Políticas

1/11/2023

Agustín Rossi, los militares y las elecciones

Agustín Rossi.

Poco se ha dicho en esta campaña electoral sobre el candidato a vicepresidente de Unión por la Patria, Agustín Rossi, que ocupa un lugar secundario en las apariciones públicas. Este es la punta del ovillo para indagar una segunda cuestión poco atendida: ¿cuál es la cabeza de las Fuerzas Armadas argentinas y dónde se para hoy?

Agustín Rossi

Toda la cúpula militar, desde el Jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas hasta los comandantes de cada una de las tres armas (Ejército, Armada y Fuerza Aérea), ha sido designada bajo la gestión de Agustín Rossi al frente del Ministerio de Defensa, quien es segundo en la línea de comando militar luego del presidente de la Nación.

Rossi inició su carrera política como concejal en 1987 en Rosario, Santa Fe. Tiene una vasta trayectoria en la provincia; fue diputado, jefe de bloque y candidato a gobernador. Realizó una carrera prodigiosa como vínculo político con las fuerzas represivas del Estado al frente de Defensa, cargo que ocupó entre 2013 y 2015 y luego entre 2019 y 2021. Más tarde, en 2022, pasó a intervenir y dirigir los servicios secretos de inteligencia: la Agencia Federal de Investigación (ex Side), o los “sótanos de la democracia”, como diría Alfonsín.

Su actuación más destacada en el último tramo de la campaña electoral fue el cruce que protagonizó en el debate de candidatos a vicepresidentes con Victoria Villarruel, que le achacó haber designado a César Milani como Comandante en Jefe del Ejército Argentino en 2013. Milani fue acusado y luego enjuiciado por delitos de lesa humanidad, por participar del Operativo Independencia en 1976, por encubrir la desaparición del soldado Ledo, y por el secuestro y la tortura de Pedro Olivera y su hijo Ramón (La Nación, 29/9).

Foto: Cabecera de la columna del Partido Obrero, el 24 de Marzo de 2014.

Este no es el único golpista que Rossi encumbró en la cúpula de las Fuerzas Armadas.

Juan Martín Paleo

Juan Martín Paleo es, desde 2020, el Jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas. Previamente, se desempeñó bajo el gobierno de Macri como Comandante de las Fuerzas de Despliegue Rápido (las FDR son un cuerpo de élite del Ejército); fue el garante del megaoperativo de seguridad que tuvo lugar en el marco de la cumbre del G20 realizada en 2018 en Buenos Aires. Entre abril y julio de 2019, estuvo al mando de la operación secreta “operativo Puma”, que realizó el Ejército en coordinación con las otras armas bajo la premisa de participar en una invasión a Venezuela. En esos meses, el imperialismo, con Trump y la derecha venezolana liderada por Juan Guaido llevaron adelante un golpe de Estado que incluyó el alzamiento de sectores militares; terminó fracasando.

Foto: Intento de golpe de estado de una fracción del ejército contra Maduro.

Un par de meses después, el 10 de noviembre 2019, se produce un golpe en Bolivia contra Evo Morales. La Gendarmería Nacional, dependiente del Ministerio de Seguridad encabezado entonces por Patricia Bullrich, vuela dos días después con “material bélico” a la sede de la embajada argentina en La Paz (Bolivia), que por entonces era conducida por Normando Álvarez García (2016-2019). Mediante una carta, el comandante general de la Fuerza Aérea boliviana, Jorge Gonzalo Terceros Lara, agradeció “la colaboración prestada a esta institución armada en el marco del apoyo internacional entre nuestros países debido a la situación conflictiva que vive Bolivia” y detalló el contenido del “material bélico”.

