Masivo piquetazo nacional contra el hambre y la pobreza

En 20 provincias y de 100 ciudades, más de 80.000 personas reclamaron por trabajo genuino y la apertura y aumento económico de los programas sociales.

Federico Imas @ojoobrerofotografía.

Las organizaciones piqueteras protagonizaron hoy una jornada de lucha nacional, en 20 provincias y 100 ciudades del país, para reclamar por trabajo genuino, la apertura y el aumento en los montos de los programas sociales, además de otras medidas urgentes para combatir el crecimiento del hambre y la pobreza, como el abastecimiento de los comedores populares. La multitudinaria movilización central partió desde la Estación Kosteki y Santillán en Avellaneda para dirigirse, pasando por el Puente Pueyrredón, al Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, y culminar con un acto en el Obelisco.

La jornada fue masiva en todo el país, congregando entre 80 y 100 mil manifestantes de unas 50 organizaciones que participaron en los distintos puntos del territorio nacional. El carácter de esta acción de lucha estuvo dado por la continuidad del ajuste oficial, que se expresa en ingresos de indigencia y el bloqueo al acceso a la asistencia económica del Estado en el cuadro de un salto en la pobreza.

El cambio de funcionarios en la cartera de Desarrollo Social, con la salida del ministro Daniel Arroyo y el ingreso de un “hombre de los intendentes del PJ”, Juan Zabaleta, no implica ningún cambio en la política oficial. Desde las organizaciones piqueteras denuncian que se trata de una continuidad en la orientación precarizadora y hambreadora del gobierno nacional.

“Una y otra vez los ministros de Desarrollo Social dicen que vienen a transformar los planes sociales en trabajo. Qué quiere decir esto en la voz de un ministerio que sostiene la precarización laboral de lxs compañerxs que cobran programas sociales por realizar labores comunitarias y de obra pública en los municipios, y no es otra cosa que trabajo precarizado, con una remuneración que está por debajo de la mitad de salario mínimo vital y móvil”, advirtieron en un comunicado las organizaciones convocantes.

Como denunciaron desde la movilización, los programas sociales son utilizados por los intendentes para cubrir puestos de empleo municipal con trabajo precarizado, sin reconocer los derechos laborales que dicha actividad conlleva. El mismo trato que se le quiere dar a las patronales para que conviertan los Potenciar Trabajo en subsidios directos del Estado, con exenciones a las cargas y aportes patronales.

Desde la Unidad Piquetera denunciaron que el crecimiento de las demandas sociales y la movilización de los y las desocupadas está íntimamente ligado a la política de ajuste impulsada desde el gobierno nacional, con salarios e ingresos populares por debajo de la pobreza y la indigencia, la liquidación de las jubilaciones y la complicidad del Estado en la ofensiva de las patronales que ha redundado en el crecimiento de la desocupación por vía de despidos y cierres de fábricas y establecimiento laborales.

Hoy, el beneficiario de un Potenciar Trabajo cobra escasos $13.000 contra una Canasta Alimentaria de $28.414 y una Canasta Básica de $66.488. La suma aportada no alcanza ni para cubrir la mitad de los alimentos que el Estado reconoce como esenciales para la subsistencia, con el agravante que en los comercios de proximidad se pagan precios más caros que los que releva el Indec en sus estadísticas.

Esto empuja a miles de personas a asistir a los comedores populares que impulsan las organizaciones piqueteras en los barrios más pobres y carenciados, donde los alimentos son insuficientes para atender el crecimiento de la demanda, debido a que el Estado nacional y las provincias recortan las partidas alimentarias con el pretexto de la existencia de otros programas (Tarjeta Alimentar) que no solo son insuficientes sino que mantienen sus montos congelados, perdiendo valor contra la inflación de cada mes.

Esta intensa movilización de los y las desocupadas sucede días después de la movilización del Triunvirato Cayetano, la cual más allá -e incluso a pesar- de la pertenencia al gobierno y la incorporación al Estado de la dirigencia de las organizaciones sociales que la convocaron, no pudo ocultar el crecimiento de una disconformidad social por la orientación ajustadora. También expresó las tensiones al interior del propio armado oficialista.

La jornada del día de hoy levantó entre sus principales consignas la creación de trabajo genuino por medio de la obra pública y un plan de viviendas para los trabajadores sin techo, aumento inmediato del salario mínimo para que cubra la canasta básica, recomposición salarial general y reapertura de las paritarias para los trabajadores, asistencia integral para los comedores populares y basta de represión y persecución a los que luchan.