Mujer

12/10/2022|1655

35° ENCUENTRO PLURINACIONAL DE MUJERES Y DIVERSIDADES

Un solo grito: liberen a las detenidas mapuche

Foto: Sofi

El 35º Encuentro Plurinacional de Mujeres y Diversidades que se realizó en San Luis contó con una participación masiva de mujeres y diversidades, luego de dos años de no poder concretarlo por la pandemia. La integración del Encuentro contó con trabajadoras de todo tipo de gremios; piqueteras que concurren realizando enormes esfuerzos colectivos juntando plata a través de actividades y venta de comidas; artistas, profesionales y juventudes de diferentes niveles.

Con nuestra delegación concurrió la Comisión de Mujeres del Sutna, que fue ovacionada en los talleres y a las que en todo el Encuentro frenaban por la calle para saludarlas y felicitarlas por la lucha. La docente y diputada nacional Romina Del Plá participó en talleres por la Ley de Humedales y Vanina Biasi, diputada electa por el FIT-U-Caba, fue parte de la organización general y participó de la asamblea de trabajadoras de casas particulares, tema que organiza personalmente.

Más de 35 cuadras de movilización callejera, más de 135 talleres en funcionamiento, un enorme despliegue de activismo y disposición a la lucha. Asambleas de pueblos originarios que levantaron la voz contra la discriminación racial, la represión y el extractivismo y la soja que expulsa a las poblaciones de sus territorios. La primera asamblea de Trabajadoras de Casas Particulares, que informó la creación de un sindicato de lucha (Sitracp) y contó con trabajadoras de diferentes puntos del país. La asamblea de las madres protectoras, que dieron testimonio del reforzamiento de un aparato judicial que las revictimiza y que las dirigencias políticas provinciales de todos los colores defienden. La marcha contra los travesticidios. La asamblea de familiares de casos de impunidad, como el de Cecilia Basaldúa o Luna Ortiz o el caso de Di Muro, cuya madre concurrió con nuestra delegación también. En cada rincón se respiró reclamo al Estado capitalista, violento y hambreador, y mucha lucha.

El documento leído en la apertura invisibilizó fuertemente las responsabilidades políticas por el ajuste, el acuerdo del gobierno, inflacionario y hambreador, con el FMI, los femicidios, y la falta de seguimiento de una agenda del sector. Tampoco aparecieron esas responsabilidades al nombrar en la apertura el grave problema del extractivismo, que se llevó también una atención central en el Encuentro. Esta invisibilización (hablando en los términos colocados en la apertura donde se colocó la afirmación de que lo que no se nombra se invisibiliza) mostró la anteposición de intereses políticos gubernamentales presentes en dicha Comisión Organizadora, por encima de nuestra agenda e intereses. Las piqueteras, que son condenadas al hambre y a la falta de vivienda, no se sintieron representadas por un texto que no le puso el “cascabel al gato” frente a una de las peores crisis sociales y económicas de los últimos veinte años.

En el único punto del documento de apertura en el que no soslayó la autoría política de lo denunciado fue en el de reclamo por la libertad de las mujeres mapuche detenidas junto a sus hijxs en Mascardi, denuncia que recorrió todo el Encuentro en cada taller y en la movilización también.

Incluso cuando se habló de los casos de las asesinadas en la provincia tampoco se adjudicaron responsabilidades al gobierno local. Tuvo que tomar la palabra, luego de la lectura del documento, Yamila, la mamá de Guadalupe Lucero, para dejar en claro esas denuncias.

Las denuncias sobre el pago de la deuda externa fueron colocadas bajo el amplio espectro de las responsabilidades del “sistema capitalista”. Ni una palabra del acuerdo del gobierno de Alberto, Cristina Fernández y Massa que nos lleva a más inflación y hambre. Tampoco del apoyo que este recibe de la oposición macrista. La invisibilización de las responsabilidades políticas fue muy grande y en definitiva expresan las tensiones presentes en Comisiones organizadoras donde las personeras del Estado van a presionar para silenciar sus propias responsabilidades. Separar al Encuentro de esta influencia del Estado capitalista que lleva en su esencia la violencia contra las mujeres, es una tarea política de formación y debate muy importante que tenemos por delante.

