Mujer

2/3/2023|1663

8M por las mujeres, no con el feminismo trucho de los ministerios

Se avecina un nuevo día internacional de la mujer trabajadora

Se avecina un nuevo día internacional de la mujer trabajadora y en todo el país se preparan movilizaciones con la agenda de demandas urgentes de las mujeres y diversidades, largamente postergada y, más aún, pisoteada por las “mujeres gobernando” para el FMI.

En la Ciudad de Buenos Aires, la asamblea independiente convocada por la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto -regional CABA-, resolvió que la movilización se dirija a Plaza de Mayo, marcando una clara delimitación con la movilización progubernamental que montará una parte de la burocracia sindical de la Corriente Federal kirchnerista junto al colectivo Ni Una Menos.

Nuestra movilización debe abrirse curso en varios frentes de batalla. La defensa de las mujeres y diversidades frente al ajuste del gobierno y el FMI, que ha llevado a niveles récords la feminización de la pobreza, que ha dejado que crezcan los femicidios y crímenes de odio, y que se agrave la impunidad, que reforzaron el poder de las iglesias y los antiderechos, es también -y al mismo tiempo- una batalla política contra la derecha. Los libertruchos como Milei crecen al calor de atacar nuestras demandas, buscando identificar nuestra lucha con un puñado de funcionarias que la expropiaron para llenarse los bolsillos, mientras empobrecen a la mayoría. Las posiciones de tipo fascista y negacionistas de la opresión de género que crecen hoy en amplios sectores de la población tienen este sustrato de fondo, son alimentadas por la estafa del gobierno.

La lucha contra esta derecha y en defensa de nuestras demandas, por lo tanto, no puede de ninguna manera ser una lucha común con las Tolosa Paz y las Mazzina. Quienes organizamos a lxs compañerxs de las barriadas sabemos del odio que generan entre las y los compañeros, y de la lucha cotidiana que debemos librar para no permitir que la causa por los derechos de las mujeres sea identificada con quienes gobiernan privándolas de los derechos más básicos: el agua potable, el transporte público, vivienda digna, vacante en las escuelas, trabajo con derechos y hasta el mísero ingreso del Potenciar Trabajo. Las que se llenan la boca hablando de las tareas de cuidado son las que condenan a la más brutal precarización de la vida a las familias trabajadoras.

El propio observatorio de género del Ministerio de Mujeres publicó en febrero de este año que seis de cada 10 mujeres se ubican entre los sectores más empobrecidos del país y que en promedio las mujeres ganan el 21,8% menos que sus pares varones, brecha que asciende al 34,6% en el empleo asalariado informal y al 23,9% en el registrado. ¡Que mayor confesión de que gobiernan a espaldas de las trabajadoras!

Las agrupaciones kirchneristas que marchan al Congreso quieren tapar la responsabilidad del Estado frente a esta realidad. Algunas de ellas se preparan para hacer campaña en la Ciudad por la ex ministra Gómez Alcorta, que dejó de manera vergonzante su ministerio sin un logro en su haber en favor de las mujeres, y sin romper con el Frente de Todos que nos empobrece, persigue y criminaliza. Viene bien recordar el ninguneo de Gómez Alcorta, cuando era ministra, a la mamá de Arcoiris, a quien le negó cualquier tipo de respaldo en su lucha contra el abuelo abusador -también funcionario del FdT en La Rioja. También se evitarán las denuncias a su reemplazante Mazzina, que inauguró el año 2023 con 50 femicidios hasta la fecha. Son las que hacen demagogia con una supuesta “reforma judicial feminista” que nunca pasó de ser un slogan, mientras se sigue expulsando a las mujeres víctimas del acceso a la Justicia y cuando asistimos a un segundo juicio por Lucía Pérez, en el que vuelve a predominar la responsabilización de la joven de 16 años drogada, abusada y asesinada en Mar del Plata. Ahora querrán hacer del 8 una jornada de defensa de Cristina Kirchner contra los miembros de la Corte Suprema, solo motivada por salvarse de la más escandalosa corrupción, cuando fue el peronismo el que votó a la mayoría de los jueces machistas de una institución enemiga de las mujeres y la clase obrera en todos estos años de “democracia”.

El Paro Internacional feminista que anuncia este sector oficialista es también una estafa mayúscula. Son sectores que pertenecen a la CGT y la CTA, que no han hecho un solo paro contra el gobierno ajustador, y mucho menos se le conoce ninguna acción de defensa de los derechos laborales de las mujeres, que han entregado a lo largo de décadas. El paro mentado en realidad no existe. La mayoría de las mujeres trabajadoras no podrán usar su día para salir a luchar. Apenas en algunos (muy pocos) sectores del Estado habrá quienes puedan hacer uso de ese derecho, pero solo las mujeres -fomentando la división en la lucha contra la opresión del sistema capitalista. Que insistan con la consigna de “paro feminista” es una lavada de cara que en el fondo desnaturaliza la herramienta de la clase obrera para pelear por lo suyo. Lo que corresponde es luchar por un paro efectivo de todos, los y las trabajadoras contra la violencia capitalista sobre las mujeres y diversidades.

Para enfrentar a la derecha y que vuelva a tomar potencia la lucha por las mujeres, como lo hicimos por #NiUnaMenos y con la ola verde, es necesaria la más tajante delimitación y denuncia del feminismo de los ministerios y las burocracias sindicales. La estatización del “feminismo”, su integración al Estado responsable de las violencias que sufrimos, es lo que permite a los Pichetto querer ganar popularidad atacando al lesbianismo. Contra todos ellos, por la ESI laica y por el efectivo derecho al aborto legal, por Lucía Pérez, Claudia Tupa Lotore y todas las mujeres y pibas, por Tehuel, por el salario de las trabajadoras y por las piqueteras agraviadas por todos los gobiernos en su lucha contra el hambre, ganemos este 8M masivamente las calles por las mujeres y diversidades, marchando a Plaza de Mayo y a los centros del poder político en todo el país.

https://prensaobrera.com/mujer/hay-que-echar-a-las-chetas-de-los-ministerios-necesitamos-un-consejo-autonomo-de-mujeres