En la misma semana en la que el ministro Massa viajó a Estados Unidos para estrechar aún más las “relaciones carnales” -es decir, para aumentar las concesiones y privilegios a las petroleras yanquis y otras multinacionales- y les regalaba a los pulpos sojeros un dólar a 200 pesos, lo que significa una transferencia de recursos 300 mil millones de pesos de los trabajadores hacia estos especuladores, se conocía el ajuste en salud, educación y obra pública de 210.000 millones de pesos. Por esta medida se dejarán de construir los jardines de infantes que miles de familias necesitan y, por si faltara más evidencia de quién paga el ajuste, se llegó al extremo inhumano del recorte en atención a las personas con discapacidad que acampan en Plaza de Mayo hace varios días.

Por esos días, desde el Ministerio de Desarrollo Social que dirige Zabaleta establecían que estudiar y trabajar resultaba incompatible para el gobierno de los Fernández y por eso le daban de baja a 40.000 pibes y pibas que tienen el Potenciar Trabajo, con el que comen, y una beca miserable 5.000 a 7.000 pesos con la que intentan solventar sus estudios. La rápida reacción del Frente de Lucha, que integra el Polo Obrero, que acampó con la juventud en el Obelisco 48 horas después del ataque y la enorme movilización que arrancó de Avellaneda el jueves 8, hicieron retroceder a los ajustadores y se reintegrarán los 40 mil programas con pago retroactivo del mes caído.

La radiografía que completa la política de este gobierno es el ataque a millones de personas que se impone mediante una inflación que nuevamente es escandalosamente alta (entre 6 y 7%), sobre todo en alimentos, y que pulveriza mes a mes los ingresos de los jubilados, asalariados y mucho más de precarizados y desocupados.

El llamado “ajuste fiscal” no es ajuste para todos. Los pibes, las personas con discapacidad, los trabajadores y jubilados son los ajustados, los grandes exportadores son privilegiados con la virtual eliminación de las famosas retenciones a la soja y por lo que ahora se ponen en la fila otros grandes capitalistas para reclamar lo mismo, con lo que se avanza con una devaluación en regla del peso.

El gobierno peronista, el gobierno del imperialismo

El gobierno peronista es hoy el gobierno del FMI -es decir, del imperialismo yanqui. El peronismo es hoy el agente de este organismo de colonización de los capitales internacionales que tienen a la Argentina como objeto de saqueo de nuestros recursos y riquezas. Massa en Estados Unidos, arrodillado ante la titular del Fondo, anuncia nuevos ataques del que no se salvan ni las personas con discapacidades. En este cuadro, las recientes visitas de la CTA y la CGT a la embajada yanqui muestran hasta qué punto llega la entrega y sometimiento nacional del gobierno y sus aliados.

Los sectores que solo se movilizan “si la tocan a Cristina” han entregado toda resistencia a esta barbarie contra el pueblo. Los paros y la huelga para defender los derechos obreros no se mencionan en los recoletos ámbitos por donde se mueve la burocracia sindical.

Las próximas semanas serán fundamentales para el movimiento popular y especialmente para el enorme reagrupamiento que es la Unidad Piquetera, que hemos construido con decenas de organizaciones. Se aproxima el fin del año, donde inevitablemente se concentran las tensiones de un año duro, de luchas profundas, con todos los métodos y medidas de la rica historia del movimiento piquetero, con algunas conquistas, como los cinco bonos adicionales que cobraron 1.200.000 beneficiarios del Potenciar Trabajo, pero que inflación mediante fueron insuficientes, con miles que ingresaron a los programas sociales en la primera mitad del año, pero con miles que quedaron afuera luego de que el gobierno los cerrara bajo siete llaves, siguiendo el consejo de Cristina que dijo que “en Argentina hay muchos planes”.

El Polo Obrero viene insistiendo al resto de Unidad Piquetera en la necesidad de un nuevo plenario nacional piquetero que discuta un llamamiento a los excluidos y precarizados, para discutir una acción común contundente y masiva en el último tramo del año, que quiebre el cierre de programas, recupere los proyectos que presentamos y no salen, que logre el aumento del monto de los Potenciar y la mejora en los alimentos para los comedores populares, que es, en definitiva, defender a nuestros compañeros del ajuste del gobierno y el FMI.