Mujer
4/12/2024
Unión por la Patria votó contra el jury a los jueces que exculparon a los femicidas de Lucía Pérez
Legisladores peronistas rechazaron la destitución de los magistrados Facundo Gómez Urso y Pablo Viñas.
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El Jury absolvió a los jueces responsables del fallo de impunidad.
Luego del jury que absolvió a los jueces y avaló su actuación durante el primer juicio por el femicidio de Lucía Pérez, Marta Montero, madre de Lucía, tomó la palabra en un acto oficial de la provincia de Buenos Aires, denominado “IV Congreso Estado presente” bajo el título “Violencia de género, consumo problemático y salud mental”, con una mesa integrada por el propio gobernador Axel Kicillof, el intendente de Ensenada, Mario Secco, y la Ministra de Mujeres y Diversidades, Estela Díaz.
El video trascendió por las redes sociales, donde Marta toma el micrófono y recrimina al gobernador y la ministra el voto de legisladores oficialistas contra la destitución de los jueces Gómez Urso y Pablo Viñas, que, luego de un fallo unánime de la Cámara Bonaerense, serán restituidos a sus cargos en el Tribunal Oral en lo Criminal número 1 de Mar del Plata. Vale recordar que los jueces absolvieron a los femicidas de Lucía en una sentencia escandalosa que pretendió aleccionar al movimiento de mujeres, pero que finalmente fue anulada producto de la lucha incansable de la familia y organizaciones de mujeres y derechos humanos.
En su intervención, la mamá de Lucía apuntó contra la diputada Susana González -vinculada a violencia de género integrante del jurado en el Jury- que pertenece al mismo espacio político que el gobernador y pidió la destitución de la funcionaria. Vale decir que, salvo el senador de la UCR de Mar del Plata Ariel Martínez Bordaisco, el resto de los legisladores integrantes del jurado en el jury fueron del bloque de Unión por la Patria: las diputadas Maite Alvado y González y los senadores Gabriela Demaría y Gustavo Soos. El jurado completo resolvió absolver a los jueces misóginos, restituirlos a sus cargos y levantar el embargo de sus sueldos.
Refiriéndose a Susana González, Marta señaló en sus redes sociales: “Pedimos la destitución de esa diputada, porque se nos rio en la cara a todas las mujeres y las madres que tenemos las hijas muertas. En el mismo lugar como familiares de víctima nos pusieron al lado de la diputada, una situación tremendamente violenta la que nos tocó vivir y queda expuesta en este video en el que me hacen callar”. Rápidamente, la ministra Díaz, que durante el segundo juicio de Lucía estuvo presente con distintas funcionarias del Ministerio de Mujeres y Diversidades, le pidió a Marta que se callara, notablemente incómoda por la situación.
Días previos, en la movilización del 25 de noviembre por el Día Internacional de Lucha contra la Violencia hacia las Mujeres, los padres de Lucía se hicieron presentes en el micrófono abierto que precedió la marcha para denunciar a los legisladores integrantes del jurado y denunciar la “traición de quienes se arrogan la defensa de los derechos de las mujeres en este país”, llamando a no darles el voto en las próximas elecciones.
Como hemos señalado en diferentes artículos desde el femicidio, para el movimiento de mujeres Lucía Pérez representa un emblema en la lucha contra los femicidios y la violencia porque concentra en su femicidio todas las de aristas de un régimen social repodrido vinculado al narcotráfico, la violencia en todas sus formas, el amparo y la complicidad del Estado capitalista a la hora de no garantizar la propia vida de las mujeres en nuestro país.
El accionar de la Justicia, como ocurre hoy bajo el nefasto gobierno de Milei que promueve la negación de esa violencia y como ocurrió con los jueces enjuiciados, no es un problema que se solucione con “capacitación en género” dentro del ámbito judicial –como sugiere el fallo del jury- hacia los magistrados, que no responden ni son electos bajo mandato popular, sino modificando los pilares de una sociedad que es una máquina de fabricar violentos, machistas y misóginos.
Nuevamente se vuelve a poner en juego la necesidad de tener un debate hacia el interior del movimiento de mujeres en la perspectiva de organizarnos frente a todos estos atropellos sin ninguna confianza en las fuerzas políticas patronales que no responden a nuestros intereses ni de género, ni muchísimo menos de clase. La tarea pasa por abrirnos paso de manera independiente del Estado y sus partidos para avanzar en la lucha contra los femicidios y una transformación social que ponga fin a este flagelo.