Mujer

24/11/2021

Este 25N volvimos a las calles contra la violencia hacia las mujeres

A las 16h de Congreso a Plaza de Mayo y en todo el país.

Juan Diez, Ojo Obrero Fotografía

En el marco del Día Internacional de lucha contra toda la violencia a las mujeres, volvimos a las calles y movilizamos de Congreso a Plaza de Mayo y en distintos puntos del país. La jornada se realiza todos los años en honor a la lucha de las hermanas Minerva, Patria y María Teresa Mirabal, asesinadas por orden del dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo.

La jornada fue organizada por organizaciones de mujeres y diversidades independientes de los gobiernos y de lucha. Una vez más, las grandes ausentes de la convocatoria (al igual que en el 2020) fueron las organizaciones integradas al gobierno del Frente de Todos (el kirchnerismo y peronismo en todas sus variantes) y la oposición patronal. La burocracia alineada al gobierno de las CTA tuvo su convocatoria aparte, con una deslucida concentración en Tribunales. De esta manera, evitaron denunciar las responsabilidades políticas detrás de la barbarie de la violencia y el hambre que sufrimos las mujeres y diversidades por parte del propio Estado.

Violencia, hambre y ajuste

En el último año, la situación de violencia hacia las mujeres se agravó. Según los datos del Observatorio Lucía Pérez, en lo que va del año hubo 264 femicidios y travesticidios. Ante esta situación, el Ministerio de Mujeres, Género y Diversidad no sólo que no dio respuestas, sino que mantuvo un presupuesto miserable a la baja para combatir la violencia de género. En esta jornada salimos a rechazar el ajuste y el pago al FMI, denunciando la estafa de los planes del gobierno (Acompañar, 1.000 días, Mi Pieza) para que mujeres y diversidades puedan paliar una situación de violencia y miseria. Lo que ofrece el Ministerio para las mujeres en riesgo es un subsidio de 29 mil pesos por 6 meses, no es una solución real. Reclamamos la ampliación del programa, y que se garantice el acceso a vivienda, salud, educación y trabajo.

El problema del Ministerio de Mujeres no se limita a que subejecuta el presupuesto. Sino que es una dependencia del gobierno que lleva adelante un ajuste que violenta todos nuestros derechos. Este Estado capitalista es incapaz de remover los pilares de nuestra opresión, porque necesita de ello para regimentar a toda la clase obrera. En este sentido, desde el Plenario de Trabajadoras proponemos llevar adelante un Consejo Autónomo de las Mujeres, un organismo que tenga a sus representantes electas, mediante el voto de todas las mujeres mayores de 13 años. El Consejo Autónomo nos dotaría de una autonomía política frente al Estado y presupuesto para que seamos nosotras mismas las que tomemos en nuestras manos la batalla contra la opresión y la violencia.

También denunciamos que 1 de cada 5 femicidios son cometidos por miembros de las fuerzas represivas, con armas reglamentarias. Según un informe, el 95% de los policías denunciados por violencia siguen en actividad y están impunes: no se investigan las denuncias, no se conoce proceso judicial ni causa penal que avance y siguen cumpliendo tareas actualmente. Es la misma policía que cometen el gatillo fácil contra lxs pibes en los barrios. El autoritarismo, el machismo, el sometimiento y la violencia son el pedegree ideológico con el que se educa a los uniformados en la represión y abusos contra el pueblo. Los gobiernos cambian, los titulares de los ministerios de seguridad rotan, pero las cabecillas, jefes y el personal de las fuerzas no se remueve. Los responsables políticos de este empoderamiento de las fuerzas represivas tienen nombre y apellido: son Bullrich, Berni, Milei y Espert, D’Alessandro, que agitan la “mano dura” y reprimen las movilizaciones por justicia, por Ni Una Menos y lxs pibes víctimas de gatillo fácil.

Movilizamos por la separación de la Iglesia del Estado. El rol que cumple la iglesia católica es presentar una opción de resignación ante el ajuste en marcha para las mujeres y las mayorías populares. Con la influencia en el ámbito empresarial, de salud y educación, a través de subsidios y beneficios otorgados por el Estado, la Iglesia coarta derechos como la real aplicación del aborto legal, seguro y gratuito en todo el territorio nacional y la ley de Educación Sexual Integral. Movilizamos por la imprescriptibilidad de los casos de abuso sexual y por el desmantelamiento de las redes de trata.

En esta nueva convocatoria para pelear por nuestros derechos retoma la continuidad política de las jornadas de Ni Una Menos y de la pelea por el aborto legal, porque nuestros reclamos los conseguiremos en las calles, no de la mano de ningún gobierno.

¡Basta de violencia hacia las mujeres y diversidades! ¡Fuera Manzur! El Estado y los gobiernos son responsables.