Mujer
12/11/2025
Santa Fe
Femicidios en Rafaela: la justicia mira para otro lado
El caso Melani Ponce fue caratulado como suicidio pese a múltiples indicios de violencia machista.
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Justicia por Melanie Ponce.
Mientras la ciudad atraviesa una nueva ola de femicidios, las familias denuncian impunidad y desidia judicial. Dos de los casos están a cargo del mismo fiscal, y el de Melani Ponce fue caratulado como suicidio pese a múltiples indicios de violencia machista.
El caso de María Florencia Morello: 20 años sin justicia
María Florencia Morello fue asesinada en la ciudad de Santa Fe en 2005. Tras casi dos décadas de impunidad, la causa fue recientemente reabierta. Su familia viene denunciando desde hace años las irregularidades en la investigación inicial, las pruebas perdidas y el encubrimiento sistemático de los responsables. El caso de Florencia simboliza la desidia de una justicia que no actúa mientras las familias deben sostener la lucha solas, con sus propios recursos, en busca de verdad y justicia.
Marta Culasso: una muerte que intentaron reducir a “suicidio”
Marta Estela Culasso Arbore, de 52 años, fue hallada muerta en su casa de calle Pueyrredón, con un profundo corte en el cuello. Las primeras versiones oficiales buscaron instalar la hipótesis del suicidio, pese a las evidencias de violencia. El silencio institucional fue inmediato: ni el municipio, ni el área de género, ni la justicia dieron explicaciones. Su muerte es otro ejemplo del desinterés estatal por esclarecer los crímenes que tienen a mujeres como víctimas.
Melani Ponce: una madre que denuncia la verdad
El caso de Melani Ponce, de 22 años, conmocionó a toda Rafaela. Fue encontrada muerta en su casa, y rápidamente el hecho fue caratulado como “suicidio”. Sin embargo, su familia denuncia que Melani sufría violencia por parte de su pareja.
También señalan irregularidades graves en el accionar policial y judicial: manipulación de la
escena del crimen, falta de autopsia completa y desinterés en investigar los antecedentes de
amenazas previas.
La madre de Melani Ponce, entrevistada por Rafaela Noticias, denuncia que nunca fue escuchada: “Desde el primer día supe que había cosas que estaban mal, cosas raras. Pero nadie me llamó, nadie me explicó nada del caso de Melani. Me dijeron que fue suicidio, pero no es así.” Melani fue hallada sin vida el 22 de agosto en su casa del barrio Güemes.
Su habitación tenía un boquete en la pared, por donde “cualquiera podía entrar”, según la madre. Los documentos de la joven desaparecieron: no encontraron su DNI, tarjetas ni pertenencias, y casi fue registrada como NN.
El celular de Melani fue entregado a la justicia para peritaje, pero meses después informaron
que “no podían acceder porque tenía contraseña”. En su desesperación, la madre ofreció desbloquearlo por su cuenta, pero le negaron esa posibilidad. Sabía que su hija sufría hostigamiento y violencia por parte de su exnovio, quien la perseguía, la esperaba en el trabajo y la golpeaba públicamente. “Mi hija fue golpeada, le quitaron la plata. La jefa de Melani sabía lo que pasaba y nunca la llamaron a declarar. Cuando lo pedí, me dijeron que eso no servía como evidencia”, relató.
“Nunca vi la cara del fiscal”, agregó, denunciando el abandono de las autoridades. El ex novio de Melani ya tenía denuncias previas por violencia de género de otras chicas, pero ninguna fue tenida en cuenta.
Para ingresar a la vivienda donde murió Melani, la familia tuvo que romper la pared ante la falta de acción judicial.
Un Estado al servicio de la impunidad
Los casos de Marta, Florencia y Melani revelan un entramado común: un aparato judicial sin
perspectiva de género, cómplice del encubrimiento y la impunidad. Las muertes se repiten, las pruebas desaparecen, las denuncias no se escuchan. En cada expediente se reproduce la misma violencia institucional que debería erradicarse. Pero esta impunidad no es un accidente: es el reflejo de un Estado al servicio de los poderosos, que ajusta presupuestos, desmantela áreas de género y criminaliza la pobreza
mientras deja a las mujeres expuestas a la violencia patriarcal. El sistema judicial no es “ineficiente”: es parte del mismo orden social que produce y sostiene la opresión de las mujeres.
Justicia para las tres
Exigimos justicia por María Florencia Morello, Marta Estela Culasso Arbore y Melani Ponce. Basta de encubrimientos, basta de fiscales y jueces cómplices. La única salida es la organización independiente del movimiento de mujeres, de los trabajadores y de la juventud, para enfrentar a un Estado que nos da la espalda y construir una respuesta colectiva frente a la violencia machista y la impunidad.



