Políticas

14/9/2021

Paso 2021

A pesar de la victoria, Juntos por el Cambio cayó en votos

La formación opositora ganó la mayoría de los distritos, pero no registró un incremento de cantidad de votantes.

Foto: Fabián Marelli

Juntos por el Cambio ganó en las Paso en la mayoría de los distritos. Sin embargo, a diferencia de lo que afirman varios oficialistas tratando de encontrar culpas fuera de sus propias responsabilidades, dicha victoria no representó un incremento de cantidad de votantes para ese espacio político opositor.

Las elecciones del domingo marcaron una derrota inapelable del gobierno de los Fernández, en la que Juntos por el Cambio logró imponerse con la suma de sus distintas listas internas. Sin embargo, los resultados no implican un crecimiento en su votación sino más bien cierto retroceso, en comparación con comicios anteriores.

El porcentaje obtenido por el bloque de macristas y radicales supera el 40% a nivel nacional en la categoría de diputados nacionales, algo por debajo de los 9 millones de votos. Respecto de las generales de 2019, son unos dos millones menos de sufragios, y la cifra absoluta también es menor a los más de 10 millones obtenidos en las legislativas de 2017. Lógicamente, esta leve caída queda opacada por los más de 4 millones de votos que perdió el Frente de Todos desde los más de 12 millones de 2019, especialmente por un desplome en la provincia de Buenos Aires (donde cayó 15 puntos).

En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la cuna del PRO, Juntos perdió más de 200 mil votos respecto a los comicios anteriores. En Córdoba, donde en 2019 consiguieron casi un millón y medio, ahora sumaron poco más de 800 mil. A su vez, como se expresó con la candidatura de Facundo Manes en las Paso bonaerenses (aunque tuvo expresiones en todo el país), la presentación de diversas listas internas también permitió a la formación atraer electores descontentos aún con la fracasada experiencia macrista, toda vez que el ala Macri-Bullrich aparece como relativamente desplazada del centro de gravitación dentro de esta oposición.

En conclusión, la victoria cambiemita no obedece a un crecimiento en la adhesión que suscita en la población. Que los dos principales bloques del régimen hayan perdido casi 7 millones de votantes da cuenta, sobre todas las cosas, de un clima de época signado por el hartazgo ante los mismos.

Es lo que también se manifestó en el voto en blanco y el ausentismo electoral, que batió récord en las Paso con el índice de participación más bajo desde su reglamentación. Un sector de la derecha explotó el hecho de aparecer por fuera de Juntos por el Cambio, como los supuestos libertarios conducidos por Javier Milei y José Luis Espert. Sin embargo, a las pocas horas de la votación Milei cruzó elogios con Patricia Bullrich, es decir que se coloca como elemento de presión dentro de la interna de Juntos, confirmando que cuando vocifera contra la “casta política” no hace más que replicar la clásica demagogia de las variantes políticas del sistema.

Pero el fenómeno de descontento se notó también en un corrimiento hacia la izquierda de nuevas franjas del electorado, lo cual explica que el Frente de Izquierda – Unidad haya logrado la mejor elección desde su conformación de 2011, con casi un millón y medio de votos. Con esta base, al FIT-U se le presenta la tarea titánica de interpelar en estos dos meses al “voto bronca”, como lo han definido algunos medios, y demostrar que la única alternativa real a este régimen de hambre y saqueo de todos los que nos gobernaron es con la fuerza de los trabajadores, rompiendo con el FMI y todo su paquete de ajuste y reformas laboral y jubilatoria. La salida es por la izquierda.