Olla popular contra el ajuste alimentario en CABA

Desde las 10hs, organizaciones del Frente de Lucha Piquetero concentran y realizan un piquete en el Obelisco porteño.

Las organizaciones del Frente de Lucha Piquetero, y otras organizaciones, realizan una olla popular en el Obelisco porteño, en reclamo por la provisión de alimentos a los comedores populares de CABA. Denuncian que en plena pandemia, y en medio de la segunda ola de contagios, desde el gobierno de la Ciudad recortaron la asistencia alimentaria.

Con protocolo sanitario y distanciamiento social, los y las piqueteras se ven obligados a volver a salir a las calles, en lo que es un plan de lucha, con distintas acciones e iniciativas previas, ante un reclamo impostergable, como lo es la alimentación de cientos de miles de familias obreras.

Desde los convocantes denuncian que, en una reunión reciente, la ministra de Desarrollo Social de CABA, María Migliore, indicó que desde el Ejecutivo porteño no tienen en agenda ningún plan de atención a las necesidades alimentarias y sanitarias crecientes.

Se trata de una política criminal, en una ciudad con más de un tercio de su población sumida en una situación de vulnerabilidad, ante el salto en los casos de contagios por Covid-19 y la implementación de nuevas restricciones a la circulación que, de seguro, afectarán los escasos ingresos de los cuales se valen miles de trabajadores precarizados, changarines y desocupados, sin que medie ninguna protección desde el Estado.

Las organizaciones piqueteras vienen de impulsar un corte en Av. Gral. Paz el pasado 6 de abril, con más de 8.000 manifestantes, poniendo de relieve reclamos como  la vacunación del personal esencial en los comedores populares, contra los desalojos a las familias que no pueden pagar los aumentos de los alquileres y por la provisión de insumos para la pandemia.

Manifiestan que seguirán en las calles, tomando los recaudos necesarios, hasta que tenga respuestas satisfactorias, en un cuadro de agravamiento de las condiciones de vida y con más de 350 mil personas viviendo hacinadas en villas, sin servicios elementales.