gestión de Tolosa Paz.

Mientras lleva a cabo este recorte, el gobierno premia con una condonación multimillonaria de deuda a los grandes pulpos energéticos, los verdaderos parásitos del país, que se han visto favorecidos con subsidios y tarifazos en las dos últimas décadas, sin invertir en la mejora del servicio. El gobierno tiene una doble vara para los capitalistas y para las masas empobrecidas.

El gobierno que aplica las bajas en los planes sociales es el mismo que no garantiza el derecho al trabajo genuino, el principal reclamo de las organizaciones piqueteras combativas. De este modo, condena a la miseria a grandes franjas de la población.

La Unidad Piquetera exigió en un comunicado una reunión urgente con la ministra Tolosa Paz y se declaró en estado de alerta. En caso de no tener respuestas, emprenderá medidas de fuerza. Al mismo tiempo, demanda la apertura irrestricta de los programas y el aumento en los montos del Potenciar Trabajo.