San Luis y la campaña de demonización

Las condiciones en las que la provincia recibió este evento fueron estructural y políticamente muy violentas: la ahora ministra Ayelén Mazzina es responsable directa de esto. La estructura de transporte público de la ciudad es absolutamente precaria y el gobierno no se propuso reforzarla para el Encuentro, lo que dejó desprovistas de movilidad a miles de mujeres y las violentó haciéndolas caminar kilómetros de distancia. A esto hay que sumar una campaña política de demonización que tuvo impacto en el transporte y en el comercio, con muchas y muchos puntanos que no salieron a las calles por temor. Las mujeres organizadas son peligrosas, tanto para gobiernos peronistas como para los macristas.

Los casos de desapariciones y femicidios

El Encuentro contó en la apertura con el testimonio de la mamá de Guadalupe Lucero, una niña de 6 años desaparecida hace más de un año, en el que denunció al gobierno provincial y al nacional por su inacción. Lo mismo han hecho las y los familiares de la joven Magalí Morales, asesinada por la policía de Santa Rosa de Conlara bajo la pandemia y otros familiares de femicidios durante todo el fin de semana en las redes sociales.

De forma oportunista por estas horas, mujeres de Juntos por el Cambio intentan usar el caso de Magalí Morales para denunciar la inacción gubernamental, algo que es cierto. Pero ocurre que estos bloques gobernantes tienen sus propios casos “Magalí” en Jujuy, en Mendoza o en la Ciudad de Buenos Aires, donde actúan como lo hace el gobierno peronista de Rodríguez Saá y Mazzina.

Entre la política del gobierno provincial de abandonar a las víctimas y encubrir a funcionarios policiales y a tratantes, y el abandono en los servicios públicos y en las propias escuelas para recibir a las delegaciones, resulta particularmente agraviante la apropiación del evento de la nueva ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad, Ayelén Mazzina, hasta ayer funcionaria de esa área en la provincia de San Luis junto al gobernador Alberto Rodríguez Saá.

Es de destacar que la gestión de Gómez Alcorta al frente del ministerio solo se llevó críticas y ninguna defensa en el conjunto del Encuentro. A la estafa de los ministerios que en nuestro nombre acompañan y maquillan el ajuste brutal hacia las mujeres, le oponemos la elección por parte del movimiento de un Consejo Autónomo de Mujeres y Diversidades, que no esté atado a los intereses gubernamentales y del capital.

Un encuentro de luchadoras

Dentro de la marea humana que llegó a San Luis y que la Comisión Organizadora contabilizó en más de 100 mil personas, la delegación del Plenario de Trabajadoras duplicó en cantidad de mujeres organizadas a la movilización de otras corrientes de izquierda y fue en general una de las delegaciones más grandes del Encuentro. No fueron pocos los problemas sufridos, como la rotura de micros, el incendio de uno a la entrada de la ciudad o el apedreo de otro al retirarnos, algo que ocurrió con otros micros también. A su vez, por primera vez tuvimos que alquilar un camping ante la demora en garantizar el alojamiento, algo que trajo más problemas aún por el incumplimiento de los directivos del Club Pringles con los compromisos asumidos.

Nuestra delegación contó en su integración con estudiantes de diferentes niveles que concurrieron a talleres de ESI, talleres educativos y otros de debates sobre las diversidades.

Las mujeres piqueteras de los diferentes barrios estuvieron a la vanguardia de la lucha contra los sectores gubernamentales en los talleres barriales y en los de violencia. Las trabajadoras que forman listas antiburocráticas en los gremios estuvieron librando una batalla enorme en los talleres referidos a esas temáticas contra las burocracias sindicales. En los talleres educativos la burocracia de la UTE y la Ctera, huyeron directamente de los mismos ante los argumentos de todo tipo que mostraban su entrega al salario y de las condiciones laborales de la docencia. En los próximos días iremos entregando testimonios directos del desarrollo del encuentro en notas en nuestro portal Prensa Obrera.com.

En todos los casos planteamos que el 25 de noviembre sea una fecha donde salgamos a movilizarnos contra la violencia, colocando el problema del ajuste en curso como uno de los principales temas a combatir, ya que de él se desprenden muchas formas de la violencia contra las mujeres.

El Encuentro volvió a mostrar una gran disposición a la lucha y proclamó como próxima sede a Bariloche, Río Negro. La preparación hacia Bariloche 2023 estará determinada por las luchas que seamos capaces de librar antes para no dejar que la derechización del gobierno y de sus opositores pasen por encima nuestros objetivos y nuestros programa. Todas unidas de forma independiente del Estado y de sus instituciones para luchar por lo nuestro.