Obituarios

17/4/2023

Falleció José Alonso

Exponente histórico de la vanguardia clasista de los 70.

José Alonso.

José Alonso se incorporó a Política Obrera (nombre antecesor del Partido Obrero hasta 1982) en sus inicios. Estudiante de Arquitectura, una vez que “descubrió” el programa trotskista se volcó de lleno a la actividad revolucionaria. Abandonó sus estudios, se “proletarizó”, y fue a buscar el contacto directo con los trabajadores, pasando por encima de las vallas represivas de la dictadura de Onganía. Lo conocí personalmente cuando trabajamos juntos en la gran planta de la General Motors de San Martín, donde fue integrante de la Agrupación Vanguardia Obrera Mecánica, que dirigía el PO. Fue partícipe activo en infinidad de conflictos.

En la gran lucha de la textil Modecraft, conoció a una combativa obrera que se transformó en su compañera de toda la vida: Elba. Para la época del Cordobazo estaba en la plástica Citoplast de Vicente López, donde fue elegido delegado. Uno de sus mayores orgullos fue haber participado protagónicamente en el plenario nacional convocado por los sindicatos clasistas Sitrac-M de Córdoba. “Nuestros compañeros (Dora Balumelli de Panam, Horacio de Argelite, Jorge Fischer de Miluz, Roberto Gellert de Editorial Abril y otros) plantearon la unidad para constituir una Coordinadora Nacional Clasista antiburocrática. Aunque la crítica posterior tiene que ver con que toda lucha sindical es efímera y lo que estaba planteado en ese plenario era también la lucha por la construcción de un partido obrero” (de las notas que escribió de balance de ese período, es posible alguna confusión de José en la asistencia de los militantes del PO al Congreso del Sitrac-M y al de Villa Constitución, pero lo dejamos como él lo escribió.)

Siempre descollante como organizador obrero, quizás su actuación más importante fue como trabajador de la fábrica Cattaneo, que tenía más de 500 obreros del sindicato ceramista, ubicada en la zona norte, donde ingresó en 1971. Gremio dirigido por una burocracia derechista del PJ, propatronal. Allí hizo un inmenso trabajo organizando a la vanguardia juvenil (los nuevos obreros incorporados por la expansión de la empresa), en un tenaz trabajo contra la superexplotación patronal (tiempos de trabajo, insalubridad, etc). La Juventud Peronista dirigía la Agrupación Evita, y Alonso (cuyo pseudónimo -inevitable- frente a la represión dictatorial, fue Quijada), que dirigía un agrupamiento del PO, hicieron un frente de trabajo común contra la burocracia. El 23 de mayo de 1973 (dos días antes del ascenso de Cámpora), una asamblea general en la fábrica Lozadur fue a la huelga y la ocupación de la planta para forzar la reincorporación de tres obreros despedidos. Esto, al margen de la burocracia, que dio la espalda al reclamo obrero.

El 25 de mayo se ocupó la sede del sindicato, y se desalojó a la burocracia derechista. La sede se mantuvo ocupada varios meses. Una asamblea general de 2.500 obreros votó defender la recuperación sindical, formándose guardias rotativas con obreros de todas las empresas. El 21 de agosto, matones pagados por la burocracia, a altas horas de la noche, saltaron por los fondos del local sindical. Pero aún así la guardia de los obreros resistió, atrincherada dentro de algunos locales de la sede, el tiroteo armado por los matones. A la madrugada, a medida que los obreros iban llegando a las plantas, enterados de la situación, abandonaron el trabajo y marcharon al sindicato. 2.500 trabajadores rodean el frente sindical: la policía, que había ido a reprimir, no se animó ante el combativo clima de los trabajadores. Los matones pactaron garantías para poder salir.

Alonso organizó el ala clasista de izquierda dentro del sindicato recuperado. En una asamblea general hizo votar mantener los reclamos salariales contra el congelamiento que pretendía imponer el Pacto Social, armado por Cámpora primero y reforzado por Perón en alianza con las patronales y las burocracias sindicales inmediatamente después, y en contra de los planteos contemporizadores de la agrupación Evita (ligada a la JP montonera) y la derecha oficialista. “Las obreras más antiguas de Lozadur no podían creer que el general Perón estuviera en contra nuestro y votaron un plan de lucha” (ídem).

Llegando a la huelga general de 1975, recordamos su participación en la coordinadora de la zona norte: “Se efectuaron dos encuentros regionales que resolvieron movilizaciones… allí integré una comisión de 8 compañeros, que encabezando una masiva marcha, nos íbamos a presentar frente a la CGT. Pero desde la azotea la burocracia nos mostraba gente armada con armas largas. El 25 de junio, en un plenario clandestino que hicimos en Beccar, participaron 400 delegados de la zona norte”.

La historia del movimiento sindical clasista de los 70 tuvo uno de sus representantes más destacados en Quijada-José Alonso. He resumido hasta aquí una larga trayectoria de lucha durante todo ese período -basado en gran parte en sus propias notas-, que podría dar lugar a una extensa biografía de un dirigente clasista. Unas líneas más breves: una ofensiva regimentadora contra la izquierda lo sacó de la directiva del Sindicato Ceramista. José volvió a su fábrica y fue refrendado por el voto casi unánime de sus compañeros como delegado.

https://prensaobrera.com/aniversarios/la-peronizacion-del-cordobazo-el-anticordobazo

Frente al golpe, José nos señala: “El partido mantuvo la actividad política a través de la circulación clandestina (camuflada) de la prensa y se mantuvo el funcionamiento de los organismos partidarios a pesar del necesario exilio de algunos de sus cuadros más importantes”. Con el golpe, las condiciones de seguridad hubo que extremarlas. La ola de desapariciones hizo que se analizara caso por caso la conveniencia de seguir trabajando. En mi caso tuve el aviso de que estaban detrás de mí y se resolvió que debía retirarme. En una jornada recorrí la fábrica, junto con mis dos compañeros de la Comisión Interna, para explicar mi retirada. La mayoría de mis compañeros entendió. Yo tomé especialmente los casos de los principales activistas para analizar sus situaciones personales y tomar todos los resguardos posibles”.

Pero su compromiso con la clase obrera lo llevó a volver a ingresar en condiciones más clandestinas a nuevas fábricas. En 1977, ingresó a una gran fábrica de cigarrillos (Philips Morris). Allí organizó un circulo clandestino del PO, hasta que… “un alcahuete que me había detectado de cuando trabajaba en la General Motors, me denunció ante la patronal que preparaba mi despido. Esto se dio en forma indirecta, cuando la empresa se trasladó a una gran planta en Merlo; fui enviado, junto a otro activista, a un depósito aislado. De todas maneras, mis dos compañeros de círculo (M. y A.) pasaron a la nueva planta e integraron la formación de una lista opositora a la burocracia del sindicato de los obreros del Tabaco”.

José estuvo entre los integrantes de la junta promotora que presentó el pedido de personería del Partido Obrero en 1982.

Habría que escribir un libro. Creo que se jubiló trabajando como enfermero en el Hospital Posadas (aprendió todo tipo de oficios para entrar a los grandes centros productivos). Impulsó la constitución de una asociación sindical de enfermería. Luego puso en pie un centro de jubilados en su barrio de La Matanza.

Hace varios años que estaba enfermo e imposibilitado de una actividad militante física. Para los que lo conocimos, un recuerdo y respeto imborrable, para el resto de la vanguardia obrera y revolucionaria, uno de los “necesarios” que hizo realidad el surgimiento y desarrollo del clasismo en la Argentina.

Un saludo solidario a su compañera Elba, a sus hijos y nietos.

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