El planteo de la vicepresidenta Cristina Fernández, atacando a las organizaciones sociales y piqueteras, se da en el marco de una crisis de fondo del gobierno que ella junto a Alberto Fernández y a Sergio Massa, los tres integrantes del Frente de Todos, formaron hace apenas poco más de dos años.

En su discurso en Ensenada no dejó dudas: el problema “son los que marchan por la 9 de Julio” y agregó “con banderas políticas”. ¡Qué horror! ¿No, Cristina? ¡Pobres haciendo política!

Esta crisis está llevando a la Argentina a una nueva situación que se asemeja en sus datos duros al estallido social del año 2001, que terminó con el gobierno de De la Rúa y Cavallo.

El ataque se traduce en lo concreto hoy, en bajas a muchos compañeres y en incumplimientos de altas que ya estaban ingresadas.

El ministro Zabaleta sigue la línea de Cristina: hay muchos planes, dijo.

Más del 50% de la población está por debajo de la línea de pobreza y 5 millones son indigentes. La desocupación real supera los dos dígitos si se mide sin contar los planes sociales y la subocupación. Hoy, el salario mínimo está por debajo de la línea de indigencia y los planes sociales en la mitad.

El aumento imparable de los precios de los productos de primera necesidad puede llevar la inflación a tres dígitos en un año y se siguen sumando más y más trabajadores al precipicio del hambre y la pobreza.

En este marco, la expresidenta retoma una línea de apoyo a los barones del conurbano y sus punteros políticos y ataca a las organizaciones piqueteras, mayormente alineadas con la izquierda.

La reacción de la exmandataria se produce luego de que el peronismo unido, en el Frente de Todos, perdió más de 5 millones de votos en las elecciones de medio término del año pasado.

Con una enorme campaña de todo un arco político, que va desde Cristina a Milei, pasando por Bullrich, Larreta, Larroque y funcionarios de Alberto Fernández, están atacando a los movimientos sociales y piqueteros que luchamos en los barrios por la organización independiente de los trabajadores, que tenemos trabajos precarios o que directamente estamos desocupados.

La “grieta” se ha cerrado en torno de las organizaciones combativas que reunimos a cientos de miles en las calles con el método de la acción directa, el piquete, la movilización y los acampes.

Nos atacan porque luchamos contra el hambre y la pobreza que ellos provocaron.

En las asambleas populares de este jueves 7, frente a los municipios de gran parte del país, responderemos con nuestra organización y prepararemos una enorme y fuerte acción el próximo 14 de julio.

Levantando los reclamos de la Marcha Federal y todo nuestro plan de lucha: por trabajo, por salario, contra el hambre y la pobreza.

Organizamos los barrios por nuestras reivindicaciones mediante asambleas y plenarios en un funcionamiento democrático, nos autofinanciamos porque el Estado no cumple ¡ni con los alimentos! Además, tenemos talleres culturales, tareas de apoyo escolar y de recreación en medio del abandono de los gobiernos.

En los barrios se trabaja también en carpinterías, herrerías, huertas y construcción; trabajos de limpieza y desmalezamiento de nuestros barrios, tareas que no hacen los gobiernos.

La semana anterior nos volvió a poner en las calles reforzando la unidad de ocupados y desocupados, acompañando el parazo y la movilización del Sutna y de la Línea 60, en el camino de empujar y exigir a la CGT y las CTAs, que maniatan a los trabajadores y le impiden deliberar y luchar, un paro y un plan de lucha urgente que necesita la clase obrera para no ser el pato de la boda en esta crisis.

Cristina nos ataca porque quiere que vuelvan los punteros de los municipios que históricamente han sido quienes corrompieron los barrios, cercenando a los trabajadores hasta el derecho a luchar en el barrio por sus necesidades.

https://prensaobrera.com/politicas/cinco-motivos-para-movilizar-este-9-de-julio-con-el-fit-u