Con la llegada de Alberto Fernández a la presidencia argentina y de Rossi al Ministerio de Defensa, en 2020, Paleo fue premiado con un ascenso que lo ubicó como jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas. Esto, mientras se desplegaba la campaña “sanitaria” contra el Covid-19, en la que se empoderó a las Fuerzas Armadas para que ingresen a los barrios populares. El embajador golpista Álvarez García fue premiado por el gobernador jujeño Gerardo Morales, que lo colocó como ministro de Trabajo; y, aunque tomara estado público su complicidad en el golpe (Página 12, 9/7/2021), es actualmente ministro de Gobierno y Justicia.

Foto: Carta de agradecimiento del jefe de las Fuerzas Armadas Bolivianas a Álvarez García.

En octubre de 2021, el Senado de la Nación Argentina dio su aprobación, por unanimidad, al ascenso de ciento ochenta uniformados entre los que se encontraban Agustín Humberto Cejas, Xavier Isaac y Julio Guardia -jefes del Estado Mayor de las tres fuerzas- y el jefe del Estado Mayor Conjunto, Juan Martín Paleo. Los ascensos fueron efectivizados de forma retroactiva al 22 de febrero de 2020. Las fuerzas políticas capitalistas cubrieron con su manto de legalidad democrática al general golpista (Negocios & Política, 28/10/2021).

Pero al cabo de un mes, el Jefe del Ejército se vio envuelto en escándalos de corrupción; colocó a su hijo como agregado militar en la embajada argentina en Estados Unidos; y, asimismo, es ascendido Guillermo Olegario Gonzalo Pereda, integrante de la IV Brigada Aerotransportada perteneciente a las FDS que comandaba Paleo. Tan solo dos meses después, en febrero de 2002, se filtraron documentos que incriminan a Paleo y que toman estado público en la revista que dirige Horacio Verbitsky, según la cual Rossi interrogó oportunamente por el “operativo Puma” a Paleo, quien se escudó en supuestos preparativos para el G20. Pero como las fechas no coinciden (G20 fue en 2018 y Puma en 2019), debió cambiar de versión y afirmar que “se trató de planificar la asistencia humanitaria a Venezuela” (El Cohete a la Luna, 13/2/2022). Verbitsky publicó informes precisos, demostrando la actuación de Paleo en coordinación con Estados Unidos, el Ejército de Brasil al mando de Bolsonaro y de Colombia al mando de Duque, para apuntalar el golpe de estado.

Foto: Mapa clasificado indicando por donde debía penetrar el ejército argentino (Argos), Brasilero (Febo) y Colombiano (Ceres).

Ante la denuncia de Verbitsky, que generó revuelo político, el entonces ministro de Defensa Jorge Taiana ordenó abrir una investigación a cargo del recientemente designado Jefe del Ejército Gonzalo Pereda, quien fuera compañero de promoción del mismísimo Paleo.

Los militares ahora, entre las Paso y el balotaje

El 18 de agosto, cinco días después de las elecciones Paso, el gobierno virtualmente dirigido por Massa definió firmar acuerdos con diversos países para la compra de aviones supersónicos, buques y un submarino (El Cronista, 18/8). El 25 de septiembre, el ministro de Defensa Taiana firmó una resolución con la que aprobó el Plan de Capacidades Militares 2023 (Plancamil). Por primera vez, desde el retorno de la democracia, se le da luz verde a un plan para modernizar las capacidades militares con un horizonte de veinte (20) años, utilizando los recursos disponibles del presupuesto de defensa nacional y el Fondo Nacional de la Defensa (Fondef).

Este fondo fue creado por la Ley Nº 27.565, por iniciativa del exministro de Defensa Agustín Rossi, en 2020; contempla un porcentaje del PBI (hoy de 0,80%) que irá aumentando año a año. El Plancamil no es solo para medios (aviones, tanques, submarinos, etc) sino para todo el Mirilado (acrónimo de medios, información, recursos humanos, infraestructura, logística, adiestramiento, doctrina y organización). Este 2 de Octubre, de acuerdo a la resolución conjunta firmada por el ministro de Economía, Sergio Massa, y el de Defensa, Jorge Taiana, se aumentó el salario al conjunto de los militares. Se llevó el acumulado del año por encima del 112,11% (Argentina.gob.ar, 2/10).

