Mujer

29/3/2021

Crece la organización de las mujeres en Cildáñez

Se puso en pie el Plenario de Trabajadoras (PDT) en el barrio.

Con una importante concurrencia se realizó una charla debate sobre la responsabilidad de los gobiernos ante la violencia contra las mujeres y las infancias, a cargo de la dirigente del Plenario de Trabajadoras y Partido Obrero Vanina Biasi. La iniciativa se suma a las distintas charlas, asambleas y reuniones abiertas que vienen impulsándose en las villas de la ciudad para organizarnos contra la violencia y por nuestros derechos.

El caso de M., que tuvo una reacción inmediata en las barriadas con cortes y movilizaciones, con su epicentro en Dellepiane, puso de relieve la enorme organización vecinal, así como las infancias que son violentadas y se encuentran viviendo en las calles o en condiciones de extrema precariedad. Una situación que aumenta en un contexto donde se profundiza la pobreza y que tiene como principal responsable al Estado.

En su intervención, Vanina hizo un repaso rememorando el rol de la comisaría donde ningunearon a la mamá de la nena cuando quiso realizar la denuncia, aspecto que motivó a una movilización de los vecinos/as hasta allí, comprendiendo que cuando desaparecen las pibas no se puede depositar ninguna expectativa en las instituciones estatales. “No hay nada que haga la policía que no esté ordenado por algún representante político del Estado, en este caso Santilli”, remarcó la dirigente del PDT.

Asimismo, destacó las operaciones mediáticas y políticas que vienen desarrollándose alrededor del caso. Haciendo un paralelo con los casos de Santiago Maldonado y Facundo Castro, donde los gobiernos de Cambiemos y el kirchernismo montaron un operativo para instalar que se trató de muertes por ahogamiento y no de desapariciones forzadas seguidas de asesinatos, con el caso de Maia pretenden borrar de lleno la responsabilidad del Estado respecto al padecimiento de miles de niños/as y familias que viven hambreadas y sin acceso a los servicios más básicos bajo la gestión ambos gobiernos. Tanto Sergio Berni como Diego Santilli, que posaron como héroes por haber encontrado a Maia montando un show mediático, desalojan en sus distritos a miles de familias sin techo que ocupan tierras, encubren a las fuerzas de seguridad de su responsabilidad en los femicidios, el gatillo fácil y el crimen organizado.

La operación se extiende a los medios: la noticia difundida por Viviana Canosa y replicada en varios portales periodísticos acerca de que Maia había sido abusada toda la vida, inmediatamente se viralizó en redes sociales colocando la responsabilidad en la madre y exculpando a los responsables políticos. Con total impunidad, la periodista opositora a la lucha por los derechos de las mujeres expuso la intimidad de una niña de 7 años difundiendo una supuesta historia clínica como “información exclusiva”, atacando a las organizaciones de mujeres y a quienes reciben asignaciones sociales y se gastan el dinero en adicciones.

El nivel de desprecio por parte de Canosa fue brutal con tal de justificar su posición contraria a los planes sociales miserables que dan los gobiernos para contener a la enorme masa de desocupados/as. Ni una palabra en torno a la indiferencia del Estado para combatir las adicciones del sector más empobrecido de la población, la falta de dispositivos reales de asistencia y condiciones que mejoren la calidad de vida de la población, como la generación de trabajo genuino. Al contrario, Vanina desarrolló cómo los gobiernos abaratan la fuerza laboral empujando a miles de personas a la pobreza, una tendencia que se acrecentó en el marco de la pandemia donde se perdieron miles de puestos de trabajo, comenzando por el no registrado como el de las trabajadoras de casas particulares.

Respecto de las drogas, la compañera del PDT explicó que lejos de ser un problema “doméstico” e individual, las adicciones son un elemento clave del embrutecimiento, la degradación física y psicológica de los oprimidos/as través del alcohol o del paco, el desperdicio de la cocaína que se procesa frente a las narices de las fuerzas de seguridad, con su anuencia y protección. Y como sucede con las mujeres que sufren violencia, es el mismo Estado el que luego no brinda asistencia real ante estas problemáticas. Se trata de diversas formas de disciplinamiento social que dividen a los explotado/as y apuntan a desviar a los verdaderos responsables de estos flagelos.

En este sentido, destacó también el tortuoso camino que atraviesan las mujeres para denunciar situaciones de violencia y las connivencias que existen entre el narcotráfico y el poder político, poniendo como ejemplo a las cocinas de paco que funcionan en las villas a los ojos de la prefectura y gendarmería, instituciones necesariamente partícipes de este negocio, así como del crimen organizado y las redes de trata que se manejan con total impunidad en los barrios más pobres. Remarcando la orientación de los distintos gobiernos respecto al FMI destacó que “la plata para desarrollar dispositivos que atiendan la violencia de género no está… si no hay cuando el movimiento de mujeres se levantó millones de veces con marchas masivas menos va a haber para atender el drama de las adicciones”.

Esta realidad pone de relieve la necesidad de organizarnos de manera independiente de los gobiernos por nuestros derechos, denunciando al Estado y al régimen social en su conjunto de la situación de miseria que sufre la población. Teniendo en cuenta esto y en el marco del 45 aniversario del genocidio, Vanina recordó el accionar de las dictaduras de países latinoamericanos para frenar procesos revolucionarios y resaltó la enorme movilización desarrollada el 24M con el Encuentro Memoria Verdad y Justicia, donde bajo la consigna “contra la impunidad de ayer y de hoy”, solo en la CABA asistieron 20mil compañeros/as encolumnados/as en el Polo Obrero, mostrando el crecimiento organizativo de este movimiento.

Al concluir la charla intervinieron compañeras planteando diversas problemáticas del barrio en torno a la vivienda, la falta de vacunas para quienes están a la cabeza de los comedores, la ausencia de centros integrales para quienes sufren violencia y la necesidad de luchar “para que no hayan más Maias”. Se votó participar del piquetazo del lunes 29/3 con distintos cortes en la CABA contra el ajuste de Larreta en la asistencia social y los comedores, por aumento de subsidios habitacionales, salario igual a la canasta familiar para las cuadrillas, trabajo genuino, asistencia por violencia, provisión de vacunas y conectividad para que los pibes/as puedan estudiar. En este marco, hubo una adhesión unánime apoyar la iniciativa del acto del FITU en el laboratorio Sigman por la producción de vacunas y a participar también de la movilización del miércoles con la Juventud del Polo Obrero al Ministerio de Educación de la Nación.

La conclusión común de la charla debate fue transformar la experiencia del caso de Maia en organización y lucha poniendo en pie del PDT de Cildáñez como espacio particular de las mujeres para discutir, elaborar programas reivindicativos, organizarse contra la violencia y por todos los derechos de las mujeres.