Mujer
5/6/2024
3J en San Juan: un movimiento de mujeres en alerta por sus derechos
Manifestación colectiva contra la violencia de género, en defensa del aborto legal y la defensa del trabajo.
Corresponsal.
El nuevo 3J en San Juan se enmarca no solo en la lucha por la defensa del aborto legal y la defensa del trabajo, sino también por el dolor de perder a compañeras como Erica Torres, docente chaqueña, y Mariel Jiménez en Lugano, víctimas de femicidio, o las compañeras víctimas del lesbicidio en Barracas. Mientras la violencia de género sigue cobrando vidas, las mujeres trabajadoras y desocupadas sostienen los merenderos, organizándose para brindar alimentos, abrigo y protección a quienes más lo necesitan. En un contexto de precariedad y desamparo estatal, las mujeres piqueteras se levantan contra la represión, el hambre y la falta de asistencia. Es hora de alzar la voz, exigir justicia y poner fin a la persecución y la desigualdad.
Es urgente unirse en un movimiento de mujeres y diversidades independiente de los intereses políticos que perpetúan la exclusión y el sufrimiento. Solidarizarse en defensa del aborto legal, la Educación Sexual Integral en todas las instituciones educativas, alimentación para todxs y un cese a la represión. Son demandas que resuenan en cada rincón de San Juan. Las trabajadoras y desocupadas no claudicarán hasta obtener justicia para todas las que ya no están.
Compartimos a continuación el documento leído:
Un nuevo 3J que nos encuentra en alerta. A días del nuevo aniversario de Ni Una Menos, Erica Torres, docente chaqueña, y Mariel Jimenez en Lugano, son las víctimas de femicidio. Días antes, cuatro compañeras lesbianas en Barracas.
Mientras tanto, mientras ocurre este 3J, mientras nos arrebatan a compañerxs nuestros cada día, las mujeres trabajadoras y desocupadas, sostenemos los merenderos. Calentamos la leche para lxs niñxs del barrio, debatimos sobre qué merienda podemos hacer ahora que el estado nos ha robado 5 millones de kilos de alimentos. Hacemos colecta de abrigos y juguetes porque no toleramos sentir a las infancias despojadas de su derecho a jugar. Sostenemos nuestro trabajo, y también el doméstico. Las mujeres desocupadas, nos organizamos todas las semanas, para sostener a nuestrxs niñxs en un sistema que les ha taponado cada camino para tener una vida digna y placentera. Vamos al merendero, sabiendo que vamos a encontrar a otros hijos, de otras madres, de otras amigas y compañeras, y también nos organizamos, porque como mujeres y mamás queremos que todos los niños tengan derecho a una vida placentera, no solamente los nuestros.. Nos organizamos porque la amiga del barrio, la amiga de la asamblea, sufre violencia de género, y el estado no le da ninguna solución, más que esperar pacientemente al día, sin marchar, sin protestar, sin patalear, en que la asesinen. No tenemos sostén estatal si estamos maternando solas, si el padre de nuestro hijo nos golpea, nos viola, nos violenta económicamente. Ahí, las mujeres piqueteras vamos a la Dirección de Género, a denunciarlo, a sostener que podemos hacernos cargo de nuestros niños, que sólo necesitamos protección judicial para que no nos maten, y un trabajo para no morir de hambre. Comentamos que también necesitamos información, protección, asistencia para que otra mujer, desconocida pero hermana, de otra sangre, de otra tierra, sepa sus derechos.
En otras tierras, somos las mujeres palestinas en lucha, resistimos cada día y enfrentamos la brutalidad del imperialismo en nuestros cuerpos y territorios. Lloramos a nuestros pibes, nos incomunican de nuestras familias, sostenemos la vida en medio del genocidio.
En San Juan, Orrego sólo dispone de 1 refugio, de menos de 100 camas, y ahora, ni siquiera, de una ayuda estatal que nos permita comer la quincena. A las mujeres trabajadoras y piqueteras nos allanan nuestros domicilios, vendiéndonos en la tapa de Clarín que somos quienes nos robamos la comida, y los alimentos y culpándonos de que obligamos a nuestrxs compañerxs a marchar. ¿Con qué cinismo nos acusan de semejante barbaridad, cuando somos quienes con la panza que llora del hambre, trabajamos noche y día, y educamos, y sostenemos, somos mamás, y somos amigas y hermanas y compañeras?
El estado, Milei, Patovello, Adorni. Orrego y cada cómplice del PJ-Peronismo son responsables. Necesitamos un movimiento de mujeres y diversidades que se desprenda de toda ligazón con los sectores políticos que hoy funcionan conteniendo a los sectores populares, mientras Milei avanza con la barbarie.
Basta de represión y hambre.
¡Basta de despidos!
Fin de la persecución a las organizaciones piqueteras y sociales.
Defensa del aborto legal. ESI en todo el sistema educativo.
¡Comida para los comedores ya!
Huelga general de trabajadoras y desocupadas hasta que se vayan todos.