Con una destacada concurrencia del activismo, el pasado viernes 16 sesionaron de forma conjunta la asamblea Ni Una Menos Córdoba y la asamblea Transfeminista; participaron también integrantes de la asamblea disidente, Alerta Feminista; luchadoras barriales y de organizaciones piqueteras; trabajadoras estatales, entre ellas, docentes de Uepc Capital y despedidas del Paicor; compañeres originarias, ambientalistas de la cultura, del movimiento estudiantil y la juventud.

Entre lo deliberado en comisiones y en la asamblea general, se sentaron los ejes políticos de la convocatoria y del documento común que cerrará la jornada de lucha y movilización. Se definió la convocatoria a parar y marchar el viernes 8 de marzo desde Colón y Cañada a las 18 horas, con las  consignas: “8 de Marzo: Paro Internacional feminista. Juntas y juntes contra el plan de ajuste, hambre y represión de Milei y los gobernadores. La IVE y los comedores no se tocan ¡Paro general ya!”

Hubo acuerdo en que los ataques hacia el pueblo en general de Llaryora, y en particular hacia las mujeres y disidencias, con despidos, recortes salariales y tarifazos, coloca la centralidad de la denuncia al gobierno provincial junto al de Milei. En ese sentido, las docentes hicieron referencia a su agenda de lucha que incluye el no inicio de clases y el paro del 26 de febrero en defensa de las educación. Tal instancia será la antesala de una jornada que nos encontrará al conjunto de las trabajadoras en la calles.

En ese sentido, también se remarcó la necesidad de exigir a la CGT y y las CTAs el paro general, pero también, de dar la pelea por imponerlo con asambleas de base en todos los frentes laborales. Puntualizamos en que esta tarea estratégica para quebrar el plan de ajuste no solo abarca a las trabajadoras sindicalizadas, sino también a las trabajadoras informales, a las precarizadas, desocupadas, amas de casa y cabeza de familia, en tanto su condición de trabajadoras y grandes afectadas por los gobiernos y la entrega de las burocracias sindicales. Vale esta consideración para contrarrestar el planteo equivocado de que la exigencia del paro excluiría al batallón de precarizadas y desocupadas de nuestro país.

Nuestra huelga feminista, con los métodos de la clase obrera, debe unificar y poner de pie al conjunto de las mujeres y diversidades contra la violencia, el hambre y la doble opresión que recrudece sobre nuestras espaldas con la agudización de la crisis.

Asimismo, señalamos la relevancia de la lucha de las miles y miles de piqueteras por los alimentos para los comedores, por el trabajo genuino y la actualización del salario mínimo de acuerdo a la canasta básica indexado por inflación, mientras la CGT no ha hecho más que convocar a un solo paro para descomprimir, sin preparación ni plan de continuidad; y ahora se dedica a hacer colectas alimentarias en lugar de organizar al conjunto de las y los trabajadores contra el amplio abanico de derechos afectados desde que asumió Milei. La mejor forma de apoyar la lucha contra el hambre, que encarnan principalmente las mujeres de nuestro país, es incluir la agenda piquetera en todos los espacios de organización y lucha.

Todas las voces coincidieron en que por más que un tratamiento de la derogación de la IVE aparezca incierto por el momento, sería un grave error relajarse. El aborto legal es un punto clave en la agenda reaccionaria del gobierno; incluso, con las amenazas de derogación, también está preparando una instancia plebiscitaria para voltearlo si fuera necesario hacerlo por esa vía. Los amagues y recules del gobierno dan cuenta de que es consciente de lo peligroso que sería despertar a la marea verde y peor aún perder contra ella. Hay que levantar olas para volver con la marea verde, una conquista arrancada con millones en la calle solo se defenderá con esos mismos métodos.

La unidad con sectores del kirchnerismo que habían abandonado el método de la lucha callejera y ahora se suman a construir el 8 de marzo fue también un punto de debate central, partiendo de la premisa de que un frente único contra el plan de guerra de Milei y los gobernadores es una necesidad y una aspiración insoslayable del movimiento de mujeres y diversidades. En este sentido, abrazamos a las compañeras que marcharán en una columna unitaria junto a la asamblea Ni Una Menos Córdoba, no sin remarcar y trabajar en la importancia de dar a esta unidad cimientos políticos y un contenido concreto; por eso también llamamos a quienes integran la intersindical a poner en pie juntas las asambleas de base en los lugares de trabajo y exigir a las centrales sindicales el paro general. La única garantía de triunfo es con las mujeres y disidencias en las calles con independencia de los gobiernos.

Con todo, comenzamos a convocar y a elaborar un documento político que recoja la historia de lucha callejera y de independencia política de todos los gobiernos, y que constituya las bases de un 8 de marzo masivo y de lucha contra el régimen de ajuste, hambre y represión de Milei y los gobernadores ¡Paso a las mujeres trabajadoras! ¡No pasarán!

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