Políticas
16/9/2025
18% de desempleo y subocupación en CABA: es todo verso el “crecimiento” de Milei
En estos 18 meses de gestión de Milei, hay 56.500 desempleados y 176.500 subocupados más.

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Javier Milei en cadena nacional.
En su discurso de este lunes, Javier Milei afirmó que el país estaría en camino hacia el crecimiento. La realidad que sufren millones de trabajadores muestra exactamente lo contrario: no solo el ajuste recae brutalmente sobre la clase trabajadora, sino que además es falso que sirva para estimular el empleo privado. El propio informe del Instituto de Estadística y Censos porteño revela que casi uno de cada cinco trabajadores de la Ciudad de Buenos Aires está desocupado o subocupado: 18,1% de la fuerza laboral (308.500 personas).
El cuadro es devastador. En estos 18 meses de gestión de Milei, la desocupación saltó del 4,6% al 7,8%, lo que implica 56.500 desempleados más. A eso se suman 176.500 subocupados, trabajadores obligados a aceptar jornadas reducidas e ingresos de miseria. Las mujeres y los barrios del sur son los más castigados: allí la desocupación supera el 10%. La precarización también se extiende con un 28,4% de asalariados sin aportes jubilatorios, un avance en la precarización y, por ende, un retroceso en los derechos laborales elementales.
Que más de un cuarto de los asalariados no cuente con aportes es una desmentida al gobierno, que ajusta a los jubilados y elimina la moratoria diciendo que es insostenible el sistema previsional cuando es la evasión capitalista la que genera el problema. El pase a planta permanente de todos los trabajadores y la formalización de la actividad laboral va a permitir mejorar las jubilaciones y la caja previsional.
La política del gobierno no solo aumenta el desempleo y la subocupación, sino que apunta a degradar derechos laborales históricos y a abrir el camino para la reforma laboral que tiene en agenda. El ataque a las condiciones de trabajo, los despidos masivos, la ausencia de aportes jubilatorios y la flexibilización de las normas de seguridad son parte de un proyecto que busca abaratar la mano de obra, avanzar en la precarización y favorecer a las patronales a costa de la clase trabajadora.
Mientras la situación social se degrada, Milei y Caputo profundizan un plan que hunde salarios, jubilaciones y condiciones de vida para garantizar los negocios de la deuda, de los bancos y de las patronales. El fracaso electoral del 7 de septiembre en la provincia de Buenos Aires ya expresó un rechazo creciente.
La derrota electoral se combinó con el veto presidencial a leyes votadas masivamente en el Congreso, como la de financiamiento universitario y la de emergencia pediátrica, ambas con un fuerte respaldo popular. El repudio fue inmediato: trabajadores de la salud, docentes y sectores en lucha del movimiento obrero se unificaron el 12 de septiembre en una sola movilización, convocada por el Plenario del Sindicalismo Combativo, para defender la ley de emergencia pediátrica y el presupuesto universitario.
La perspectiva que se abrió con la movilización del 12 es decisiva, traza el camino de una intervención independiente de los trabajadores, jubilados, piqueteros y estudiantes para derrotar el ajuste. Es por eso que este miércoles 17, en una nueva convocatoria frente al parlamento para defender la salud pública y las universidades, en fundamental ganar las calles. No se puede confiar en una oposición parlamentaria que viene de convalidar el veto a las jubilaciones y que ya prometió sostener a Milei hasta 2027. El rechazo al veto tiene que ganarse en las calles.
Milei quiso presentar la caída del consumo, la recesión y la pérdida de cientos de miles de puestos de trabajo como la antesala de un futuro de prosperidad. Pero los datos muestran que su plan no estabiliza ni promueve crecimiento alguno: lo único que crece es el desempleo, la pobreza y la desorganización social. La verdadera salida no vendrá de un gobierno que gobierna para los bancos y el FMI, ni de una oposición cómplice, sino de la irrupción de la clase trabajadora con sus métodos de lucha.
El 12 de septiembre marcó un punto de apoyo fundamental. La continuidad de esa intervención independiente es la clave para derrotar a Milei y su ajuste, y abrir paso a una salida obrera y popular a la crisis.
