El Jurado de enjuiciamiento resolvió suspender al fiscal Santiago Terán por 60 días sin goce de haberes, los que finalizarán justamente el próximo 8 de marzo, Día internacional de la mujer trabajadora.

El fiscal fue llevado a juicio por sus dichos públicos en donde instaba a las mujeres víctimas de violencia a armarse para resolver por mano propia. Una expresión que deslinda las responsabilidades del Estado que avala y fomenta la violencia sobre las mujeres como una herramienta de disciplinamiento social. Pero, lo que generó el escándalo nacional fue el ataque a la conductora Luli Trujillo en C5N, cuando le hacía una entrevista por estas declaraciones.
Terán quedó expuesto ante millones de personas de una conducta que es la acción del aparato político y judicial de siempre.

El reclamo por la destitución generó un debate en la Legislatura, donde logramos que se vote nuestro proyecto por el jury y la destitución del fiscal. Advertimos entonces que las maniobras para la impunidad se pondrían en juego. Denunciamos que el objetivo del operativo de un jury (integrado por el Tribunal Superior de Justicia, el Colegio de Abogados y los bloques del MPN y Frente de Todos) dejaba afuera hechos de violencia sobre trabajadoras judiciales, pretendía ir por el camino de la suspensión para llegar a la jubilación que se concretará en abril.

Fue en ese sentido que colaboró la ausencia del jefe de fiscales, José Gerez, en la audiencia del Jury donde realizó declaraciones que le dieron el marco a la suspensión. Es que se ponía en cuestionamiento el incumplimiento de sus deberes por sus dichos públicos, pero de ningún modo sus actos de persecución, violación de medidas de restricción de acercamiento a sus víctimas, entre otras.

La mayoría por la suspensión estuvo en manos de Alfredo Elosú Larumbe y Elizabeth García Fleiss (Tribunal Superior de Justicia); María Laura Du Plessis (diputada del MPN) por la Legislatura; Suyay Sapino y Mariana López Raggi (por el Colegio de Abogados).

Obraron como atenuantes las declaraciones de un médico psiquiatra que “diagnosticó” el cuadro del Dr. Terán como de hipomanía; que es un trastorno bipolar que antiguamente se conocía como enfermedad maníaco-depresiva, expresan los fundamentos. Es como avalar los femicidios como si se tratara de una manifestación de emoción violenta. Como un exceso individual del fiscal, en este caso, y no como una política que durante más de 20 años estaba encarnada en todas sus conductas como en la de muchas y muchos funcionarios judiciales en los cientos de casos de abandono de las víctimas o hasta de persecución o revictimización. Terán no es un “paciente” desbordado emocionalmente, que perdió los frenos inhibidores, es un actor consciente de la violencia estatal sobre las mujeres.

El fallo del tribunal ratifica la acción consciente del aparato judicial y político de proteger a su brazo ejecutor más visible de una política machista, misógina, reaccionaria, persecutoria de los derechos más elementales como la lucha. Terán es asimismo un encubridor de las responsabilidades del Estado ante el crimen de Teresa Rodríguez y un criminalizador serial de la protesta social.

En estos momentos en donde se prepara un reforzamiento represivo ante la crisis y el ajuste que se desata sobre la clase trabajadora y la juventud, que soporta el hambre y la pandemia, este fallo es una señal de la que debemos tomar nota de su significado político.

Desde el Plenario de Trabajadoras junto a las organizaciones que integramos la Multisectorial de Mujeres y diversidades, exigimos la destitución del fiscal Santiago Terán. Más que nunca es necesario encarar la tarea por conquistar un Consejo Autónomo de las Mujeres, sin injerencia del Estado, su justicia, ni las iglesias.

Con la experiencia de ola verde pasaremos por encima a estos impunes.
#NiUnaMenos
#ElEstadoEsResponsable
#DestituciónATeran