Mujer
28/6/2024
La brecha de género no solo existe sino que creció con Milei
Las mujeres trabajadoras son las más perjudicadas por los políticas del gobierno.
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Se consolida la feminización de la pobreza.
Las políticas de Javier Milei provocaron un enorme retroceso en las condiciones de vida de la población trabajadora, golpeando con más fuerza sobre las mujeres que componen dicha clase. A quienes, a su vez, el gobierno se empeña en perseguir cuando ataca desembozadamente al movimiento piquetero, donde el protagonismo femenino es indiscutible.
Por un lado, como sostienen los datos del Indec, entre el cuarto trimestre 2023 y el primer trimestre de este año, la tasa de desocupación general pasó del 5,7% al 7,7%. Ahora bien, el crecimiento más pronunciado del desempleo se produjo entre las mujeres menores de 29 años: allí el porcentaje escaló del 13,4% al 17,3%. Como vemos, las jóvenes fueron las más afectadas por la ola de despidos que desató el gobierno en las dependencias estatales y que continuaron las patronales, habituadas a descargar el peso de la recesión económica sobre las espaldas de sus trabajadores. Finalmente, los capitalistas priorizan dejar en las calle a aquellas que están en edad de gestar, para ahorrarse “costos” vinculados a las licencias por maternidad; una discriminación laboral que se agrava al calor de la crisis.
Por otra parte, las mujeres de ese rango etario siguen presentando la tasa más baja de actividad (41,1% vs. 52,3% para los varones de la misma franja etaria), la cual está compuesta por aquellas personas que tienen empleo o están buscando uno. Lo anterior revela una mayor propensión de las mujeres jóvenes a salir del mercado de trabajo remunerado para abocarse a la crianza de sus propios hijos, o bien, de sus hermanos menores durante la jornada laboral de los mapadres; lo cual constituye un factor de empobrecimiento para ellas. Aunque con un piso más alto, también es amplia la brecha entre la tasa de actividad de las mujeres y los varones de entre 30 y 64 años, las cuales, al cierre del primer trimestre 2024, fueron del 72,3% y el 90,5%, respectivamente, demostrando que la mayor carga de las tareas de cuidado de niños y ancianos sobre el género femenino no se circunscribe a un solo período vital.
Milei, lejos de intentar revertir esta situación, la agrava paralizando la obra pública, lo cual impide que se construyan dispositivos para socializar el cuidado. Sin ir más lejos, según un informe elaborado por Cepa en base a datos oficiales, la ejecución presupuestaria del Programa de Fortalecimiento Edilicio de Jardines de Infantes cayó 82,7% real durante los primeros cinco meses del año, en términos interanuales.
Que el grueso del trabajo doméstico no remunerado repose sobre las mujeres, sumado a que el retroceso salarial es mayor en las ramas más feminizadas (como por ejemplo el gremio de las trabajadoras de casas particulares o la industria textil), hizo que la brecha de género del promedio del ingreso de la ocupación principal aumentara del 25,4% al 27,4% entre el cuarto trimestre 2023 y el primer trimestre 2024, según el último informe sobre distribución del ingreso publicado por el Indec. A su turno, en los primeros tres meses del año, el ingreso medio de los varones se situó en $429.741, mientras que el de las mujeres fue de apenas $197.467. El presidente no solo niega la existencia de esta desigualdad, sino que se ocupó de profundizarla desde que asumió con sus medidas inflacionarias y techos salariales.
Así las cosas, las mujeres componen el 62,5% del decil más pobre de la población, lo que se conoce como feminización de la pobreza. A su vez, dentro del decil de menor poder adquisitivo, las jubilaciones y la ayuda social representan el 46,5% del ingreso de las mujeres y el 35,4% del de los varones, con lo cual, las primeras son las más perjudicadas por el feroz ajuste que lleva adelante el gobierno sobre esas partidas. Según la Oficina de Presupuesto del Congreso, el presupuesto ejecutado en jubilaciones y pensiones cayó 25,8% real durante los primeros cinco meses del 2024, respecto al mismo período del año anterior. El retroceso fue del 54,9% en el caso de los ex Potenciar Trabajo y del 15,8% en la asistencia alimentaria.
El gobierno que condena al desempleo a las mujeres trabajadoras y hunde sus ingresos es el mismo que luego las persigue cuando estas se organizan colectivamente para salir adelante. Muestra de ello es la campaña furibunda de injurias y criminalización que monta sobre el movimiento piquetero, donde las mujeres han sido históricamente una mayoría dentro de sus filas. Son las que sostienen las ollas populares para paliar el hambre que arrecia en los barrios y las primeras en ganar las calles por las necesidades más acuciantes. Los derechistas que nos gobiernan ven en esa construcción comunitaria una amenaza para sus planes reaccionarios y por eso apuestan a desmembrarla.
Esta ofensiva sobre el pueblo trabajador en general y el colectivo femenino en particular solo puede ser derrotada a partir de una lucha a fondo y en unidad entre varones y mujeres de la clase obrera, tanto ocupada como desocupada. Vamos por eso.