Políticas

1/3/2021

caba

Apertura de sesiones: las contradicciones flagrantes de Larreta

Se presentó de manera virtual en medio de la ofensiva de su gobierno por las clases presenciales sin condiciones.

Las aperturas de sesiones en la Legislatura se caracterizan por el autoembellecimiento, los ocultamientos, las vaguedades y la superficialidad del discurso del Jefe de Gobierno. Sin romper esa regla, algunos condimentos de la situación política permitieron el logro de que la misma concentre cierta atención.

Es que Larreta se presentó de manera virtual a la sesión, aislado luego de tomarse unos días de vacaciones en los cuales realizó un viaje a Brasil en un avión privado. Los costos ocultos de un viaje de esas características y el riesgo sanitario que conlleva demostraron una vez más que los privilegios que puso blanco sobre negro la vacunación VIP no son exclusivos del oficialismo nacional sino que se trata de todo un régimen VIP usufructuado a ambos lados de la grieta.

Mientras tanto, Larreta desarrolla una ofensiva contra los docentes que denuncian la vuelta a clases sin condiciones que ya está generando contagios y cierres de escuelas y burbujas a una semana del inicio. Es que la cuestión educativa marca una contradicción de fondo. En su presentación Larreta la colocó como la prioridad número 1 de su política de “progreso” y es uno de sus ejes de campaña electoral. Lo hizo sin ruborizarse mientras quedó a la vista de la población el estado calamitoso de las escuelas, peor incluso que un año atrás. No podía ser de otra manera cuando el ajuste del presupuesto educativo crece año a año y para 2021 se recortó un 82% en términos reales la partida para infraestructura escolar.

No anunció apertura de jardines y escuelas para revertir la falta crónica de 20.000 vacantes pero sí de 6 comisarías. Habló de una transformación digital pero no anunció un peso para garantizar los equipos y la conectividad necesaria para las clases virtuales. Larreta inventó una novedosa manera de abordar las prioridades: sin presupuesto, sin vacantes, sin aumento salarial para los docentes.

Atribuyó el ajuste a la pandemia y a la quita de la coparticipación, pero la realidad es que el ajuste a la educación es una política de Estado desde hace décadas y la quita de la coparticipación, que el gobierno nacional utilizará para el pago de la deuda, la descargó integralmente sobre los trabajadores y la asistencia social.

Larreta trazó un balance sobre la atención de la pandemia destacando un supuesto fortalecimiento del sistema de salud falso de cabo a rabo. Las 450 camas de terapia intensiva que informó fueron reconversiones precarias de otras salas o shockrooms, sin equipamiento completo ni personal que las atienda, lo que resultó en una elevada mortalidad de las personas que llegaban a esa instancia.

El personal de salud contratado para la pandemia es precarizado, por lo tanto en peores condiciones de los ya ultraprecarizados y superexplotados trabajadores del sistema de salud porteño. La pandemia expuso el flagelo del pluriempleo, los bajos salarios, las jornadas interminables y la falta de elementos de protección para los trabajadores. Esto estalló en movilizaciones masivas, primero de enfermeras y enfermeros por el pase a la Carrera Profesional de la cual son discriminados y luego los residentes y concurrentes que a través de su asamblea salieron a un plan de lucha por salario. Ninguna de estas demandas fue satisfecha. ¿Cómo se fortalece un sistema de salud si se precariza y hambrea a sus trabajadores?

El resultado de la gestión de Larreta y Quirós están a la vista: en menos de un año más de 7.000 muertos en la Ciudad.

Sobre la privatización del plan de vacunación simplemente dijo que siempre lo hizo así y nadie lo denunció, lo cual es una confesión de que va a una privatización agravada por la escasez de las vacunas y la cercanía de una probable segunda ola en otoño. Al romperse un registro único, ya no puede evitarse que alguien que tiene una prepaga acceda más fácil que alguien que no tiene cobertura.

La integración urbana es otro de los mitos del larretismo que hay que refutar. Mientras hizo loas de su política en las villas, la pandemia derrumbó su relato. Los brotes llegaron a un punto que se alcanzó inmunidad de rebaño en los barrios, exponiendo las condiciones insalubres, el hacinamiento, la falta de agua y servicios básicos en la capital del país. La gestión de la pandemia en las villas fue tercerizada en las organizaciones populares, sin ningún tipo de reconocimiento económico para los trabajadores, muchos desocupados, que repartieron la ayuda o están al frente de los comedores de los cuales depende la alimentación de decenas de miles de personas.

Lo mismo ocurre con los trabajadores del propio gobierno de la Ciudad. Larreta habló de programas de formalización laboral para emprendedores pero mantiene en la precariedad absoluta a más de 20.000 trabajadores municipales, a los cuales se los empujó a tareas riesgosas sin condiciones de seguridad. ¿Anuncios de pase a planta? Nada de eso.

Esta es la realidad de las trabajadoras de los CIMS y la línea 144 -que atiende las denuncias de violencia de género- que vienen de realizar paros para poder cobrar su salario miserable de 25.000 pesos. Pero Larreta anunció que la política de género es transversal en su gobierno.

Uno de los choques más violentos entre realidad y relato fue respecto del espacio público. Mientras se anuncia una puesta en valor del Casco Histórico se procede a una masiva demolición de casas patrimoniales para la especulación inmobiliaria. Además el gobierno de Larreta implicó un salto gigantesco en la enajenación de ese espacio público privatizando más de 400 hectáreas bajo su gobierno. Esta impostura se conecta con los anuncios de combate al cambio climático mientras se privatiza la Costanera Norte para hacer un nuevo puerto Madero y se construyen torres en la Isla de la Paternal. En su discurso evitó mencionar estos proyectos tal vez golpeado por el gigantesco pronunciamiento en su contra en las audiencias públicas de más de 7.000 inscriptos.

En el final, Larreta mandó un mensaje a la interna de su propio espacio, donde el ala dura de Cambiemos con Patricia Bullrich al frente pretende disputarle un espacio en el armado de listas de la Ciudad. Su tono antigrieta y moderado busca diferenciarse del ala fascistoide que generó repudio por las bolsas negras esparcidas en Plaza de Mayo en la movilización de la oposición derechista que por el momento ocupa un lugar marginal en el electorado pero cobra aire frente a los escándalos VIP de uno y otro lado de la grieta.

La oposición peronista en la Ciudad, tanto kirchnerista como no, denuncia de la boca para afuera pero ha acompañado la política de Larreta porque finalmente los une la gestión capitalista de un país quebrado, en el cual deben descargar esa crisis sobre los trabajadores. La oposición consecuente al gobierno de Larreta deben desarrollarla los trabajadores a través de la lucha por la vivienda, la salud, la educación, el espacio público y el ambiente y elevarla como alternativa política junto a la izquierda.