Un bono que deja afuera a la mayoría de los indigentes

La Unidad Piquetera discute acciones de lucha para que todos los que lo necesitan cobren el bono

Cola frente a sede del Anses

Después de dos meses de largado el famoso “dólar soja”, que iba a financiar un bono para la población vulnerable, el gobierno dio a conocer los requisitos para cobrarlo. Pues bien, se establecen condiciones tan restrictivas que el universo de potenciales beneficiarios se reduce a la mínima expresión. Han armado un bono a la medida del ajuste impuesto por el FMI.

Según el sitio de la Anses, “el bono está orientado a adultos sin ingresos”. No se puede tener trabajo registrado, ni siquiera como monotributista (aunque estar inscripto en el monotributo tampoco implique estrictamente estar trabajando). No se puede tener jubilaciones ni pensiones. Tampoco prestación por desempleo ni beca Progresar, ni asignación por embarazo. Tampoco estar cobrando la asignación por hijo ni ningún programa social.

Como si esto fuera poco, cruzarán el padrón con quienes son propietarios de automotores, motocicletas o inmuebles, como si la sola posesión de un inmueble asegurara una fuente de ingresos para poder subsistir. Agravando las condiciones, no podrán cobrarlo quienes estén bancarizados, incluso con billeteras virtuales, que son de amplia circulación en los barrios populares a falta de cuentas “formales”. En el caso de los jóvenes, cruzarán los datos de todo el grupo familiar.

De esta forma, de los casi 8 millones de personas que se anotaron a mitad de año para percibir un bono que ayude a paliar la inflación, casi ninguna podrá percibir el “beneficio” anunciado por el gobierno.

Las condiciones dejan afuera del cobro a gran parte de la población que no tiene para comer, puesto que una familia necesitó en septiembre 56.732 pesos para no ser indigente. Las prestaciones con las cuales se cruza el programa, como el Potenciar Trabajo, son muy inferiores a esa suma. Por ejemplo, si se sumara el cobro del Potenciar Trabajo al del bono, no se llegaría entre los dos a cubrir la necesidad de alimentación de una familia.

Además, el bono se otorgará en dos cuotas, y la primera se cobrará a partir del 15 de noviembre; es decir, casi un mes después de su anuncio, degradando aún más el monto en un cuadro de altos niveles de inflación.

Cuando se trata de la población que no tiene para comer, se restringe al mínimo el cobro de manera tal que deja afuera a millones de familias que en la actualidad están en la indigencia. El bono está adaptado a las exigencias ajuste del FMI y en línea con la nueva ministra de Desarrollo Social, Tolosa Paz, que trata de vagos a los desocupados y deja sin asistencia la enorme cantidad de familias que concurren a los comedores populares de todo el país.

Rechazamos esta nueva burla al pueblo y seguimos reclamando trabajo genuino, apertura universal a la inscripción de los programas sociales y un salario mínimo de emergencia acorde a la canasta de pobreza, hoy en 128.214 pesos. La Unidad Piquetera, por su parte, resolvió movilizar este viernes, a las 10 horas, desde el Obelisco hasta la Anses, reclamando que el bono sea para todas las familias trabajadoras que lo necesitan y se flexibilicen las restricciones que hoy dejan a trabajadores que no tienen para comer por fuera del cobro.

https://prensaobrera.com/movimiento-piquetero/18-y-19-de-noviembre-congreso-nacional-del-polo-obrero