Mujer

22/4/2022

Sin fueros, Alperovich enfrenta juicio por abuso sexual a su sobrina

Primer audiencia del juicio.

José Alperovich

El exsenador nacional y exgobernador de Tucumán José Alperovich declaró hoy en forma virtual por primera vez en la causa en la que está imputado por abuso sexual hacia su sobrina, entre 2017 y 2019, en la Ciudad de Buenos Aires, y negó responsabilidad en esos hechos con total impunidad. La audiencia, según precisó la agencia Télam, duró alrededor de una hora y media. En ella, Alperovich negó los hechos que se le imputan, vinculados al abuso sexual de su sobrina y se negó a responder preguntas. El juez Osvaldo Rappa, a cargo del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional 35, donde se tramita la causa, deberá resolver en el plazo de diez días la situación procesal del exgobernador tucumano.

Alperovich llegó a la cámara alta en las filas del Frente de Todos, que desde hace dos años recurrió al mecanismo de la licencia para utilizar los fueros y no afrontar la denuncia. El 10 de diciembre del 2021 finalizó su mandato, con lo cual, se le terminaron los fueros parlamentarios que garantizaban pueda seguir esquivando responder ante sus crímenes.

La denunciante hizo conocer el caso en 2019, contando a través de una carta pública las humillaciones y violencias que recibió la denunciante, con el silencio y complicidad del círculo íntimo del Senador, desde diciembre de 2017 hasta mayo de ese año. Relata el infierno que pasó trabajando para él, los reiterados abusos y la necesidad de contarlo, para exigir justicia y sanar, tomando como referencia el movimiento de #MiraCómoNosPonemos, encabezado por Actrices Argentinas y Thelma Fardin en su denuncia contra Juan Darthes.

Luego de enormes dilataciones y peloteo para cambios de jurisdicción, se resolvió en mayo del 2019 que Alperovich sea juzgado en Buenos Aires. Había sido denunciada la connivencia de la justicia tucumana en otras oportunidades con el ex mandatorio, por lo que un cambio de jurisdicción se veía con buenos ojos para garantizar un proceso limpio. Sin embargo, no tenemos ningún tipo de esperanzas tampoco en la justicia porteña, tan garante de impunidad como su par norteña.

No es el primer caso en el que Alperovich se ve involucrado. El más fuerte sin duda es la denuncia por encubrimiento del asesinato de Paulina Lebbos, por el que fueron condenados exfuncionarios de su gobernación y por el cual él está siendo investigado. La pena cayó en septiembre de 2021 sobre Eduardo Di Lella, exsecretario de Seguridad; Hugo Sánchez, exjefe de la Policía provincial; Nicolás Barrera, exsubjefe de Policía; Héctor Brito, exjefe de la Unidad Regional Norte y Hugo Rodríguez, exoficial de la policía. También está imputado, en este caso por el delito de privación ilegítima de la libertad seguida de muerte, Roberto Luis Gómez, quien usó el chip del celular de Paulina.

Todos estos personajes, desde el mismo momento en que fueron denunciados, fueron protegidos por el exgobernador José Alperovich, quien incluso los premió con ascensos en sus cargos y cuando sus situaciones se hicieron insostenible, con jubilaciones de privilegio. Di Lella y Sánchez fueron funcionarios del tres veces gobernador de la provincia. Las movilizaciones populares encabezadas por la familia de Paulina y la Comisión reclamaron que Alperovich sea juzgado también. A este manto de impunidad se suma la denuncia de su sobrina por abuso sexual, y la complicidad de todo el poder judicial tucumano, quienes maniobraron desde un comienzo, incluso declarándose incompetentes para llevar adelante el caso, como el juez Maggio, defensor de genocidas.

A lo largo de todo el juicio, diversos testimonios pusieron al descubierto lo que se denunciaba en cada movilización -todos los martes: la participación de todo el régimen político provincial en el encubrimiento del crimen. Esta responsabilidad no sólo envuelve al entonces gobernador Alperovich sino también a Juan Manzur, actual jefe de gabinete, quien para la momento del crimen de Paulina fue quien presidió la Convención Constituyente.

Advertimos sobre este punto, ya que fue capaz de poner todo el aparato estatal en pos de sostener el encubrimiento alrededor del femicidio y sucedió de la misma forma con este caso, utilizando el recurso de la licencia para no compadecer ante el juicio. El movimiento de mujeres debe abrazar la causa de la denunciante. Sigamos el camino de la movilización por justicia.

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