Las mentiras de Carolina Stanley

En una entrevista que dio el domingo al diario La Nación sobre las organizaciones de desocupados y precarizados, la ministra de Desarrollo Social Carolina Stanley atacó al Polo Obrero y volvió sobre una versión falsificada de las políticas de su gobierno para el área, al tiempo que lanzó nuevos ataques al derecho a la protesta.


Desintermediación


Los ataques de Stanley buscan eludir la responsabilidad oficial en el crecimiento de la pobreza, que subiría un 5% en la próxima medición como resultado de la devaluación y el acuerdo con el FMI.


Stanley sostiene que la orientación de su ministerio es “desintermediar los planes sociales” y “transparentar los programas sociales” y aseguró que “no vamos a dar planes para que las organizaciones tengan de rehén a la gente”, cuando es su gobierno, con el crecimiento de la pobreza, el responsable del desarrollo de todo tipo de “intermediaciones políticas” y tendencias punteriles. En oposición a esos manejos, las organizaciones combativas del movimiento piquetero se dan el método del funcionamiento sistemático de la asamblea barrial como forma organizativa.


El planteo de la desintermediación busca, en primer lugar, encubrir el ajuste que se ha procesado en el área: los numerosos nuevos desocupados no acceden a planes desde hace dos años; el monto de los mismos se modificó solo un 25%, contra un aumento de la canasta alimentaria que oscila el 40%; y han habido suspensiones y bajas por razones burocráticas.


Es, ante todo, una mentira. Contra el reclamo de la universalización de los planes presentado por el Polo Obrero y otras organizaciones, que supone su entrega a todos los que los requieran (organizados o no), el gobierno ha resuelto mantener el manejo discrecional de los mismos. Recientemente habilitó nuevas inscripciones a desocupados, así como dinero para cooperativas, solamente para las organizaciones del Triunvirato de San Cayetano, que las manejan de manera harto punteril. A cambio, estas dejan pasar la desvalorización de los planes y se comprometen a una línea de “tregua”, hoy celebrada por los medios oficialistas.


“Extorsión”


En anteriores declaraciones sobre el acampe piquetero del Polo Obrero, Barrios de Pie y otras organizaciones frente a su ministerio, la funcionaria reivindicó el “no haber cedido a la extorsión de estos grupos” –es decir, no satisfacer las demandas elementales de miles y miles de personas que se movilizan para no morir de hambre.


En la nueva entrevista, la ministra insiste en el asunto de la “extorsión”, una calificación de la protesta social que entronca con la profundización represiva del gobierno. La funcionaria añade que la “extorsión” respondería al “partidismo en la política social (…) es el Polo Obrero, frente a un año electoral muchos de estos actores se quieren posicionar partidariamente”. Pero la propia funcionaria reconoce en la entrevista, consultada por un aumento de 5% de la pobreza, que “lamentablemente la pobreza en la Argentina es alta” (¡!) -es decir que los motivos para movilizarse sobran.


En verdad, el electoralismo con el problema social es el que lleva adelante la propia Stanley, “candidata para acompañar a Mauricio Macri en la próxima fórmula presidencial” (ídem). Es lo que destacó el dirigente nacional del Polo Obrero, Eduardo Belliboni, en América TV, al señalar que él no será “candidato a nada en las próximas elecciones, en cambio la ministra sí está en campaña y utiliza los medios para estigmatizar los reclamos sociales que crecen por minuto”.


“Diálogo”


Stanley asevera que “el diálogo está abierto” y que “el que quiere pide una reunión con el Ministerio”. Pero para quienes no se plegaron a la tregua, lo que ha habido son palazos, gases y denuncias conspirativas. Las organizaciones en lucha del movimiento de desocupados y precarizados se hallan en estos días reclamando una reunión y la satisfacción de las demandas de trabajo genuino, reapertura y aumento de los planes y bono de fin de año.


El Polo Obrero llama a las organizaciones del Triunvirato a romper la tregua con el gobierno y a los trabajadores desocupados y precarizados en general a desenvolver un plan de lucha por estos reclamos y contra el gatillo fácil y la represión, para derrotar la política de hambre de Macri y los gobernadores y abrir camino a una reorganización social del país.


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