Políticas

4/8/2021

Ante el fracaso de la Ley de Alquileres, Vidal reclama que se liberen los precios

La campaña de Juntos es para los especuladores inmobiliarios.

La exgobernadora de la provincia de Buenos Aires y actual precandidata porteña por Juntos, María Eugenia Vidal, salió al ataque de la actual Ley de Alquileres planteando su inmediata derogación. Vidal se vale de la disparada del fracaso del Frente de Todos y del aumento de los precios de las locaciones para reclamar una liberalización del mercado inmobiliario, generando un detrimento mayor en los bolsillos de los trabajadores y la juventud.

En una entrevista en LN+, la exmandataria afirmó que “hay que derogar esa ley”, en referencia a la Ley de Alquileres sancionada durante el 2020. “Yo voy a impulsar que se derogue, porque hoy están perdiendo todos”, agregó, dando cuenta del actual contexto de suba de precios y contracción del mercado de los alquileres.

La ley en cuestión fue sancionada con 191 votos afirmativos, 0 negativos y 24 abstenciones en la Cámara de Diputados –sin oposición de la fuerza que integra Vidal- e incorpora algunas modificaciones al régimen anterior, como la extensión del mínimo de los contratos a 3 años, la actualización anual según un promedio de salarios (Ripte) e inflación y algunas prerrogativas para los inquilinos.

Desde el Frente de Izquierda Unidad, con la banca de Romina Del Plá, se denunció la misma como un parche ante una inmensa crisis habitacional, cuyo principal problema consistía en la caída del poder adquisitivo de los salario y la inexistencia de una plan de viviendas para satisfacer las necesidades habitacionales de la población.

Ahora Vidal se apoya en las consecuencias de esta misma crisis para reclamar la derogación de la ley y “entablar un diálogo” con inquilinos y “propietarios”, lo que en los hechos implicaría dar rienda libre a las indexaciones según las proyecciones privadas de la inflación –o peor- sin que esto contemple ninguna mejora para los inquilinos.

Se calcula que los precios de los alquileres subieron un 31,6% en lo que va del año, contra una inflación el 25,3%. En los últimos doce meses se acumula un incremento del 64,4%. Mientras que la primera aplicación del índice de la nueva ley arrojó un aumento del 41% para el mes de julio, lo que reviste en un monto superior a las paritarias firmadas con antelación.

Con una inflación que siempre supera a los salarios, el índice de la nueva ley redunda en porcentajes por arriba de la capacidad económica de los trabajadores y por debajo de las aspiraciones económicas de los propietarios y de los especuladores inmobiliarios. En la base del problema siguen estando los salarios de pobreza, la ausencia de crédito a tasas cero y el agravamiento de la crisis habitacional.

Hace un año el 80% de los inmuebles se encontraban publicados para la venta y el 20% para alquiler, pasando en la actualidad al 93% para venta y 7%, solamente, para locaciones. Los inmuebles en venta tampoco logran realizarse en el mercado ya que a pesar de la caída de los precios no consiguen encontrar compradores con dólares en mano.

El gobierno nacional hizo hincapié en que esta ley implicaría una salida a la crisis habitacional, sin embargo el fracaso es total: los alquileres estan mas caros, los salarios más bajos y nadie puede acceder a comprar una vivienda, ni un lote. Este es el resultado del anclamiento de los salarios y la pérdida del poder adquisitivo promovida por el gobierno, de cara al acuerdo con el FMI.

Lo planteado por Vidal no implica ninguna salida a este problema, ya que una liberalización de los contratos y las actualizaciones podría ampliar nuevamente la oferta de inmuebles en alquiler, disminuyendo la presión de la demanda sobre este mercado, pero vendría de la mano de aumentos semestrales impagables.

La precandidata señala, respecto a los alquileres y la juventud, que “antes les representaba un tercio de su salario, hoy les representa más del 40%. Y sabemos que el salario corre atrás de la inflación. Los jóvenes perdieron por todos lados”, pero no propone nada para los salarios, sino más bien para el negocio inmobiliario.

Recordemos que la fuerza que la exgobernadora integra se reivindica como un enemigo declarado de los procesos de recuperación de tierras y férreos defensores de las especulación con la tierra y de los negocios de los barrios privados. El lo que ha defendido Vidal en su mandato en la provincia de Buenos Aires y lo que practica el gobierno de la Ciudad desde hace años, con hitos represivos como el del Parque Indoamericano, bajo la gestión de Mauricio Macri.

El Frente de Izquierda Unidad plantea una salida a la crisis habitacional y a la cuestión de los alquileres, remplazando el índice de la nueva ley por el Ripte, para tomar únicamente la variación de los salarios; que la cuota de alquiler no supere el 10% de los ingresos familiares; recomposición general de los salarios para que cubran la canasta familiar; eliminación de los gravámenes contra los pequeños propietarios –hasta dos viviendas en alquiler, que no superen los 100 m2 cada una; extensión del plazo de los contratos de 3 a 5 u 8 años y comisiones a cargo del dueño locador y no del inquilino.

Esto debe ir de la mano de un plan de viviendas nacional y crédito a tasas cero para la adquisición y/o construcción de viviendas, para solucionar la crisis habitacional y disminuir la presión sobre los alquileres.