Políticas

26/10/2022

Medicina privada

114% en un año: el gobierno habilita nueva suba a las prepagas

En diciembre comenzará a regir el noveno aumento del 2022, esta vez del 13,8%.

Las empresas de medicina prepaga le ganan a la inflación.

El gobierno nacional habilitó una suba del 13,8% en el precio de las cuotas de los planes de medicina prepaga, que comenzará a regir en el mes de diciembre. Con esto, el rubro cerrará el año con un aumento cercano 114%, porcentaje que se encuentra por encima de la inflación proyectada. Se trata de un nuevo golpe contra la salud de la población.

Este aumento será el más elevado del año, y se suma a los ocho anteriores. Las empresas extorsionan con que de no subir las cuotas no podrían hacer frente a las actualizaciones salariales, cuando la última paritaria de los trabajadores de Sanidad cerró en un 85%, con revisión en enero. En la mayoría de los casos, los salarios están por debajo de la canasta familiar calculada por la Junta Interna de ATE Indec en $192.651 para el mes de septiembre, la cual no cuenta gastos como vivienda o alquiler.

Los aumentos se aplican sobre la base de un índice elaborado por la Superintendencia de Servicios de Salud (que contempla la evolución de los salarios, el precio de los medicamentos, de los insumos médicos, y de mercancías varias según el IPC), lo que carece de rigurosidad porque impera el secreto comercial capitalista. Es también a libro cerrado que las compañías de la medicina privada gozan de prebendas, como las exenciones del 75% en los aportes previsionales.

Asimismo, las empresas mantienen una desinversión que impacta en la atención que se ofrece a los clientes. Lo que prima en el sector son recortes en las cartillas y las prestaciones, y un deterioro generalizado. El negocio de la medicina prepaga se sostiene al calor del ajuste en la salud pública y el vaciamiento de las obras sociales.

La impostura de CFK

La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner criticó la medida tuiteando que el aumento es “inaceptable”, y se manifestó contraria a “seguir cediendo aumentos que afectan a las familias argentinas en un servicio imprescindibles como el de la salud y que además agrava el proceso inflacionario”. Una pose demagógica que se caerá por su propio peso cuando se apruebe, en el Senado que ella preside, el Presupuesto 2023 de Massa y el FMI, que reduce las partidas destinadas a Salud.

CFK pretende ocultar su apoyo a la política fondomonetarista de tarifazos generalizados, en el transporte, las telecomunicaciones, el agua, la luz, los combustibles; muchos de esos habilitados en persona por funcionarios kirchneristas.

Vale recordar además que como presidenta Cristina también habilitó a las prepagas subas a libro cerrado, a la vez que en 2011 las benefició equiparándolas mediante un DNU con mutuales, cooperativas y obras sociales. Al ser puestas en un mismo plano que las entidades que formaban parte de la seguridad social, las prepagas “podrían reclamar recibir directamente el aporte de los afiliados ‘desregulados’ y captar directamente a los restantes” (Prensa Obrera, 7/12/2011).

En la era K, las principales compañías (Swiss Medical, Osde, Galeno, Omint y Medicus) lograron acaparar la mayor parte del mercado. En 2011 concentraban un 66% de los afiliados (Clavero, María Paula; 2011), cuando en 2001 esas empresas controlaban un 50,3% del mercado (Bureau de Salud, 8/8/2011).

Rechazamos los aumentos sucesivos en las prepagas y reclamamos la apertura de los libros de las empresas de medicina privada al control de sus trabajadores y usuarios. Ello demostraría la necesidad de terminar con el negocio de la salud privatizada y aumentar el presupuesto para la salud pública. La salud debe ser un derecho para el conjunto de los trabajadores y no una fuente de lucro.