Paleo y Rossi.

El día 6 de octubre, el militar golpista Jefe del Estado Mayor Conjunto de las FF.AA, Martin Paleo, realizó declaraciones a Modo Fontevecchia en Radio Perfil. Al ser consultado por las declaraciones negacionistas de Milei y Villarruel, indicó que “si las instituciones armadas en el pasado fueron producto de inestabilidad política, hoy pretendemos ser dadores de estabilidad político” (Perfil, 6/10). También planteó que “a partir de la pandemia hubo una mayor visibilidad de nosotros, estamos más cerca de la sociedad” e identificó tres áreas de interés estratégico para la defensa de nuestro territorio: “el norte con el litio y la reserva de agua dulce; el centro con la proveeduría de alimentos y minería tradicional; y el sur, donde hay una gran fuente proveedora de energía y con la proyección bicontinental sobre la Antártida”.

Vale recordar que identificó como objetivos los mismos que señaló Laura Richardson, jefa del Comando Sur de Estados Unidos, en enero de 2023, cuando indicó por qué es tan importante América Latina (Página 12, 24/1) en un video grabado para la reunión del Atlantic Council, una cumbre vinculada a la Otan. Allí destacó el triángulo del litio y las reservas de petróleo, cobre, oro, agua, y remató diciendo “tenemos que empezar nuestro juego”.

Tres días después de las elecciones generales, el 25 de octubre, Paleo dio una nueva entrevista en el marco de la entrega de los nuevos helicópteros Bell 407 de 22 al canal de YouTube “AeroAr Multiespacio de Defensa”, señalando que según encuestas las fuerzas armadas ascendieron del cuarto puesto (comienzo de la gestión de este gobierno) al primero en nivel de confianza que tiene la sociedad hacia las instituciones públicas en general. Luego explicó que ello es consecuencia de su acción bajo la pandemia y de haber pasado de ser un factor de inestabilidad política a uno que “defiende la estabilidad institucional, que es el respeto a la Constitución”.

Imagen: Encuesta citada por Paleo de la consultora Cgip, extraído de El Cronista (22/2).

En el mismo evento, el Jefe del Ejército, Pereda, en una entrevista al medio anteriormente citado, anunció la inminencia de un crédito financiado por el Banco Nacional de Desarrollo Económico del Estado brasileño y destinado a un proyecto de 8 años para adquirir 156 unidades motorizadas fabricadas en dicho país; entre ellas 120 vehículos “Guaraní” de Transporte de Personal (Vcbr-TP) con torre ametralladora. Este es, según El Cronista (2/5), un vehículo blindado de transporte de tropa anfibio especialmente diseñado para actuar como primera respuesta ante una crisis. Son los que en diversas ocasiones desplegó Bolsonaro en las favelas.

Foto: Vehículo “El Guarani” en una favela brasileña.

El huevo del golpismo está en la “democracia”

Como pudimos observar, las Fuerzas Armadas argentinas han seguido de forma disciplinada los giros políticos del imperialismo, la clase capitalista nativa y sus gobiernos. Bajo el gobierno de Macri, contribuyeron a promover golpes de Estado contra los gobiernos nacionalistas burgueses de Maduro y Evo Morales en Venezuela y Bolivia, respectivamente, comandados por Trump. Luego fueron absueltas, promovidas y reabsorbidas bajo el nuevo gobierno de Fernández y Massa, en línea con los preceptos de Biden. Agustín Rossi, precandidato a vicepresidente de Massa, es un factor activo para reforzar y recomponer el peso político específico de los militares, el cual perdieron luego de la última dictadura. Los gobiernos capitalistas “democráticos” cobijan el huevo del golpismo. Las libertades democráticas sólo pueden ser defendidas por la acción y lucha de la clase obrera.

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