El 25 de junio falleció en Suecia, a la edad de 88 años, Hugo Blanco. Importante dirigente político de la izquierda peruana, que tuvo destacada participación en la organización y movilización campesina de la zona de La Convención, en la década del 60.

Se incorporó a la corriente morenista “Palabra Obrera” cuando vino a la Argentina, a estudiar en la Universidad de La Plata. Conociendo así el pensamiento trotskista, casi inmediatamente abrazo la causa de la militancia revolucionaria y se “proletarizó” en un frigorífico para realizar un trabajo con los obreros de la carne. Después del golpe de 1955 regreso al Perú y luego de varias vicisitudes culmino su trayectoria como dirigente campesino en la lucha por la reforma agraria y la ocupación de tierras.

La influencia morenista y del mandelismo lo volcó al putchismo foquista y la teoría de las “nuevas vanguardias”. Cuando Moreno rompe con la política foquista, Hugo Blanco siguió con su orientación putchista. Fue detenido en varias oportunidades y, en una, condenado a muerte. Situación que se logró revertir debido a una importante campaña internacional.

Cuando triunfa el golpe nacionalista militar de Velazco Alvarado es indultado pero expulsado del Perú. Años más tarde volvió y en las elecciones para Asamblea Constituyente realizadas en 1978 por el deteriorado gobierno militar de Morales Bermúdez se presentó dentro de la lista del Frente Obrero, Campesino, Estudiantil y Popular (Focep) que saco un 12% de los votos, siendo Hugo Blanco el candidato más votado. Sacando una considerable distancia de ventaja respecto al PC estalinista, el maoísmo y diversas corrientes centristas. El Focep se transformó en una importante referencia de independencia política de los trabajadores. Lamentablemente, en la elección siguiente, el llamado Comité Internacional constituido por la corriente de Nahuel Moreno (FB) y el lambertismo (OCI de Francia), que había tenido su antecedente en el “Comité Paritario” en 1979, presionó con una política aparatista y sectaria a Hugo Blanco y lo llevó al desastre político. Este reagrupamiento internacional del Comité Internacional “Paritario” se opuso, en 1980, a la integración del Focep y de Hugo Blanco en el ARI (Alianza Revolucionaria de la Izquierda), una alianza electoral que reunía al 90 por ciento de la izquierda peruana, detrás de un planteamiento de gobierno obrero y campesino y planteaba que la candidatura presidencial fuera encabezada por Hugo Blanco.

La presión del morenismo y lambertismo hizo que este rechazara tal postulación y se presentara en un frente minoritario sectario. El resultado electoral fue completamente desfavorable para el frente trotskista y fuertemente positivo para el ARI. Habiendo abandonado los “trotskistas” el ARI, fueron los estalinistas y maoístas quienes coparon políticamente el frente y se transformaron en la segunda fuerza electoral, por encima del nacionalismo burgués decadente del Apra.

Una nueva evidencia de cómo las corrientes referenciadas en el trotskismo perdieron por sus políticas oportunistas y sectarias la oportunidad de ser dirección de importantes procesos políticos de masas y revolucionarios.

El ARI luego se transformaría en Izquierda Unida con tendencias más claramente frentepopulistas. Es bajo esta sigla que Hugo Blanco volverá a ser elegido senador en 1990, ejerciendo poco tiempo porque su mandato fue interrumpido por el golpe de Fujimori en 1992 y… Hugo Blanco nuevamente al exilio.

Hugo Blanco siempre fue un militante luchador. El Partido Obrero de Argentina colaboró muchas veces con su lucha. En 1977/8 impulsando el Focep y luchando luego para que no rompiera con el ARI. En el 2008 sumándonos activamente a la campaña por su libertad que impulso su hija, Blanca Valer, acusado de haber propiciado ocupaciones de tierras. En el reciente 2020, impulsando en la Argentina la campaña contra la censura del gobierno peruano al documental “Hugo Blanco G. – Río Profundo”, atacado por fujimoristas, hacendados y reaccionarios de todo pelaje

Hugo Blanco se terminó alejando de toda relación con el movimiento trotskista, probablemente cansado de la esterilidad de la política que impusieron las corrientes en las que militó o se ligó. Pero siguió siendo un luchador ambiental e indigenista.

Nuestro homenaje al militante. Nuestro pésame a su hija Valer, su familia y sus compañeros. Hugo Blanco: ¡hasta la victoria siempre!

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