¿Por qué no están las vacunas que reclaman los piqueteros integrados al gobierno?

Sobre las declaraciones recientes de referentes del Movimiento Evita y Utep acerca de la vacunación en los comedores populares.

En los últimos días el Movimiento Evita, quizás el más importante de los grupos piqueteros integrados al gobierno, profundizó el pedido de vacunación a los trabajadores de los comedores populares. Lo propio desde la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (Utep), un sindicato que nació cooptado, donde los referentes del Evita ocupan destacados lugares.

Pero la cuestión central que urge analizar es, ¿por qué no están las vacunas que reclaman estos dirigentes piqueteros que ocupan cargos en el Estado?.

La farsa de estos referentes, que son hombres de secretarías y ministerios, es absoluta. Son ni más ni menos que funcionarios de un gobierno que es responsable directo de avanzar con el brutal ajuste que reclama el FMI y los acreedores internacionales, y que se traduce en concreto en la profundización del hambre y el derrumbe social, la pobreza del 42% y, justamente, del faltante de vacunas.

En este sentido se encuentra la confesión del jefe de gabinete, Santiago Cafiero, que reconoció abiertamente no haber comprado ocho millones de dosis para ahorrar 60 millones de dólares, ahorro que irá a parar en concepto de vencimientos de deuda a las cuentas del Fondo Monetario Internacional y los distintos acreedores.

No obstante, es preciso comprender que este “reclamo” no nace de un repollo. Al contrario, en el rol de contención que las organizaciones del Triunvirato Cayetano juegan al interior del movimiento de desocupados, toman nota de que cada vez resuena más fuerte en el conjunto de los explotados la demanda de un verdadero plan de vacunación. Vastos sectores de la clase obrera levantan cada vez más esta consigna, sobre todo los esenciales que están permanentemente expuestos al Covid-19, como lo son quienes mantienen en marcha los comedores populares.

El gobierno al que se han integrado estos “piqueteros oficialistas” es el responsable directo de toda una política de austeridad en lineamiento con el FMI. La compra de vacunas se sigue dando a cuentagotas, a pesar de que se busque instalar lo contrario. Tan solo acelerado de manera parcial en las últimas semanas por la campaña electoral, el resultado de sus escatimaciones se ven claras. Incluso hasta se ha recortado en el Presupuesto 2021 la partida destinada a la salud pública, que se refleja también en pleno pico de contagios en la absoluta saturación del sistema sanitario y el aumento de la mortalidad en consecuencia.

Por tanto, se hace absolutamente incompatible integrar un gobierno ajustador y posar contra los resultados del ajuste. No se puede estar a ambos lados del mostrador, y las vacunas no están por este motivo: porque hay un ajuste en marcha. En este sentido se reflejan los sistemáticos recortes de programas sociales y de alimentos para los comedores.

La militancia honesta del Movimiento Evita como de todas las organizaciones piqueteras que se han integrado al Estado deben reflexionar sobre los resultados de esta estrategia que ahora demuestra su incompatibilidad. El único camino para arrancar todas nuestras reivindicaciones es la lucha y la independencia política frente al Estado y sus gobiernos.

Desde el Polo Obrero movilizaremos este martes 8 por conectividad para poder estudiar en las barriadas y por la vacunación al personal de los comedores populares. También movilizaremos este viernes 11 porque los trabajadores del programa Potenciar Trabajo, otra cara de como el Estado precariza trabajadores informales, puedan acceder al derecho de cobrar un aguinaldo.