Mujer

7/10/2021

Mavys Álvarez: el “regalo” de Fidel Castro a Maradona

Se presentará como querellante en la causa por delito de trata de personas.

Mavys Álvarez, dio a conocer que se presentará como querellante en la causa por delito de trata de personas que involucra al entorno de Diego Maradona y que debiera involucrar también a los funcionarios del Estado cubano y del Estado argentino que permitieron el tránsito de una menor en el año 2001. Su relato es estremecedor: fue captada en su pueblo por el asistente de Maradona, Ferro Vieira, vivió en la “Casa 2” del complejo exclusivo que la burocracia castrista tiene en La Habana, Fidel Castro dio el aval para que fuera trasladada a Argentina y ese aval se tradujo en la tramitación de un pasaporte en 24 horas.

La denuncia en nuestro país fue presentada por una persona poco conocida con algunas denuncias previas hechas contra otros personajes reconocidos, Fernando Míguez, de la ONG Fundación por la Paz y El Cambio Climático, ante la Protex, tras evaluar que el traslado de Álvarez a Argentina en el 2001 por parte del fallecido futbolista consistió en un caso de trata, puesto que se trataba de una menor de edad que a su vez afirmó haber estado privada de la libertad durante su estadía en Buenos Aires. Un entramado delictivo que involucra a los Estados cubano y argentino y al empresariado vinculado al negocio del fútbol y hotelero.

El expediente ahora se halla en Comodoro Py, en manos del juez Julián Ercolini y entre los acusados se encuentran Guillermo Coppola, Mariano Israelit, Omar Suárez y Carlos Ferro Vieira, quienes acompañaron a Maradona en su ida a Cuba. Todos ellos fueron cómplices de la captación de la joven cubana cuando era menor de edad para que fuera sometida sexualmente por el ídolo del fútbol, quien además ejercía violencia física sobre ella y la introdujo en el consumo de sustancias. En su testimonio, la víctima agrega que Maradona le impedía ver a su madre y la forzó a abandonar la escuela. Todos elementos que describen el carácter abusivo de dicha relación.

La gravedad del cuadro se acentúa luego de las últimas declaraciones de Mavys Álvarez denunciando que cuando viajó a Buenos Aires en el 2001, a instancias de Maradona, permaneció privada de su libertad durante dos meses y medio, encerrada en habitaciones de hoteles y en un departamento, y fue obligada por el futbolista a realizarse una cirugía estética siendo menor de edad. El autor de dicha cirugía habría sido el Dr. Juan Carlos Pintos Barbieri, un cirujano vinculado a los “famosos”. Lo anterior permite concluir que se trató de un delito de trata de personas, que, como no podía ser de otra manera, contó con la anuencia del poder político y de los empresarios involucrados (del fútbol, hoteleros, de la medicina privada, etc.). Esta connivencia se repite en cada uno de los casos donde está presente la esclavitud sexual, negociado que mueve millones en todo el mundo, muchas veces destinado a satisfacer los “caprichos de los ricos” a costa del sinnúmero de vejaciones que se ven obligadas a padecer las mujeres y niñas víctimas de la trata.

Sus denuncias fueron objeto de críticas y de silencios cómplices con los hechos de abuso que denuncia Mavys Alvarez. El periodista kirchnerista Brancatelli la “acusó” de buscar dinero y la colocó como sospechosa a ella por haber denunciado recién cuando Diego y Fidel ya estaban muertos. El comentario no mereció ni la cuarta parte del repudio que generaron, las expresiones misóginas de Fernando Iglesias contra, por ejemplo, Florencia Peña. En las redes hay un sector que usa el feminismo solo para ajustar cuentas políticas que les son convenientes y no para defender a las mujeres de la opresión, la violencia y la mercantilización de sus cuerpos.

Otros tribuneros mediocres aprovechan en estos días su efímera repercusión para mostrar su adhesión al periodismo gusano de Miami que usa esta causa para debilitar por derecha a la burocracia castrista. EE. UU. es el centro de recepción de mujeres vulnerables de diferentes partes del mundo para ser parte de industria pornográfica y de la explotación sexual, los defensores de su régimen político no pueden escandalizarse con Fidel Castro sin mentir y ocultar la deriva que sus propias políticas tienen en su país. Son los empresarios norteamericanos los que “disfrutan” de las mieles de la prostitución forzada que la burocracia castrista ofrece en las zonas turísticas de La Habana.

Burocracia castrista

Transcurría el año 2000 cuando Mavys Álvarez, con apenas 16 años de edad, fue interceptada en las calles de Varadero por un colaborador de Maradona quien le propuso conocer al futbolista. Si bien la legislación cubana no considera abuso mantener un vínculo sexual con una persona mayor de 12 años, lo cierto es que la asimetría generacional y de poder era evidente, además de las múltiples violencias denunciadas. Tamaña vulneración de derechos contó en todo momento con el aval del gobierno cubano; quien le proporcionó un vergel de privilegios a Maradona por tratarse de un propagandista estrella de su régimen político. El propio Fidel Castro autorizó que la joven a sus 17 años saliera de la isla para ingresar a Argentina a pedido del deportista, donde prosiguió la impunidad ya que el arribo al país de una extranjera menor de edad se llevó a cabo con el visto bueno de los funcionarios de Migraciones bajo el gobierno de De la Rúa.

A todas luces, un Jefe de Estado entregando a una adolescente para que sea utilizada como objeto de placer por parte de un adulto poderoso. Un retrato de la descomposición que recorre a la burocracia castrista y del lugar que ocupan las mujeres y diversidades en su deriva restauracionista, donde la casta dirigente ha abandonado todos los principios emancipatorios que dieron lugar a la Revolución Cubana. Finalmente, la mercantilización de los cuerpos feminizados es un rasgo distintivo del capital en su costado más deshumanizante, y, tal como definió Vanina Biasi (candidata del FIT-U) en su cuenta de Twitter, “cuando esto es ejecutado por un gobierno surgido de una revolución es traición a los principios de cambio social que perseguimos”. A su vez, señaló “que la derecha gusana use esto es lógico y no debe distraernos del objetivo fundamental de no admitir esto en el campo de la revolución”.

Lo anterior forma parte de los motivos que impulsaron las recientes movilizaciones de “patria y vida” en el territorio cubano, dentro de los que se oponen al gobierno partiendo de la defensa de la revolución. Sucede que el retroceso en las condiciones de vida del pueblo cubano, fruto del bloqueo impuesto por el imperialismo yanqui y las medidas restauracionistas de la burocracia, afecta particularmente a las mujeres y las diversidades. Sin ir más lejos, el déficit habitacional que existe en el país, que en 2018 se contabilizaba en 929.695 viviendas, actúa como impedimento para que víctimas de violencia doméstica logren liberarse de su agresor. Por otra parte, la miseria salarial empuja a cientos de mujeres y personas trans a ejercer la prostitución dentro del circuito del “turismo sexual”, muy extendido en Cuba a partir de los años noventa. A su vez, la exclusión del matrimonio igualitario de la nueva Constitución, así como la negativa a eliminar del Código de Familia el matrimonio infantil y adolescente conforman pautas sumamente reaccionarias vigentes en la legislación cubana. Asimismo, la figura de femicidio no se encuentra tipificada dentro del Código Penal de Cuba ni existen registros oficiales que cuantifiquen la magnitud del fenómeno.

Con todo, exigimos justicia para Mavys Álvarez y castigo a los responsables. Al mismo tiempo, es preciso reforzar la premisa de que, como indica Vanina Biasi en su cuenta Twitter, “sin emancipación de las mujeres no hay emancipación de la clase trabajadora”.