Opinión

14/6/2022

La ministra Acuña reconoce que el uso de la “o” no abarca a todes

La resolución oscurantista es absurda.

Ministra de Educación de CABA - Soledad Acuña

Otra vez, el lenguaje no binario o inclusivo se encuentra en el ojo de la tormenta. Esta vez, porque el gobierno de Larreta y Acuña, a través de una resolución, prohiben que lxs docentes lo utilicemos. Pero vayamos al punto.

¿Tiene sentido detenernos en el aspecto gramatical del lenguaje inclusivo?

No, no tiene sentido. Cuando alguien dice “chiques”, “hermose” o escribe “lxs chicxs”, se entiende qué es lo que quiere decir y no hay mucho para discutir allí. Quienes rechazan el uso de “x”, “e” o “@” y la propia resolución RS-2022-21197320-GCABA-MEDGC que se refiere a estos símbolos como “supuestas marcas de género inclusivo” expresan que son ajenas a la morfología del español. Esto no es así, porque funcionan de la misma manera que la “a” y la “o”. Además, la resolución pareciera ignorar que hay otras maneras de usar lenguaje no binario, como “niñ*s” o “alumn_s” -en la escritura-. O sea, no es una cuestión de morfología de la lengua castellana.

¿Por qué no es solo una cuestión gramatical?

Porque en el caso de lxs docentes, si tenemos que dirigirnos a unx estudiante, por ejemplo, no binarie, debemos utilizar el pronombre “elle”. La ley de identidad de género N°26.743 nos ampara para hablar en nuestras clases y escribir nuestros materiales de trabajo utilizando marcas que respeten a nuestrxs estudiantes como sujetos de derecho y, de alguna manera, lxs tenemos que nombrar. Prohibirnos el lenguaje inclusivo, implica prohibirnos nombrar a nuestrxs estudiantes que no se autoperciban dentro del binarismo, es negar su existencia y negarles su identidad. La ministra propone una vuelta al clóset. Por eso, Amanda Martín y Gabriel Solano, legisladorxs del PO-FITU presentaron un proyecto de declaración en rechazo a esta resolución retrógrada y oscurantista.

¿Por qué cuestionamos el uso de la “o”?

Lo que cuestionamos es el uso de la “o” como género no marcado, es decir, como marca que nos incluiría a todos los géneros. Y acá hay que aclarar algo: el lenguaje no solo transmite ideología, es una parte material de la ideología de un hablante, por lo que no es una coincidencia que el uso de “o” no genérico sea también la marca de género masculino.

Quienes se escudan en la Real Academia Española -una institución fundada en 1713 bajo el lema de “limpia, fija y da esplendor”-, quizás no sepan que siempre estuvo compuesta unánime o mayoritariamente por hombres. Quizás eso tenga algo que ver. Quizás.

Pero -atención- la resolución reaccionaria de Larreta y Acuña cita a la Academia Argentina de Letras -digamos que es una institución ideológicamente hija de la RAE- que dice que “no deben forzarse las estructuras lingüísticas del español para que se conviertan en espejo de una ideología, pues la gramática española que estudiamos no coarta la libertad de expresarnos o interpretar lo que expresan los demás.” Quizás estas instituciones, que son ajenas a la lucha de un movimiento de mujeres y diversidades sexuales y de género, no entienden que no es una cuestión de forzar la estructura de la lengua, es que somos nosotrxs lxs que venimos siendo forzadxs a identificarnos en una “o” que ya no nos pudo contener más.

Así y todo, ¿sabías que la ministra Acuña reconoce que el uso de la “o” no abarca a todes? Como venimos diciendo, el lenguaje no es ajeno al contexto social ni histórico. Algo muy básico: si estamos en un contexto en el que el enorme movimiento de lucha de mujeres y diversidades sexuales y de género irrumpió en la sociedad, en consecuencia, irrumpió en el lenguaje. Y tanto sacudió a la sociedad este movimiento, que la propia ministra, a pesar de su perfil reaccionario, en todas sus redes sociales utiliza un desdoblamiento masculino y femenino: “los/as docentes”, “los chicos y chicas”, así como en la propia resolución. Es decir, sus argumentos se encuentran rompiendo las reglas de la lengua castellana que cita para restringir el uso del lenguaje no binario. Parece que Acuña tampoco se siente identificada con la polémica letra “o”.

¿Y entonces?

Entonces, la resolución es absurda. Es absurda porque rompe las reglas que exige cumplir, porque no se hace cargo del abandono a lxs trabajadorxs de la educación y a lxs estudiantes durante los dos años de pandemia, en los que ni Larreta ni Acuña ni el gobierno nacional otorgaron ningún tipo de dispositivos ni conexión a internet, porque no dice nada del salario en un piso histórico de lxs docentes, porque no hace mención al agotamiento de un régimen político y social que siguen hundiendo a nuestrxs alumnxs, a sus familias y a la sociedad entera en el hambre y la miseria, porque no se hace cargo de la falta de presupuesto -o de subejecutar las partidas- en infraestructura y en mantenimiento de las escuelas, porque las viandas son de baja calidad y no aportan nutrientes, por la falta de vacantes en las escuelas y porque la mitad de la matrícula de media, por ejemplo, es privada y confesional y se la subsidia con el presupuesto que debería utilizarse en la educación pública.

Pongamos en práctica el lema de la RAE, que “limpia, fija y da esplendor”: limpiemos de la educación y del Estado la injerencia de las iglesias; fijemos una educación sexual integral laica, científica y respetuosa de las diversidades en todas las escuelas con capacitaciones en servicio para lxs docentes; y démosle esplendor a todos los derechos que el movimiento de mujeres y diversidades conquistamos en las calles y luchemos por su real implementación.