Finalizaron los debates en las comisiones de Legislación General, Acción Social y Salud Pública, Legislación Penal y Mujeres y Diversidad por el proyecto de aborto legal -con expositores a favor y en contra de este derecho- y el movimiento de mujeres se prepara para una semana de lucha que pueda replicar lo vivido en 2018. Las maniobras de distracción acerca de que se iba a tratar en algún lugar de la Provincia de Buenos Aires para desmovilizar a la marea verde quedaron en eso, y finalmente todo se concentrará en Congreso: el debate, la movilización y la votación.

En este sentido, en la Cámara Baja hay al menos 20 diputados que todavía no se pronunciaron a favor o en contra, conformando el grupo de los “indecisos”; más de la mitad de estos son del oficialismo.

Se repite al menos una parte de la experiencia de junio de 2018, donde la marea verde y la lucha consecuente del movimiento de mujeres y disidencias se encargó de movilizar a casi un millón de personas y arrancar la media sanción en una Cámara de Diputados que en ese momento -al igual que ahora-, fue el escenario perfecto para la sanción de leyes antiobreras y de ataque a los trabajadores, las mujeres y la juventud.

La previa celeste

Redoblando la apuesta y mostrando su cara más reaccionaria, los sectores antiderecho se hacen presente en los debates con las exposiciones de, por ejemplo, los “curas villeros”, quienes no dudan un segundo en emprender su objetivo de regimentación de la mujer, y los sectores evangélicos con Carnival a la cabeza. La participación de las iglesias evangelistas y los sectores antiderechos en el debate por el aborto es una maniobra para hacer un «debate paritario»; sin embargo, oculta la aceptación mayoritaria que hoy tiene el aborto legal en nuestro país.

La campaña de movilización de estos sectores ya arrancó y buscará, como mínimo, que haya modificaciones en la ley y concesiones que permitan una mayor penetración del clericalismo en la salud pública y privada y la educación.

Las paradas que se vienen

Lo cierto es que no hay nada ganado aún. El kirchnerismo y las corrientes allegadas al gobierno se mantienen inmovilizadas, y las Iglesias y los sectores clericales redoblan su avanzada reaccionaria. La dirección de la Campaña, en cambio, sí se ve presionada a convocar, aunque quiera vaciar las instancias. Esta semana es clave para la marea verde, que debe estar en estado de alerta y movilización para impedir maniobras, modificaciones en el proyecto de la mano de las iglesias y dilaciones, y anotarse lo que podría ser un enorme triunfo producto de la lucha popular.

Nos esperan dos grandes jornadas: el día miércoles 9, que se dará dictamen al proyecto por la tarde y luego la gran jornada del jueves 10, que comenzará alrededor del mediodía -momento en el que arrancaría la sesión- para continuar por la noche con una vigilia hasta que se vote el viernes 11.

Vamos por el aborto legal, sin dilaciones ni restricciones clericales.

¡Sumate a la agenda verde!

 

 

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