Mujer

21/2/2021

CORDOBA

Nos presentamos como querellantes en la causa por el femicidio de Emilse Gajes

Abogada. Plenario de Trabajadoras Córdoba

Este viernes 19 de febrero junto a Graciela Colarte, mamá de Emilse Gajes, y también junto a sus hermanas, nos presentamos como querellantes en la causa que investiga el femicidio de nuestra compañera del Polo Obrero.

Unas horas después de la presentación del fiscal de instrucción José Bringas, este se inhibió de intervenir en la causa y el expediente se derivó por sorteo a la Fiscalía de Instrucción del Distrito 1, Turno 4 a cargo del fiscal Rubén M. Caro. La nueva fiscalía interviniente decretó de inmediato la participación de la familia como querellante particular y ordenó la realización de la autopsia solicitada, la cual tuvo lugar este mismo viernes por la tarde.

En cambio, no se hizo lugar al pedido de detención del principal sospechado como autor del femicidio, alegando el estado incipiente de la investigación y por no haberse dispuesto aún su imputación.

La muerte de Emilse fue calificada como “muerte de etiología dudosa”. Sin embargo, apenas ocurrido el hecho los medios de comunicación instalaron la hipótesis del suicidio, citando como fuente de la información a la propia justicia.

El cuerpo de Emilse fue encontrado el miércoles 17 de febrero por el encargado de la playa de estacionamiento del Hospital Misericordia en un sitio baldío a metros de la casa en la que convivía con su agresor. Declaraciones de una vecina de la zona ante los medios infieren que, durante la madrugada de ese mismo día, Fabricio Acuña había estado golpeando brutalmente a Emilse, para luego llevarla a rastras al lugar donde finalmente se la encontró muerta.

Esa información no solo alcanzaría para desechar la teoría del suicidio que la justicia hizo trascender públicamente, sino también para ordenar desde el inicio la detención preventiva e imputación de Acuña.

Emilse era una joven de 25 años, mamá de un bebé de 11 meses, había comenzado los estudios para ser enfermera, es decir tenia proyectos de vida a futuro, y no existían indicios de que tuviera la intención de terminar con su vida, menos aún de esa manera. En virtud de esto, su muerte lejos de un suicidio debió analizarse en el marco de la relación que tenía con Acuña, en la que durante nueve años sufrió violencia de género.

La violencia que sufría era de público conocimiento y consta en cuatro denuncias radicadas en el Juzgado de Violencia Familiar cuyos expedientes deberán ser incorporados a la causa. Incluso, en febrero de 2020, Acuña había sido detenido alrededor de treinta días porque los médicos de la Maternidad Provincial denunciaron las lesiones en el cuerpo de Emilse mientras estaba embarazada de su hijo. Por ese entonces Acuña se postulaba para ingresar a la policía y fue rechazado debido a esa denuncia.

Como suele ocurrir en los círculos de violencia en que las víctimas no pueden romper con los agresores, desde hace algún tiempo Emilse había vuelto a convivir con Acuña; nadie garantizó que cumpliera la restricción de acercamiento, ni el seguimiento de las condiciones en que se encontraba.

Nada de esto fue analizado. Por el contrario, durante las primeras horas claves para la realización de la autopsia y para recolectar elementos probatorios, no se llevó adelante ninguna de estas medidas de oficio y la justicia se dedicó a emitir falsas hipótesis. A todas luces las versiones de suicidio, que la misma justicia hizo trascender, buscaron desechar sin prueba alguna la hipótesis del femicidio para encubrir su propia responsabilidad ante las múltiples denuncias en las que no actuó y abandonó.

Somos conscientes de que la constitución en querellantes y el seguimiento de la causa ante los tribunales es solo una parte de la lucha por justicia por Emilse. La otra parte imprescindible para lograrla está en las calles. El intrincado andamiaje judicial que encubre violentos y femicidas es también solo una parte de un Estado y todo un régimen que se nutre del sometimiento de las mujeres como forma de dominación general. A eso nos enfrentamos. Junto a las aguerridas compañeras del Polo Obrero emprendemos la lucha y una campaña por justicia por nuestra compañera Emilse. Este lunes 22 de febrero ganaremos masivamente las calles de Córdoba con este reclamo.