Flavia Royón fue nombrada como Secretaria de Energía de la Nación. Encabezaba hasta ahora la cartera de Minería del gobierno salteño de Gustavo Sáenz, un área dirigida por funcionarios del PRO que están a cargo del Ministerio de la Producción, la compañía Remsa y también presiden la Comisión de Minería en Diputados. Fue durante 15 años alta ejecutiva de una de las empresas del Macro y ha sido la funcionaria clave del gobierno en la relación con las mineras del litio que avanzan con ocho grandes proyectos, en general asociadas a las principales automotrices el mundo.

Defensora a rajatabla del escandaloso régimen minero del menemismo, ella como Sáenz son lobbistas de los reclamos de las mineras al gobierno, en particular de la libertad para girar divisas y de la exigencia de tipos de cambio privilegiados. Además del enorme negocio de la explotación del mineral, en el caso del litio ha tomado estado público la intervención de la Afip con una multa de $6.400 millones frente a un gigantesco fraude de subfacturación de Livent, que pagó regalías por un precio ocho veces menor al real con la complicidad del gobierno de Catamarca.

La mitad de las exportaciones de la empresa se realizan desde Salta, en donde ni siquiera han pagado los impuestos por ingresos Brutos. Los funcionarios de Sáenz salieron a justificar a la empresa en nombre de que el litio no es un commodity y por lo tanto no tiene un precio determinado. O que, como las empresas hacen una integración vertical de su producción (se proveen a sí mismas la materia prima para productos industrializados como baterías y automóviles), habría que admitir el precio arbitrario que la empresa fije.

Bajo el amparo de Sáenz y Royón se está desarrollando además un negocio financiero-inmobiliario de sumas multimillonarias, en dólares, con la compraventa de yacimientos de litio. La compañía Río Tinto compró un yacimiento por 826 millones de dólares y la china Ganfeng otro por 950 millones. En este último caso la vendedora fue la subsidiaria minera de Pluspetrol, que había invertido en el yacimiento una suma menor a cien millones. Dicen los de Pluspetrol que con esta ganancia (completamente parasitaria) financiarán el desarrollo de otro yacimiento de litio que tienen en la región.

En la gestión de los hombres del PRO en el área de minería también florecen las corruptelas. Tres exministros de Macri formaron una sociedad para asociarse al negocio a partir de sus vínculos políticos con el gerente de Remsa, que es la empresa estatal que se está asociando en diversos yacimientos con las privadas aportando las áreas de las que es dueña, todo a cambio de porcentajes muy menores de participación en las ganancias.

Con estos antecedentes llega la funcionaria de Sáenz a reemplazar a Martínez en la Secretaría de Energía, que fue desplazado junto a Federico Basualdo, defendido como un bastión de CFK en el gabinete por una supuesta oposición a ir a fondo con la eliminación de subsidios y avanzar con un tarifazo de envergadura, como el que acaba de anunciar Massa.

Es a las mineras y a las sojeras que Massa irá a pedir un adelanto del pago de derechos de exportación para arrimar algunas reservas al vaciado Banco Central. A cambio les va a ofrecer mejoras en el tipo de cambio y otras ventajas. Con la llegada de Flavia Royón ya sabemos cómo termina esta negociación.

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