Gregorio hace una contribución histórica para la construcción del Partido Obrero a partir de 1983 (…) Jugó un gran papel, uno de los grandes dirigentes de la etapa de los ’70, su lucha clasista se levantó como una alternativa en el movimiento obrero, en el movimiento sindical argentino.

Pasados los años dramáticos de la dictadura militar llega a una conclusión política superadora del proceso que interrumpió el golpe con tantas muertes, con tantas persecuciones; es decir, los años de la dictadura en él no pasaron en blanco. Gregorio llega a una conclusión en los años de la dictadura, una conclusión a la que no había alcanzado el programa del Sitrac-Sitram que tenía colocada aquella vieja consigna de “ni golpe, ni elección, revolución” como viga maestra. Gregorio saca la conclusión de la necesidad de construir un partido de la clase obrera en la Argentina, definitivamente, y es así que él contribuye con su candidatura presidencial al Partido Obrero y se incorpora a sus filas. En ese aspecto, Gregorio cumplió un papel muy especial.

La burguesía hizo un puente entre la dictadura y los regímenes constitucionales que conocemos hasta hoy. Un puente que defiende como un perro agarrado al hueso, es un puente de continuidad jurídica, de continuidad en los aparatos represivos, de continuidad en las legislaciones antisindicales, antihuelgas, antiluchas. Tenemos sobrevivencias económicas, políticas y jurídicas de la dictadura militar por todas partes. Gregorio fue un puente establecido en el movimiento revolucionario entre la reapertura de 1983 y el gran movimiento clasista y revolucionario de los años ’70. Ese es fue el valor inmenso, histórico, de la candidatura presidencial de Gregorio Flores en 1983.

(…) quiero señalarles dos cosas que tengo marcadas de Gregorio. Una, es su presencia en 2009 en la Conferencia Sindical de nuestro partido, en un año que marcó de alguna manera grandes luchas obreras, grandes huelgas del Subte, la gran huelga de Kraft, etc. y que a Gregorio lo conmocionaron. No se perdió esa conferencia y la reflexión que nos acercó fue que él veía que potencialmente estamos en una etapa que quizá supere a los ’70, que quizá supere a los ’80 y estoy viendo, decía él, un reagrupamiento político que está sacando las conclusiones de los problemas y las limitaciones que tuvimos en los ’70 y en los ’80.

Finalmente, un recuerdo último, muy cercano, probablemente fuera la última vez que lo vi: en el acto del 1º de Mayo lo sentamos en la primera fila. Era el acto del  de lanzamiento y anuncio del Frente de Izquierda, el cual entusiasmó a Gregorio, lo conmovió hasta la última fibra y creo que Goyo, ya en estos años difíciles -los últimos de su vida, con una salud deteriorada- alcanzó a comprender en profundidad que se había abierto una nueva realidad política -a partir de la constitución y de esta lucha del Frente de Izquierda- para todo el activismo, que se ha creado un campo, una nueva realidad, para luchar por todas  las banderas por las que luchó Gregorio en nuevas y mejores condiciones.

Así que, compañeros, a despedirlo llevando adelante las las tareas que nos dejó su vida.