Mujer

8/12/2022

Condenaron a prisión perpetua al femicida de Esther Mamani

Gracias a la lucha de sus familiares y compañeros del Polo Obrero.

Movilización exigiendo justicia por Esther en el Bajo Flores.

El pasado 6 de diciembre, el Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional n°28 de la Ciudad de Buenos Aires condenó a prisión perpetua a Iver Carlos Ibarra Huanca por el femicidio de Esther Mamani, quien fuera su expareja, ocurrido el 24 de enero de 2021.

El fallo es sin dudas fruto de la lucha por justicia, encabezada por los familiares y compañeros del Polo Obrero, organización de la que Esther formaba parte. Fueron casi dos años de movilización inclaudicable, donde se realizaron pintadas, actos, marchas, entre otras acciones. Y en todas ellas estuvieron presentes la denuncia al Estado, en este caso de CABA, que condena al desamparo a las mujeres pobres que sufren violencia de género, y el reclamo de construir centros integrales en cada barrio para asistir a las víctimas.

Esther había denunciado en numerosas ocasiones Ibarra Huanca, su expareja y padre de sus tres hijos, por ejercer violencia física contra ella. La única respuesta que obtuvo por parte de la Justicia fue una orden perimetral y un botón antipánico, que de nada sirvieron para impedir que él la matara. Una foto recurrente dado que existen infinidad de femicidios en los que la víctima había recurrido previamente a alguna esfera estatal a pedir ayuda y solo recibió desprotección y tratos revictimizantes.

También es moneda corriente la impunidad en cada uno de estos casos, como una forma que tiene el sistema para perpetuar la violencia contra las mujeres. Por eso, haber conquistado el juicio y castigo para el femicida de Esther es un triunfo extraordinario, que revalida la importancia de construir una poderosa organización callejera, que enfrente a todos los gobiernos ajustadores y pelee por cada una de las reivindicaciones populares.

La lucha sigue, por salario, por trabajo y por vivienda, requisitos fundamentales para salir del espiral de la violencia, y por centros integrales de la mujer en todos los barrios. Un programa antagónico al plan fondomonetarista en curso -apoyado por todo el arco patronal- que golpea especialmente a las mujeres y que debemos derrotar.

 

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