Javier Milei en su primer año de gobierno ha dejado claro su incompatibilidad con la vida de los trabajadores en general, pero también ha intensificado su hostilidad contra el movimiento de mujeres y diversidades en particular, obteniendo como respuesta contundente un 1° de febrero antifascista masivo en todo el país.

La inmediatez con la que se encendieron las luces de alarma contra su discurso de odio en Davos demuestra las amplias reservas de lucha que anidan en el pueblo trabajador, pero también preconfiguran un nuevo 8 de marzo masivo como continuidad y profundización de esa respuesta en las calles.

En la coyuntura actual, la asamblea Ni Una Menos Córdoba (Anum) se encuentra deliberando con el espacio de Alerta Feminista y la intersindical de género (ambos espacios ligados al gobierno del PJ provincial y el kirchnerismo) una marcha unitaria bajo la consigna “8M: paro transfeminista, antifascista, antirracista. Contra Milei y sus cómplices paro general. Justicia por Yamila Cuello”.

Es saludable que estos espacios por segundo año consecutivo desde que asumió Milei decidan retomar las calles en esta fecha, aunque la construcción de una jornada unitaria no llegue desprovista de debates y de la batalla política por sostener los métodos con los que desde hace una década la asamblea Anum Córdoba dirige y organiza la marcha. En ese sentido, vale decidir de manera asamblearia, impulsando la deliberación y el paro en los lugares de estudio y de trabajo, y colocándola al servicio del triunfo de las luchas que protagonizan las trabajadoras de nuestra provincia.

Ahora bien, en relación con los debates, por supuesto que la omisión de una denuncia explícita a LLaryora, que rechazan férreamente los espacios de alerta y la intersindical, no implica reivindicar su gobierno; pero la negativa a conformar un bloque de las luchas en la cabecera (cuya única explicación es evitar que quede expuesta la impugnación también al gobierno del PJ en Córdoba) atenta contra el compromiso con el triunfo de esas luchas que siempre ha tenido la asamblea NUM y una violación a lo que históricamente hemos sostenido cada 8 de marzo.

La crisis y el escándalo internacional de la criptoestafa, que debería haber dado lugar a un juicio político inmediato contra Milei, en nuestro país puso al desnudo el rol ineludible de la oposición patronal, los gobiernos provinciales y la burocracia sindical cómplices y garantes de su sostenimiento. En el caso de LLaryora esto se manifiesta de forma palmaria en el hecho de que fue uno de los tres gobernadores que asistió al discurso de apertura de sesiones en el Congreso, no por respeto a las instituciones, sino porque comparte su programa de ajuste contra el pueblo. De hecho, hizo lo propio en la Legislatura provincial jactándose de haber ajustado y reducido el gasto fiscal en el último año aún más que el gobierno nacional.  

Sucede que la docencia (ampliamente integrada por trabajadoras) por estas horas está protagonizando un paro, movilización y acampe de 24 horas frente a Casa de Gobierno en rechazo a la oferta salarial miserable del Ejecutivo provincial, todo indica que esa lucha se ira profundizando. La lucha docente, con el sindicato de Uepc Capital a la cabeza, se ha convertido en el centro de gravitación de la lucha estatal y en un faro para otros cuerpos de delegados y sindicatos combativos.

No es un dato menor que los recortes en Salud, Educación, Administración Pública, afectan de manera directa al altísimo porcentaje de mujeres diversidades e infancias hundido en la pobreza en nuestra provincia. Reducir la lucha de la docencia (que nuclea cerca de 100 mil docentes en la provincia) a un plano sectorial y omitir deliberadamente su relevancia para el movimiento de mujeres, de ningún modo colabora con la unidad de las que luchan, mucho menos con la masividad y contundencia que pretendemos para la jornada.

Acá cabe un señalamiento sobre la declinación de la izquierda a defender que un bloque de luchas encabece la marcha en post de arribar a un acuerdo a como de lugar. Esta claudicación ha dado lugar al insólito planteo de definir todo el orden de la marcha por sorteo, echando a la suerte el lugar que ocuparán las luchas y a riesgo de quedar diluidas entre la burocracia sindical a la cual han superado.  

Jerarquizar las luchas en esta jornada implica pelear porque estas triunfen, y sin duda su triunfo será el mejor camino para derrotar a Milei. Ante la acusación infame de que se trata de una posición sectorial del Partido Obrero, reafirmamos nuestra posición de que el debate se destrabe en la asamblea con la intervención abierta de todos los sectores en lucha, los espacios de la intersindical y de la alerta feminista.

Asimismo, asumimos la deliberación y ponemos todos los esfuerzos por arribar a un documento común que contemple los procesos vivos de nuestra provincia, entre ellos la exigencia de justicia por Yamila Cuello, desaparecida hace 16 años víctima de las redes de trata que operan impunemente en Córdoba; la asamblea, el paro general y la movilización como nuestros métodos; y la unidad de clase de nuestro movimiento internacional contra la ofensiva ultraderechista y guerrerista mundial. Un documento unitario despojado de cualquier compromiso con quienes nos ajustan sería un gran paso adelante en la unidad y la lucha del movimiento de mujeres y diversidades de nuestra provincia, demos la pelea hasta última instancia porque así ocurra.  

¡Con todo vamos a un gran y masivo 8 de marzo a gritar fuera Milei, huelga general! ¡Paso a las trabajadoras!

Los desafíos de cara al 8M

Editorial de Juliana Cabrera en 14 Toneladas #Temporada 2 Episodio 4. -

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