El pasado martes 24 de agosto, con más de un centenar de conexiones, se desarrolló la charla virtual titulada “Feminismos, política y maternidades” organizada por el Plenario de Trabajadoras (PDT) y el Partido Obrero (PO) en el FIT-U. De la iniciativa participaron Soledad Díaz, abogada miembro de la Asamblea Ni una Menos y Silvina Peirú, médica obstetra del hospital regional de Santa Rosa de Calamuchita y delegada de la Unión de Trabajadores de la Salud (UTS), ambas candidatas a diputadas por la lista Obrera y Popular 14U del PO.

La actividad fue una importante instancia de debate sobre problemáticas que atraviesan al movimiento de mujeres y diversidades sexuales y dio cuenta de que la defensa de la maternidad es un aspecto central de nuestro programa, en un cuadro donde el agravamiento de la crisis afecta principalmente a las mujeres.

Silvina Peirú hizo un exhaustivo desarrollo respecto a la violencia que se ejerce en la experiencia vital del parto. Estableció que la hospitalización del nacimiento es una práctica que tiene apenas 70 años y se relaciona con la mercantilización del cuerpo de las mujeres y el enorme negocio que impera en la salud. Comentó que en Córdoba al 70% de mujeres la someten a cesáreas cuando la OMS dice que sólo en un 15% de los casos podría ser necesario.

Además dejo asentado que la pandemia profundizó todas las vulneraciones que sufrimos las mujeres en el sistema sanitario público y privado y que las leyes de parto respetado existentes desde el año 2004 son una cáscara vacía mientras hay un sistema sanitario vaciado. Contó que muchas mujeres debieron enfrentar la burocracia del sistema para acceder a los controles prenatales y atravesaron el parto y el puerperio en soledad por las trabas impuestas en el actual contexto.

Por su parte Soledad Díaz planteó que en este cuadro es crucial la defensa de las garantías laborales de género como lo son los jardines materno/paternales, los lactarios en los lugares de trabajo, las licencias por maternidad/paternidad y por supuesto el parto respetado, lo que va de la mano de la lucha contra el vaciamiento en la salud y contra la precarización laboral y la pobreza, ya que somos las mujeres las que representamos un alto porcentaje del trabajo no registrado y somos las más empobrecidas.

También enfatizó en que el movimiento de mujeres y diversidades viene siendo protagonista central en la escena política, logrando importantes conquistas como la IVE y el cupo laboral travesti trans, pero que todavía queda un largo tramo por recorrer para terminar con la violencia, el sometimiento y la opresión que sufrimos cotidianamente, por lo que hay que seguir apelando a la fuerza de este movimiento en ascenso, a sus métodos de lucha y de independencia de los gobiernos y las iglesias para conquistar todos nuestros reclamos.

Con estas conclusiones es necesario seguir reforzando una alternativa política propia que luche contra las variantes que nos someten a la pobreza y el hambre desde hace décadas y sostienen la violencia estructural hacia nosotras. en defensa del parto respetado y las maternidades libres y por la conquista de todas nuestros reclamos vamos con la izquierda que no mira para otro lado.