La Sala I del Tribunal de Impugnación a cargo del Juez Luciano Martini hizo lugar al recurso de apelación y sobreseyó a la Dra. Miranda Ruiz, quien estaba imputada por el delito de aborto sin consentimiento de la gestante.

En el fallo Martini establece que: “Surge con meridiana claridad que existían factores sociales y familiares que ponían en riesgo la salud de J.M., lo cual es confirmado no solo por Miranda Ruiz sino por otros profesionales, tanto de las ciencias médicas como de las demás disciplinas que hacen a la cuestión. Esos extremos son corroborados, a su vez, por el informe social”.

En virtud de ello, dijo el juez, “debe afirmarse en grado de certeza que Miranda Ruiz actuó autorizada por la ley; por lo tanto, su actividad fue lícita y ello impone dictar el consiguiente sobreseimiento”.

Inicialmente Ruiz fue judicializada por realizar el aborto. La justicia de Tartagal consideró que se debía revisar las causales y el procedimiento. Finalmente esa causa cayó, porque se cumplió con todo el protocolo de interrupción del embarazo con causales de salud. Igualmente se siguió insistiendo con que Ruiz obligó a la paciente a abortar, algo imposible ya que el procedimiento es autoadministrado por la paciente y en la historia clínica esta también su firma de consentimiento.

👏🏻 ¡Bravo! Sobreseyeron a Miranda Ruiz, viva su lucha y de todas las mujeres. Sigamos organizándonos para derrotar el oscurantismo en la justicia y en la salud.#GarantizarDerechosNoEsDelito #SeparacionDeLasIglesiasDelEstado #ESILaicaYa pic.twitter.com/w9ox8MJ02r

— Gabriela Cerrano (@GabrielaCerrano) September 23, 2022

La causa en general era un invento oscurantista, plausible de nulidad, ya que la denuncia la pone una tía de la paciente, siendo que la mujer es mayor de edad, y permitieron incluso que se constituya como querellante.

Desde el principio se violentó absolutamente todo, el secreto profesional, los derechos de la paciente, porque fue expuesta con nombre y apellido en los medios de comunicación de la localidad de Salvador Mazza, y a la Dra Ruiz. Los referentes celestes, con el ex diputado Suriani, la escracharon con fotos tildándola de asesina.

Con la alegría de este triunfo de la lucha de Miranda Ruiz y de todas las mujeres exigimos la separación de la iglesia del Estado para terminar con el tutelaje oscurantista en la salud y la justicia, y para que no haya más persecución a los profesionales que prácticamente se juegan su carrera trabajando en Salta.

Por nuestros derechos, que ninguna mujer se sienta perseguida ni vejada si necesita un aborto legal.

¡Por más Mirandas Ruiz en todos los hospitales!

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